En España hay 321.000 viviendas turísticas, lo que supone que el 1,3% del parque total. Dicho de otra forma, una de cada cien viviendas en nuestro país está disponible en Airbnb, Booking o VRBO, las tres principales plataformas de alquiler vacacional y cuyos datos ha rastreado y publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística. El número de plazas asciende a 1,6 millones y la media es de 5,1 plazas por vivienda.
En algunos municipios, el porcentaje es muy superior. En Búger, un pequeño pueblo del interior de Mallorca, hay 210 viviendas turísticas, lo que supone un 30% de su parque total. Es la localidad con mayor proporción del país, seguida de Sales de Llierca (Girona) y Adahuesca (Huesca). Los tres son municipios muy pequeños y en los que casi tres de cada diez casas están destinadas al alquiler turístico.
Si se analizan los municipios con más de 1.000 viviendas turísticas, la foto empieza a cuadrar. La Oliva (Fuerteventura), Pollença (Mallorca) y Begur (Girona) presentan porcentajes superiores al 20%. Les siguen Alcúdia (Mallorca) con un 16,9%, Tarifa (Cádiz) con un 14%, Yaiza (isla de Lanzarote) con un 15%, Conil de la Frontera (Cádiz) con un 13,8%, Adeje (Tenerife) con un 13,6%, Nerja (Málaga) con un 13% y Teguise (isla de Lanzarote) con un 12,2%. El INE destaca que hay hasta 21 municipios españoles con más de un 10% de vivienda dedicada al alquiler vacacional.
Las zonas con mayor colonización son las costeras y tradicionalmente dedicadas al turismo. Alicante, Málaga y las Islas Baleares son las provincias con más viviendas turísticas de España. El 77% de los Airbnb de España está en la costa, frente al 23% del interior. Madrid y Barcelona están casi a la par en viviendas: Barcelona tiene 17.280 y Madrid, 16.894. En Madrid, los distritos con más viviendas turísticas son Centro, Salamanca y Chamberí; en Barcelona, Eixample, Ciutat Vella y Sants. Hay secciones censales con porcentajes de vivienda turística cercanos al 30%: la zona de la Puerta del Sol en Madrid (28%) y la de Plaza Catalunya en Barcelona (41%).
Los datos se han obtenido mediante web scraping, una técnica que consiste en sacar datos masivos de una web. El INE ha tenido que recurrir a este método ante la imposibilidad de obtener los datos precisos por parte de cada comunidad. El organismo obtuvo el permiso de las plataformas para rastrear sus webs, si bien espera que en el futuro colaboren con otras fórmulas.