La subida de tipos del BCE ahoga ya a un 20% de los hipotecados sin que la banca acuerde ayudas

Daniel Yebra

27 de octubre de 2022 22:59 h

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La subida de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) ahoga ya a un 20% de los hipotecados en nuestro país. La institución ha aumentado 2 puntos porcentuales (200 puntos básicos, del 0% al 2%) el 'precio' del dinero de referencia desde julio para “enfriar” la economía y luchar contra la inflación. Una de las consecuencias de esta agresividad es que para las familias más vulnerables la carga del endeudamiento superará la línea roja del tercio de los ingresos totales, según un cálculo del Banco de España.

Sobrepasar este límite implica riesgo de impagos. Y es una amenaza que se suma al daño que sufren los hogares por las subidas de precios, y que se extiende a toda la economía. El principal dique de contención es la fortaleza del mercado laboral, aunque también se resiente. Por eso, el Gobierno intenta promover un acuerdo para que amortigüe el impacto de la subida de los tipos de interés en las hipotecas. Pero la banca se resiste, y muchos trabajadores tienen ya problemas con el esfuerzo que supone pagar la vivienda. Sobre todo, porque apenas están subiendo los salarios.

Raquel y Kike, por ejemplo, firmaron una hipoteca a tipo de interés variable en 2018 con el Euríbor en negativo para comprar una vivienda en Barcelona. Hoy este índice, respecto al que se calcula el coste total de la mensualidad de la mayoría de los préstamos nuevos y de los que se actualizan, se encamina al 3%. En su caso, en la próxima revisión se les elevaría tanto la cuota que están pensando en vender la casa y marcharse a una zona rural.

Ellos pueden plantearse esta alternativa por la flexibilidad de sus trabajos. Pero Jorge y José, que firmaron su hipoteca a tipo de interés variable a principios de año, justo antes de que Rusia decidiera invadir Ucrania, no tienen esa oportunidad. Compraron su vivienda en Madrid como huida de un mercado del alquiler asfixiante y ahora temen la primera revisión de la cuota mensual del préstamo.

“¿Hasta dónde va a subir los tipos de interés el BCE? ¿Por qué aumenta más el Euríbor que los tipos oficiales?”, se preguntan. Desde hace semanas intentan cambiar la hipoteca a tipo variable a una a tipo fijo, “aunque sea caro”, para evitar la incertidumbre de los próximos meses. Pero no lo consiguen. Las cuotas subirán de media para un hipoteca tipo de 150.000 euros a 25 años cerca de 250 euros al mes, según distintos comparadores del mercado de la vivienda.

Efectivamente, la aceleración del Euríbor viene recogiendo y refleja la expectativa de más subidas de tipos. Y, junto a las comisiones y otros costes, está aumentando el margen de intermediación de los bancos. Es decir, las entidades financieras están ganando más, mucho más. “Estamos viendo anuncios de grandes cifras de beneficio por parte de empresas energéticas y de bancos”, reconoció la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, este mismo jueves.

Mientras, los salarios reales sufren la mayor caída en 40 años. La inflación hunde las remuneraciones de los trabajadores al no acordarse subidas en el sector privado. Sí que se han negociado aumentos de sueldos entre funcionarios y Gobierno, que también ha garantizado la actualización de las pensiones según el IPC y se ha prometido otra subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

“Esto confirma que el Ejecutivo está haciendo lo correcto al proponer un impuesto temporal que grave los beneficios extraordinarios en un momento en el que es imprescindible que todos arrimemos el hombro”, recalcó Calviño. Respecto a lo que no hay avances es sobre un acuerdo con las entidades financieras para diseñar ayudas a los afectados por las subidas de las hipotecas.

Calviño asegura que siguen valorando las distintas propuestas, entre las que se incide en la protección para los hipotecados más vulnerables frente a la subida de los tipos de interés. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tacha de “absolutamente insuficiente” el enfoque que aborda el sector para un posible acuerdo y se decanta por la congelación temporal de las préstamos para viviendas.

“Les aseguro que una familia de dos miembros con dos hijos y que ganen en torno a 30.000 euros, no digo la media salarial en España de 21.000, esto se convierte en un problema real. Por tanto, no va solo de abrazar las vulnerabilidades, va de clases medias”, argumentó este miércoles.

Por su parte, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, quiso rebajar la preocupación sobre el problema para los clientes hipotecados. En su opinión, se debe buscar “un mecanismo de ayuda para cada caso”.

La banca defiende en general que el 75% de las nuevas hipotecas que se han constituido en los últimos meses son a tipo fijo, lo que disminuye el riesgo de un aumento acusado de los impagos. Esta tendencia es reciente. El saldo total de préstamos para viviendas es de un 70% a tipo variable.

De hecho, esta misma semana el Banco de España publicó la última encuesta trimestral sobre préstamos bancarios donde mostró que la demanda de hipotecas en España cayó en septiembre a mínimos del gran confinamiento de 2020 por la pandemia.

El sondeo también refleja que las condiciones de los préstamos para adquirir una vivienda se han endurecido notablemente en los últimos tres meses. Y lo ha hecho mucho más en España que en el conjunto de la eurozona. Una diferencia que significa que la banca está siendo incluso más agresiva en nuestro país al trasladar las subidas de tipos oficiales.

La misma encuesta del Banco de España muestra que se han deteriorado muy rápido, en apenas semanas, y muy preocupantemente los criterios de concesión de las hipotecas. Y que seguirán empeorando. “El ritmo de contracción de la oferta [de hipotecas] habría sido el más elevado registrado en un trimestre desde 2008”, lamenta el Banco de España.

“Cada vez es más caro y difícil conseguir préstamos para empresas y familias”, reconoció este jueves Christine Lagarde, presidenta del BCE. La institución asume el riesgo de provocar de una recesión más larga y profunda, que implique destrucción de empleo. Y confirma que su prioridad es bajar la inflación. A toda costa.

Amenaza de recesión

“El BCE es consciente del daño a hogares y empresas, así como a la confianza… pero lo opuesto es inflación, que no es mejor”, reflexiona Jesús Sáez, experto de Natixis. “La inflación está muy por encima del objetivo (2%) y se prevé así por un largo período, y el BCE espera seguir subiendo tipos. Dicho esto, sobre futuros aumentos, se irá decidiendo reunión a reunión”, continúa.

“No hay una justificación creíble para la subida de este jueves, cuando los indicadores económicos indican claramente que está en marcha una recesión”, advierte Stanislas Jourdan, director ejecutivo de Positive Money Europe. “Elevar los tipos en este contexto contraerá aún más el consumo, y retrasará las inversiones verdes. También deteriorará el mercado laboral cuando está en su mejor momento”, añade.

“El BCE está repitiendo la misma decisión incluso cuando la realidad macroeconómica está empeorando. La subida de tipos de nos acerca un paso más a una recesión”, concluye este activista financiero.