No corren tiempos boyantes para los bancos españoles. Castigados en los últimos días en Bolsa, termina la temporada de presentación de resultados con un dato negativo: cae el 11% su beneficio. Entre enero y junio los seis principales grupos (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter) cerraron con un resultado de 7.633 millones de euros, casi 1.000 millones menos que hace un año.
La principal razón para este retroceso es la que han marcado Banco Santander y CaixaBank. Son las entidades que más caen y lo hacen por el coste de los dos ERE que han hecho y que dejan 5.200 despedidos y un coste que supera los 1.500 millones de euros, según han informado ambos grupos en sus respectivas presentaciones de resultados.
La entidad catalana es la que más retrocede, con una caída del 52% en su beneficio del primer semestre. La que preside Ana Botín retrocede un 14%, al sumar no solo la reestructuración de plantilla y sucursales en España sino también en Reino Unido.
En el lado opuesto se sitúa Banco Sabadell que, una vez eliminadas las provisiones que tenía que afrontar para su filial británica TSB, ha quintuplicado su beneficio en los seis primeros meses del año. También Bankinter ha mejorado su beneficio en el primer semestre del año gracias a la integración de EVO, un 18%.
La última entidad en presentar sus resultados ha sido BBVA, este mismo miércoles. El grupo ha sido además protagonista en los últimos días por su imputación en el caso de los trabajos encargados al excomisario Villarejo. Además, ayer supimos que destituía a su responsable de control interno justo después de confirmarse que era investigada por el juez. Afronta esta crisis judicial con un retroceso del 3,7% en sus cuentas.
En total, cuatro de las seis principales entidades del país han visto cómo en la primera mitad del año su beneficio ha retrocedido. Es el caso también de la nacionalizada Bankia, que ha recortado en un 22% sus resultados. Ha achacado esta caída a la ausencia de operaciones por venta de carteras respecto al mismo periodo del año pasado.
Pero los bancos tienen sobre la mesa otro problema en la evolución del negocio más allá de la caída del beneficio por circunstancias que pueden ser coyunturales. Los ingresos no avanzan. El margen bruto, que suma los intereses, las comisiones y otros negocios de los bancos, se situó en 46.000 millones, ligeramente por debajo del nivel del año pasado. El retraso en la subida de los tipos de interés lastra la rentabilidad de los bancos. CaixaBank, Sabadell y Bankia son las entidades que se anotan retrocesos en la cifra de negocios.