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Los salarios congelados seis años por la crisis

Los salarios cayeron en España una media del 0,7% entre los años 2008 y 2014. El Instituto Nacional de Estadística (INE) estrenó hoy una nueva forma de rastrear los salarios con el Índice de Precios del Trabajo que mide la variación del coste salarial que pagan los empleadores por el conjunto de empleos existentes, pero sin estar afectado por los cambios en la cantidad y la calidad de los puestos de trabajo.

¿Qué quiere decir que se descuenta el efecto composición? Hasta ahora, la Encuesta de Estructura Salarial era la encargada de medir la evolución de los sueldos. Pero esta encuesta incorporaba también otros movimientos que afectaban a los salarios, como subidas de salario por antigüedad, indemnizaciones por despido, reducciones en el número de hora trabajadas (o ampliaciones), paso de ser temporal a indefinido. Este nuevo indicador se genera como el IPC y toma una cesta de puestos de trabajo en los que no tiene en cuenta este tipo de influencias. El resultado: se mide lo que ha variado el salario por hora de trabajo en un tipo determinado de puesto de trabajo, sin tener en cuenta el impacto de otros factores.

El indicador es un índice de precios en sí mismo. Si lo comparamos con el IPC encontramos que en el mismo periodo de tiempo los precios de los bienes y servicios de los consumidores subieron un 10%, frente a esta caída del 0,7%. De ahí se puede derivar que ha habido una pérdida de poder adquisitivo en los sueldos.

Aunque la estadística arranca hoy, el INE ha echado atrás hasta el comienzo de la crisis para observar cómo afectaron estos años a los salarios que se pagaban. No todos los años trataron igual a los salarios. En 2008 y 2009, pese a estar ya bien entrada la crisis, los salarios crecieron un 1,5% y un 0,5% respectivamente. Fue en 2011 y 2012 donde se acumuló y registró la caída más intensa de los salarios, llegando en 2012 a caer un 1,6%. En 2013 aún se prolongó ligeramente la caída con un descenso del 0,3% y fue por fin en 2014, cuando arrancó también la creación de empleo, cuando los precios por hora trabajada comenzaron a recuperarse.

Hasta ahora, la Encuesta de Estructura Salarial no reflejaba esta caída. Es más, en los peores años de la crisis aún daba un ligero aumento al alza. Pero este nuevo instrumento estadístico no deja lugar a dudas sobre la foto fija que ha supuesto la crisis en términos de salarios.

Otra cosa es la calidad y la cantidad de empleo, que es lo que ha sufrido con más virulencia en la crisis. Trabaja mucha menos gente, se han reducido las jornadas laborales y se trabajan menos horas, y la composición del empleo es más precaria. Pero estos elementos no son absorbidos por el indicador.

Hachazo a los funcionarios

Las principales diferencias se registran por sectores, por tipo de ocupación y por edad. Las Administraciones Públicas han sido las que se han visto más golpeadas por la caída de los salarios, con una reducción media del 7,1%, seguido de las actividades sanitarias, cuyos salarios han caído un 5,3%. Siguiendo la explicación metodológica, un funcionario hoy cobra un 7% menos que en 2008, independientemente de los efectos que ha causado en la masa salarial las jubilaciones, o la antigüedad.

En el lado contrario, las mayores subidas fueron para la hostelería (14,8%) y las  Industrias Extractivas (5,2%). Cabe recordar que estas subidas son relativas, y en ocasiones los salarios más bajos son los que tienen más margen de subida. En este sentido, las ocupaciones elementales subieron un 3,7% su salario en el mismo periodo, mientras que los sueldos de los directivos cayeron un 7%.

Además la franja de edad que ha visto cómo se reducía más sus salarios está entre los 35 y los 44 años, con una caída del 1,7%. Esto es: una persona de 40 años cobra por hora trabajada menos que hace seis años. Han sido los menores de 25 años los que han logrado recuperar los precios de su hora trabajada, que han subido un 8,1% en este periodo.