Hay una serie de factores que cualitativamente explicarían estos precios. Hay quien habla de “tormenta perfecta”: una ola de frío que ha espoleado la demanda, escasez de lluvias y viento y menor aportación de dos tecnologías baratas, la hidráulica y la eólica; y las exportaciones a Francia, que tiene un 25% de su parque nuclear parado por problemas de seguridad, lo que eleva los precios en España. A ello se suma el encarecimiento de los combustibles fósiles: gas (por el alza del petróleo) y carbón.
En cualquier caso, pese a las bajas temperaturas de estos días, las puntas de demanda de electricidad están en torno a los 42.000 MW, por debajo de los 45.450 MW del récord registrado el 17 de diciembre de 2007. Tanto la electricidad como el gas natural están en los niveles de consumo más altos desde 2012 (en el caso del gas, la demanda ha crecido un 25% en un año). Pero no son cifras históricas y están lejos de los máximos previos a la última crisis económica.
¿Qué tiene que ver el gas con la luz?
Mucho. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, apuntó este jueves a los “extraordinariamente elevados” precios del gas natural como responsables del “carísimo” precio que está alcanzando la luz. Aquí se suman problemas de suministro desde Argelia (que también están afectando a Francia) que, unidos a que los almacenamientos de gas no se llenaron en su momento por decisión de las comercializadoras de esta materia prima, han propiciado que las empresas estén cortas de suministro.
Las compañías han tenido que recurrir al mercado spot (diario) de gas natural, mucho más caro que los habituales contratos a largo plazo. Y, como las centrales de ciclo combinado (las que queman gas natural) son las que están marcando los precios en el mercado eléctrico, la subida está servida. El siguiente gráfico muestra la espectacular subida de los precios del gas en la plataforma de negociación MIBGAS en los últimos meses: se han más que duplicado desde octubre. Esta plataforma representa sólo el 5% de los aprovisionamientos, pero es la única referencia disponible.
Como las plantas de ciclo combinado tienen una eficiencia de en torno al 50% (la mitad de lo que queman se convierte en energía), el precio final al que ofertan en el mercado eléctrico las centrales que han comprado ese gas es aproximadamente, el doble de lo que reflejan los precios de MIBGAS. Casualidad o no, el precio resultante se parece mucho al que ha registrado el mercado mayorista de electricidad en las últimas semanas.
¿Qué ha anunciado el Gobierno?
Mientras el pool eléctrico apuntaba a una nueva subida del 2,5% para este viernes hasta un nuevo máximo desde diciembre de 2013, Nadal convocaba una rueda de prensa en su ministerio para anunciar “una serie de medidas que buscan que el gas sea más barato para que podamos tener una electricidad más barata”.
Industria quiere obligar a los dos operadores dominantes (Endesa y Gas Natural) a vender parte de sus reservas de gas. Además, dijo Nadal, quiere dar “más liquidez” al mercado secundario del gas a través de la figura del “creador de mercado”. ¿Qué es eso? “Es como si en un bar pones a un camarero simulando ser cliente en una mesa junto a la ventana, para ver si entran clientes de verdad”, resume un experto del sector, que duda de su eficacia.
Esta figura, que Industria anuncia ahora como receta mágica ante esta situación excepcional, está prevista desde junio en la legislación española. Su coordinación corresponde a la empresa Mibgas, el operador del incipiente Mercado Organizado del Gas, que está presidida por el exdiputado del PP Antonio Erías (antiguo portavoz de Energía de este partido en el Congreso).
Industria matiza que quiere hacer “obligatoria” la figura del “creador de mercado” y esa sería la única novedad. Fuentes del sector creen que un creador de mercado no tiene demasiado sentido en un mercado como el del gas natural, con muy pocos agentes en España.
¿Va a seguir subiendo la luz?
A corto plazo, sí. Para este viernes, el precio mayorista de la electricidad se situará en una media de 88 euros por megavatio hora (MWh), un nuevo máximo desde diciembre de 2013. La subida respecto a los 85,79 euros de este jueves es del 2,7%, y del 11,6% en apenas dos días.
