San Juan, 25 nov (EFE).- El presidente de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, anunció este lunes que cada ciudadano del país recibirá una parte de las regalías del sector energético, por un valor de 750 dólares y con un interés del 7 % anual.
“Hoy puedo anunciar la creación de un instrumento financiero que ofrece al pueblo de Surinam una parte de las futuras regalías petroleras. De esta manera, nuestro pueblo se convierte en propietario de facto de los activos naturales de Surinam”, dijo Santokhi en un comunicado.
Bajo el nombre de 'Regalías para todos' (RVI, por sus siglas en inglés), este instrumento financiero llega poco después de que el grupo francés TotalEnergies anunciara una millonaria inversión para desarrollar un proyecto petrolero ubicado en el Bloque 58, en aguas de Surinam, donde hay importantes reservas de crudo.
Santokhi explicó que los ciudadanos recibirán un pagaré de ahorro por el valor de 750 dólares y que el pago de la regalías se realizará “en el futuro”, una vez se haya vendido dicho petróleo del Bloque 58.
“El RVI está cotizado en dólares estadounidenses, por lo que su valor es estable, el pago se realizará en dólares surinameses. Para las personas mayores de 60 años y las personas con discapacidad, se están desarrollando opciones para recibirlas antes de 2028”, añadió.
En octubre pasado, TotalEnergies anunció una inversión total de 10.500 millones de dólares en el proyecto GranMorgu en el Bloque 58, en el que será el operador y donde está asociado a la compañía estadounidense APA Corporation.
Los pozos en el proyecto, que fue objeto de una campaña de prospección finalizada en 2023, se encuentran a 150 kilómetros de las costas de Surinam y el comienzo de su explotación se prevé para 2028.
Para su entrada en producción, se utilizará una unidad flotante con capacidad para tratar 220.000 barriles diarios, teniendo en cuenta que se ha estimado que sus reservas totales superan los 750 millones de barriles.
La Constitución de Surinam estipula que “los recursos naturales son propiedad de la nación y se utilizarán para promover el desarrollo económico, social y cultural”.
En este sentido, Santokhi afirmó que el RVI es “una forma de recompensa por varios años de esfuerzos necesarios durante la estabilización macroeconómica y financiera”.
La Administración de Santokhi heredó, cuando llegó al poder en 2020, una carga de deuda pública insostenible, que alcanzó el 148 % del producto interno bruto (PIB), frente al 41 % en 2015.
Para reducir la deuda, el Gobierno se embarcó en una ambiciosa agenda de reformas, que implicaron recortes sociales, e implementó un programa respaldado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).