La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha decidido retomar las subidas de los tipos de interés tras el descanso de junio. El banco central norteamericano ha incrementado otros 0,25 puntos el 'precio' oficial del dinero, hasta el rango entre el 5,25 y el 5,5%, un máximo de los últimos 22 años.
La Fed ha reiniciado el ciclo de incrementos del 'precio' del dinero que empezó en marzo de 2022 en el 0%-0,25% para luchar contra la inflación y que es ya de 5,25 puntos. Su presidente, Jerome Powell, subraya la necesidad de moderar el ritmo de las subidas para evaluar mejor los efectos retrasados de la política monetaria y el impacto del endurecimiento del crédito.
Sin embargo, con el aumento de este miércoles enfatiza su preocupación por una inflación general que sigue por encima del objetivo del 2%, concretamente en el 3%, y una inflación subyacente (que excluye de su cálculo los precios de la energía) que está en el 4,8%, según los datos interanuales de junio.
El comunicado que ha publicado la Fed enfatiza que “la inflación sigue elevado” y que “los indicadores recientes sugieren que la actividad económica se ha estado expandiendo a un ritmo moderado”, mientras que “la creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo se ha mantenido baja”.
Colapsos bancarios
La Fed da continuidad a su lucha contra la inflación sin tregua, que como en el caso del Banco Central Europeo (BCE), consiste en ahogar la economía con el encarcimiento de la financiación para moderar las subidas de precios. Una estrategia que asume el riesgo de recesión económica y de aumento del paro. Y también la amenaza de dañar la estabilidad financiera, como se vio con los colapsos bancarios en Estados Unidos y en Suiza en primavera.
“El sistema bancario estadounidense es sólido y resistente”, se detiene justamente el comunicado de la Fed. “Es probable que las condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos sigue siendo incierto”, admite la institución monetaria.
El ciclo de aumentos del 'precio' del dinero ha sido el más agresivo en 40 años. Y las consecuencias más graves hasta ahora han sido la caída del Silicon Valley Bank, del First Republic Bank y del Signature Bank, que en total han exigido 20.000 millones de dólares, 13.000 millones y 2.500 millones, respectivamente, en rescates públicos para garanizar los depósitos.
Este jueves, se espera que el BCE anuncie otro incremento de 0,25 puntos de los tipos de interés oficiales en la eurozona, hasta el 4%. La institució europea empezó a subir los tipos más tarde que la Fed, en julio, y sufre actualmente una mayor inflación.
Riesgo de recesión
Los bancos centrales están luchando contra la inflación en dos frentes: con las subidas de los tipos de interés oficiales (su herramienta más visible por su impacto en el encarecimiento de las hipotecas y del resto de préstamos) y con la extinción de las compras de bonos de deuda pública (de los estados) y corporativa (de las empresas no financieras) en los mercados, que es otra forma de aumentar los costes de la financiación.
Además de deteriorar la capacidad de consumo y de ahorro de las familias y dificultar que los estados se endeuden para aumentar el gasto público, dañan el margen de las empresas para invertir, crecer y, por tanto, para crear empleo. Porque bajo el análisis de la política monetaria es más peligrosa una inflación durante mucho tiempo, que un periodo de caída de la actividad y de aumento del paro. Tanto la Fed como el BCE han admitido reiteradamente no tener otras herramientas menos dolorosas para contener los precios, pero las críticas a este planteamiento se multiplican.