El sector financiero y su papel en las inversiones en combustibles fósiles, señalado por las organizaciones sociales. El Acuerdo Climático de París establece que los flujos financieros deben ser “consistentes con un camino hacia un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y resiliente al clima”. Y aunque este asunto está siendo abordado por primera vez por la comunidad internacional en la COP26, la agenda y las propuestas sobre flujos financieros han sido diseñadas por el sector financiero privado, según revela el Corporate Europe Observatory (CEO) y el Transnational Institute (TNI) en un análisis publicado este martes, el tercer día de la COP26.
La investigación de las dos entidades muestra que “la propuesta sobre finanzas privadas de la COP26 no está pensada para que los gobiernos se embarquen en un ambicioso proceso de reforma para evitar que las firmas financieras realicen inversiones en combustibles fósiles”.
Más bien al contrario, la propuesta de 31 páginas, elaborada para la COP26 por Mark Carney, asesor especial del primer ministro británico, Boris Johnson, y del secretario general de la ONU, António Guterres, se basa en ideas desarrolladas por los principales actores de los mercados financieros, muchas de las cuales están en el epicentro de la actual crisis climática a través de inversiones masivas en combustibles fósiles.
La autorregulación está en el corazón de las propuestas, que han sido desarrolladas por grandes actores como JP Morgan Chase, BlackRock, BNP Paribas y otras firmas financieras responsables de grandes huellas de carbono.
Además, muchas de estas empresas también estarán implicadas en la aplicación de lo decidido en la COP26: el único requisito para que las firmas financieras formen parte del grupo que comandará el seguimiento de la COP26 es asumir el compromiso de la neutralidad de carbono dentro de tres décadas (emisiones cero en 2050).
Éstos son algunos de los actores principales señalados en el trabajo del Corporate Europe Observatory y Transnational Institute:
Alianza Net Zero Banking. La mayor de las alianzas net zero forjadas antes de la COP26, para asegurar la participación de las firmas financieras. Incluye a los mayores infractores del informe Banca en el caos climático elaborado por los grupos ambientalistas Rainforest Action Network, BankTrack, Indigenous Environmental Network, Oil Change International, Reclaim Finance y Sierra Club. Los miembros destacados son JP Morgan Chase, Citi Group, Bank of America, Wells Fargo, RBC, The Mitsubishi UFJ Financial Group, Barclays, Australia y New Zealand Banking Group, BNP Paribas.
Grupo de Trabajo para Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima. Es un grupo dominado por firmas financieras que ha desarrollado estándares para transmitir información relacionada con el clima sobre las actividades de las empresas. “Con la COP26, crecerá en estatus y formará la columna vertebral de un esfuerzo de gestión privada para abordar el cambio climático”, afirma el informe: “Algunos de los miembros principales son JP Morgan Chase, BlackRock, Citigroup, BNP Paribas, Industrial and Commercial Bank of China, BHP”.
La Asociación de Inversiones. El trabajo de esta asociación es proporcionar “métricas comprensibles para el consumidor” para expresar cómo las inversiones se alinean con los “valores sobre el cambio climático” después de la COP26. La AI representa a los administradores de inversiones en el Reino Unido. Incluyen 14 de los 20 principales inversores en carbón en todo el mundo.
The Glasgow Financial Alliance. Esta alianza para Net Zero se convertirá en el
piedra angular del seguimiento de la COP26. Se trata de proporcionar “una base para la colaboración y el liderazgo futuros en cero en el sector financiero”. Los miembros del grupo de coordinación central, el denominado “Grupo de directores ejecutivos”, incluyen representantes de Citigroup, Bank of America, BlackRock, HSBC.
Kenneth Haar, investigador del Corporate Europe Observatory, explica: “Lo que vemos que sucede aquí es básicamente una privatización de partes cruciales de la política climática internacional. Aunque una empresa financiera continúe invirtiendo masivamente en combustibles fósiles, lo que será el caso sin una regulación estricta, aún puede se incluida en la agenda de la ONU sobre finanzas privadas y cambio climático. Lamentablemente, parece que la COP26 se convertirá en el mayor evento de lavado de cara verde financiera de la historia”.
Por su parte, Brid Brennan, investigador del Transnational Institute (TNI), ha afirmado: “La COP 26 se ha convertido en una mina para el sector financiero corporativo y los contaminadores, desaprovechando una oportunidad histórica para lograr una reducción seria de las emisiones de CO2 y la desinversión en combustibles fósiles. Si bien la ciudadanía mundial insta a los gobiernos a tomar medidas al borde del desastre del cambio climático, los sectores financieros corporativos han seguido una estrategia de privatización del sistema de la ONU y ahora están en posición de hacer descarrilar cualquier desinversión sustancial de los combustibles fósiles mientras aplican un gran lavado de cara verde corporativo”.