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Tecnológicas niponas adoptan el teletrabajo ante la alerta sanitaria por COVID-19

EFE

Tokio —

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Las tecnológicas japonesas Canon, Hitachi y Olympus anunciaron este martes su decisión de adoptar o extender el teletrabajo entre sus empleados en Tokio y áreas cercanas ante la inminente declaración del estado de alerta sanitaria por COVID-19.

Canon cerrará hasta el próximo 17 de abril su sede en Tokio y otras cuatro oficinas de investigación y desarrollo en la prefectura de Kanagawa, dos de las siete provincias niponas a las que afectará el estado de emergencia que está previsto que el Gobierno declare en las próximas horas.

Unos 6.000 empleados trabajan habitualmente en la sede de Canon. Un número reducido y no especificado trabajarán telemáticamente durante el período para mantener las operaciones corporativas básicas, según detalles recogidos por la agencia de noticias Jiji.

Hitachi anunció, por su parte, que implementará el teletrabajo para unos 50.000 de sus trabajadores en Tokio y permitirá lo mismo a empleados de otras áreas si las autoridades locales lo solicitan.

El grupo Olympus informó de que extenderá hasta el 1 de mayo el período de trabajo a distancia para unos 8.000 empleados de Tokio, y que tiene previsto ampliar la medida para incluir a trabajadores en la isla de Hokkaido y las ciudades de Osaka, Kioto, Saitama, Chiba, Kanagawa, Aichi, Nara y Fukuoka, otras zonas afectadas por el virus.

Japón se prepara para declarar el estado de emergencia sanitaria para contener la epidemia nacional de coronavirus, cuyos casos se han duplicado en el archipiélago en la última semana, especialmente en Tokio, donde se concentran en torno a una cuarta parte.

La declaración, que estará en vigor al menos hasta la primera semana de mayo, no permite imponer un confinamiento obligatorio de la población (sería inconstitucional y la legislación nipona no cuenta con medidas punitivas como multas o detención en caso de no cumplirse) ni obligar al cese de actividades de empresas privadas.

Las autoridades sí podrían airear el nombre de la empresa en cuestión o de sus responsables, avergonzándolos públicamente con el objetivo de forzarlos a obedecer sus peticiones.

El Gobierno de Tokio lleva semanas instando a las empresas a fomentar el teletrabajo, una petición que se espera que se intensifique con la entrada en vigor del estado de emergencia.