El sector textil se moviliza para exigir un salario mínimo de 14.000 euros anuales

Continúa el conflicto en la industria del textil al no alcanzar un acuerdo con la patronal en relación al salario mínimo de los trabajadores del sector de la moda. CCOO ha convocado una serie de manifestaciones en Madrid, Barcelona, Valencia y Santiago para reivindicar el establecimiento de 14.000 euros brutos anuales de salario mínimo y un incremento salarial del 2% para cada año de vigencia del convenio. “Actualmente no llegamos a los 1.000 euros al mes, el textil puede pagarlo”, sostiene Carmen Expósito, responsable de este sector en CCOO Industria.

El sindicato se opuso a la firma del convenio sectorial –que UGT suscribió el pasado septiembre con la patronal– por considerar “insuficiente” el incremento de salario que recoge el texto, el cual establece una subida de un 2% para 2018 y 2019 y de un 1,8% para 2020.

Además, el acuerdo entre la patronal y UGT fija un incremento del salario mínimo Intertextil de un 3% para cada uno de los años de vigencia, “lo que se traduce en 877 euros de salario bruto al mes”, destaca la responsable. Aspecto que tendrá que ser modificado por no coincidir con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) establecido por el Gobierno para 2019 situado en 900 euros.

Los representantes de los empleados del textil, liderados por CCOO, no descartan continuar las movilizaciones si no les garantizan un salario mínimo de 14.000 euros anuales. Por el momento, el próximo 5 de febrero se celebra el juicio con motivo de la demanda interpuesta por CCOO por impugnación de convenio “para modificar este apartado con el que no estamos de acuerdo”, explica Carmen Expósito. “Este sector no solamente es glamour en las pasarelas, las trabajadoras que cosen y planchan no llegamos a los 1.000 euros de salario mínimo al mes”, añade.

Además de los 14.000 euros anuales de salario mínimo y del incremento salarial del 2%, el sindicato también exige mejoras de horario para el grupo de empleados textiles que trabajan fines de semana y días festivos, ya que son los “más perjudicados” en materia de conciliación familiar. “Hay un alto porcentaje de mujeres y queremos llegar a un acuerdo en relación a la reducción de jornada”, indica Expósito.

El principal irritante de las empresas del sector textil que han secundado la huelga es el salario. “Cobro 900 euros desde que entré a trabajar en la empresa hace 10 años”, señala una empleada de Think Textil, empresa logística de este sector. “Un 30% de la plantilla de la Fábrica Española de Confecciones (FECSA) no llega a los 14.000 euros anuales”, cuenta un responsable del almacén de la compañía y añade que los más perjudicados son las nuevas contrataciones.