Las grandes fortunas españolas parecen no tener interés por la renta fija soberana española. Si bien es cierto que las rentabilidades negativas que ofrecen los plazos cortos (como las Letras del Tesoro) no ofrecen atractivo para los inversores, el mercado secundario de bonos puede dar oportunidades que solo unas pocas Sicav se atreven a aprovechar. En concreto, solo cuatro de estas sociedades cuentan con títulos de deuda pública (bien gubernamental como regional) en sus carteras. Todas ellas están ligadas a dos únicas familias: los March y los Del Pino.
Torrenova de inversiones (vinculada a la familia March) cuenta con títulos de deuda pública por un valor de mercado de 247,5 millones de euros (en total tiene casi 1.234 millones de euros). Tiene en total cinco bonos de la Comunidad de Madrid: cuatro con vencimientos superiores a un año y otro con vencimiento inferior a doce meses, concretamente en junio de 2016, que suman en total 27,97 millones de euros. Con estas posiciones, la sicav gana un 0,9% en un solo trimestre. Su cartera también cuenta con deuda de la Junta de Castilla y León, de la Junta de Andalucía, de la Comunidad Autónoma de Aragón y de la Xunta de Galicia. Durante el tercer trimestre, se desprendió de bonos de Catalunya y de bonos del estado español por 197,13 millones de euros. Cartera Bellver, otra Sicav vinculada a la familia March entre las 10 mayores del país con casi 500 millones de patrimonio, cuenta con tres bonos de distintos plazos de la Comunidad de Madrid, así como otro de la Xunta de Galicia y de la Junta de Andalucía. Asimismo, cuenta con cinco títulos de deuda gubernamental española por un valor de mercado de 15,75 millones de euros.
Respecto a los vehículos de inversión de la familia Del Pino (fundadores de Ferrovial), Allocation (con un patrimonio de 324 millones de euros) posee un bono del Estado Español, con vencimiento en julio de 2019 y con un valor de mercado de 10,36 millones de euros. La segunda mayor Sicav de la familia, Chart Inversiones (273 millones de euros), solamente presenta una posición en renta fija pública: una emisión de bonos del FADE (Fondo de Amortización de Deuda Eléctrica), que vence el próximo día 17 de diciembre, y que tiene un valor de mercado de 3,52 millones de euros.
Morinvest, la Sicav de Alicia Koplowitz que tiene casi 500 millones de euros de inversión, no cuenta con deuda nacional emitida en euros, pero sí en otras dividas extranjeras. Es el caso de un bono emitido en 2006 por la Junta de Castilla La Mancha en dólares canadienses con vencimiento el 28 de noviembre de 2016 y que la sicav adquirió durante el tercer trimestre de este año en el mercado secundario. Según datos de Quotenet.com, el bono ofrece una rentabilidad del 3,39% a los precios actuales de mercado.
Otras inversiones menores
Soandres (la Sicav de Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega), Elitia Invest (el vehículo de inversión ligado a la familia Gallardo Ballart, funddora de Almirall), Cartera Mobiliaria (vinculado a la familia Botín) y Herprisa (controlada por Alberto Palatchi, presidente de Pronovias, y Susana Gallardo Torrededia, vicepresidenta Pronovias y consejera en Abertis) son reacios a tomar posiciones en la renta fija de nuestro país pese a los enormes patrimonios que atesoran en sus carteras.
Soixa, vinculada a Antonio Hernández Callejas, presidente de Ebro Foods, tampoco tiene en su cartera títulos de deuda pública española, pero sí otro instrumento de ahorro típicamente conservador: tiene un depósito en Novo Banco por 10,006 millones de euros que le ha dado unas rentas en el tercer trimestre de 6.000 euros.
Otras grandes fortunas también confían en la renta fija española. Es el caso de la Sicav Brunara, de Felipa Jové (hija de Manuel Jové, fundador de la inmobiliaria Fadesa), que posee en su cartera dos bonos gubernamentales españoles de distintos plazos por un valor de mercado de 8,9 millones de euros.