¿Qué pasará la próxima semana? Si no sopla el viento y lo lluvia, todo apunta a que los precios seguirán en los niveles actuales. A falta de medidas de calado en el mercado, habrá que encomendarse a “la suerte”, como decía hace unas semanas Nadal.
¿Cómo se forman los precios?
El mercado eléctrico es marginalista. La última central que permite casar oferta y demanda marca el precio que cobran todas. Y tecnologías ya amortizadas con un coste variable muy bajo (hidráulica y nuclear) logran pingües beneficios con ello.
Martín Gallego Málaga, que fue secretario general de Energía en el primer Gobierno del PSOE, directivo de Endesa (hasta 1997) y consejero de REE (2005-2010), recuerda que la hidráulica (cuyas concesiones datan del franquismo) utiliza como recurso un bien público, el agua de los ríos: “La teoría microeconómica dice que esto es simplísimo y buenísimo porque así los recursos se utilizan bien y no hay posibilidad de interferencias del regulador y del Estado. Es un sistema perfecto para sus defensores. Pero la realidad es que es muy, muy complejo. Tanto que los únicos que lo conocen bien son las eléctricas, que tienen tíos muy bien pagados y llevan muchos años sabiendo esto e influyendo para que cuando hay que hacer una pequeña modificación de no sé qué coeficiente, nadie se entera de qué efectos tiene, salvo ellas; que saben muy bien que ese tornillito que aprietas entra directamente en sus cuentas de resultados”.
Gallego recuerda que en el caso de la hidráulica y la nuclear no hay libertad de entrada porque sus emplazamientos son limitados y a nadie se le ocurriría construir ahora una central nuclear ni un gran aprovechamiento hidroeléctrico.
“Si no se dan esas condiciones de libertad de entrada en el mercado, no puedes decir que tienen que ser remuneradas a precios de mercado”, razona. Este sistema no está, sin embargo, en discusión, según el Gobierno, que cree que es el mejor de los posibles.
¿Cómo llega el incremento del pool a la factura?
Los precios del pool tienen un peso aproximado del 35% en lo que paga el cliente final. Desde abril de 2014, el precio de la energía que pagan los consumidores domésticos está referenciado a la cotización diaria del mercado mayorista, ese que ahora está desbocado. Los hogares con contador inteligente pagan el precio que marca cada ahora el pool y los que tienen un medidor antiguo, una media diaria.
El anterior sistema se basaba en unas subastas trimestrales conocidas como Cesur, que el Gobierno anuló en diciembre de 2013, en la anterior gran crisis de precios. En esas subastas, se fijaba el precio para los siguientes tres meses en una subasta a la que acudían eléctricas, bancos y fondos de inversión. Hubo 25 subastas de este tipo, con un sobrecoste para los consumidores de entre 1.000 y 4.000 millones de euros, según distintas estimaciones.
¿Qué hace el regulador ante todo esto?
Varios expertos del sector sospechan que algunas centrales de gas natural, esas que acaban fijando los precios del resto, parecen estar ofertando menos energía de lo normal pese a que cobran incentivos por estar, en teoría, disponibles. También se habla (el rumor es recurrente en estas situaciones) de operadores que desvían buques gaseros a otros destinos más atractivos que España.
“¿Están indisponibles esas centrales porque tienen una avería o porque no quieren ofertar? Yo no lo sé. De entrada, para comprobar eso habría que tener un control y un seguimiento que la CNMC [Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia] no hace y no tiene medios para hacer”, señala Martín Gallego.
La producción de las centrales de gas, aun con los problemas de disponibilidad de energía renovable, se está situando por debajo del 10%, pero, según REE, los 34.500 megavatios (MW) de carbón y ciclo combinado están disponibles.
De momento, la CNMC se limita a vigilar el mercado y no ha abierto expediente alguno a las eléctricas, aunque el ministro de Energía se ha propuesto “conseguir que aunque esté revuelto el río, que lo está, no haya ganancias de pescadores”, en alusión a posibles picarescas por parte de las empresas.
En opinión de Martín Gallego, “los órganos reguladores tienen muchos menos medios, sobre todo desde que se unificaron los órganos reguladores. La CNE era más especializada y tenía más medios. Y aun con todo, la comisión tiene más medios que el Ministerio, donde son manifiestamente insuficientes”.