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“La reforma que hace falta en España es empresarial”

El economista José Carlos Díez. / Marta Jara.

Belén Carreño

La crisis puso de moda, o al menos al alcance de la mayoría, conceptos como “prima de riesgo”, “demasiado grande para caer” o “activos tóxicos”. Y tras la avalancha de terminología económica de bolsillo, un grupo de economistas desconocidos para el gran público se han hecho un lugar divulgando las bambalinas de la crisis. Entre los que han logrado llegar al ciudadano y hacer comprensible la recesión está José Carlos Díez, autor del libro Hay vida después de la crisis, que ya va por su sexta edición con 50.000 libros vendidos y que se ha codeado en los estantes de bestsellers con autores de ficción como Ken Follet.

El economista observador, como le gusta denominarse por el título de su blog personal, se ha forjado una marca propia hasta el punto de apartarse de su trabajo como economista jefe de Intermoney y dedicarse solo a la enseñanza en Icade Business School y a la divulgación. “Me interesa llegar al ciudadano, no al político”, asegura. Al éxito de su libro le precede el haber sido el economista español que durante varios años más ha acertado con sus pronósticos económicos, según el estudio que realiza Esade. Solo él y el servicio de estudios de las Cajas de Ahorro predijeron que en 2009 se entraría en recesión. Si continúa esta racha, 2014 será un año complicado para España porque Díez advierte de que no se cumplirán los objetivos de déficit y se asoman nuevos recortes.

Envió el libro a la imprenta en abril, cuando no había ni atisbo de brotes verdes. Con los nuevos datos que han salido en este semestre, ¿cambiaría algo en el libro?

Realmente no. Ha habido una mejora de indicadores pero el problema del crédito y la banca sigue sin resolverse, por no hablar del déficit y la deuda pública. Sin crédito no saldremos de esta crisis.

¿Qué hace falta para dar el giro a la economía?

Es fundamental el papel del Banco Central Europeo y, en general, de la política desde Europa. La verdad es que le mandé el libro a la Troika y yo creo que se lo han leído porque han empezado a tomar medidas como las que yo apunto. La principal ha sido la de retrasar el objetivo de déficit para España. También hay que conseguir bajar al euro al nivel de cambiarse a 1,15 con el dólar –actualmente cotiza sobre el 1,35– y para eso es necesaria la implicación del BCE.

La Troika dice en su último informe que la banca está saneada.

También han dicho que los programas de Portugal e Irlanda van bien, y ya veremos cómo no es así. La segunda vuelta de la recesión se ha provocado a base de política económica inadecuada. Han desaparecido 1,2 millones de asalariados en la crisis. Esa gente no podrá pagar hipotecas, y estos efectos se volverán a notar. No se puede fiar la economía solo a una mejora de las exportaciones.

Acabamos de conocer la apuesta económica del Ejecutivo con los Presupuestos Generales. ¿Qué impresión le ha generado?

Pues lo primero es que son unas cuentas que no están pegadas a la realidad. Los Presupuestos no se cumplieron el año anterior y se hicieron sobre las bases equivocadas, y Montoro en lugar de corregirlo hace de nuevo una hipótesis sobre esas equivocaciones. Así es imposible que salgan las previsiones y nos volveremos a desviar.

Entonces, ¿sigue viendo el año que entra igual de complicado?

El déficit se va a quedar entre el 7,5% y el 8% (el objetivo es 6,5%). No vamos a cumplir con los objetivos marcados y encima vamos a llegar a tener prácticamente un 100% de deuda pública. En los Presupuestos Generales solo se ha planteado una medida para mejorar los ingresos, la de incrementar en un 5% las cotizaciones de las bases máximas. Al final, tomarán medidas extraordinarias para corregir la desviación del déficit.

¿Qué solución hay a esta deriva?

Dos recetas básicas: una reforma fiscal en profundidad para mejorar los ingresos y un saneamiento del sistema bancario que haga fluir el crédito.

Hay un grupo de sabios trabajando en la reforma fiscal. ¿Van por el buen camino?

A mí me han dicho que van a bajar el IRPF. Si esa es su propuesta, ya vamos mal. España no tiene un problema de tipos, ya que estamos en la media de la Unión Europea. El problema es que este impuesto no recauda. Es un problema de las bases. Solo hay que ver que el tipo efectivo de las grandes empresas es del 3,5% (lo que pagan realmente en proporción a sus beneficios). El sistema tributario está diseñado con un tubo de escape por el que se va la recaudación.

¿Y la Autoridad Fiscal Independiente que ha creado el ministro de Hacienda? ¿Servirá para algo?

Pues ni es autoridad, ni es fiscal, ni es independiente. Si querían una entidad independiente, deberían haberla puesto bajo las órdenes del Congreso, como se hace en Estados Unidos. Cuando una entidad nace sin confianza, como esta, luego es muy difícil ganársela.

Desde el lanzamiento del libro también ha habido cambios en Europa, como la victoria de Angela Merkel. ¿Tampoco han desbaratado sus previsiones?

La verdad es que cuando escribí el libro no barajé una victoria tan clamorosa como la que ha tenido la canciller. Es una mala noticia para Europa. Después de cinco años está claro que Merkel no sabe resolver la crisis del euro pero sus ciudadanos han respaldado su incapacidad.

Da la sensación de que el mercado se ha inmunizado ante las malas noticias políticas, como el desgobierno de Italia o el cierre federal de Estados Unidos. ¿Es así?

El mercado reaccionó ante el cambio de actitud de Mario Draghi al frente del BCE con una política expansiva con la aprobación de Angela Merkel. Lo demás le importa menos. Además Merkel le ha dado su apoyo a Enrico Letta, con eso les basta. El inversor de deuda no quiere líos. En cualquier caso, los mercados ni son vigilantes ni predicen lo que va a pasar en economía. Eso es un mito.

Dígame cuál es el próximo paso imprescindible para demostrar que hay vida después de la crisis.

Hacer una reforma empresarial. España necesita empresarios, no emprendedores. Gente que sepa aprovechar el capital humano que hay y el alto nivel de educación.

¿Y eso cómo se hace?

Mejorando la meritocracia, dejando a un lado este capitalismo de amigos. Profesionalizando la empresa familiar. Hace falta visión estratégica. De España se ha ido mucha gente valiosa pero aún tenemos un ejército de reserva.

Nota: Por equivocación en la pregunta sobre reforma fiscal se recogía: “a mí me han dicho que van a subir el IRPF”, cuando debería poner “bajar”.

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