El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reafirmado hoy su postura de que, si llega al Gobierno, derogará la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP, pero lo relativo a la indemnización del despido no se suprimirá de inmediato y quedará a expensas del diálogo entre sindicatos y empresarios.
Sánchez ha reiterado su postura después de reunirse en un hotel de Madrid con los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
Sánchez tendrá que retocar su programa electoral para satisfacer las quejas de los barones que le piden más rotundidad en este punto. El articulado del programa relativo a la reforma laboral ha recibido un total de 14 enmiendas. Todas ellas piden mayor claridad frente a la norma laboral de Rajoy. La dirección del PSOE va a intentar calmar a los críticos impulsando una nueva redacción transaccionada con las propuestas recibidas.
En una entrevista concedida a eldiario.es el pasado 16 de octubre, Sánchez advertía de que volver a 45 días de indemnización por despido es, en esta coyuntura económica, un imposible.
“La posición del PSOE es clara y nítida: vamos a derogar la reforma laboral con un decreto ley y vamos a abrir un proceso de diálogo con los sindicatos y empresarios para hacer un Estatuto de los Trabajadores que sea una carta de derechos laborales perdidos estos cuatro años”, ha dicho Sánchez en una rueda de prensa al término de la reunión.
La hoja de ruta fijada por Sánchez es derogar la reforma laboral en dos fases.
En la primera, vía decreto, se revocaría todo lo concerniente a los contratos que generan precariedad y a los salarios y se potenciaría la negociación colectiva, y para más adelante, se dejaría la cuestión de la indemnización por despido.
Algunas federaciones socialistas, entre ellas, la andaluza, han mostrado sus discrepancias con la medida referida al despido y defienden que la reforma laboral se derogue al completo y de inmediato.
En su comparecencia, Sánchez ha explicado que la propuesta que el PSOE llevará en su programa será “recuperar la causalidad de los despidos y la razonabilidad y la proporcionalidad de los expedientes de regulación de empleo y fortalecer la tutela judicial efectiva que quebró el PP”.
Derogar la reforma laboral de Rajoy forma parte de la hoja de ruta del PSOE, antes incluso de la llegada de Sánchez a la secretaria general. El objetivo programático se aprobó en la última Conferencia Política celebrada por los socialistas y en cuya organización el propio Sánchez tuvo un papel decisivo.