Telefónica pagará finalmente 1.080 millones de euros por las próximas tres temporadas de Champions League, propiedad de la productora catalana Mediapro. La compañía se ha hecho en una semana con todos los derechos televisivos del fútbol hasta 2022, tras adjudicarse también los de La Liga por casi 3.000 millones de euros.
De este modo, la compañía española ha movilizado esta semana algo más de 4.000 millones de euros para poder aglutinar bajo su paraguas toda la oferta de fútbol televisado. La compañía ha especificado en un comunicado que prevé compensarlo “con ahorros derivados de los programas de eficiencia de la compañía, así como la generación de ingresos adicionales”.
Finalmente, Telefónica será el dueño de los derechos audiovisuales de todo el fútbol que se televise en España. El grupo, que llegó a tildar de “irracionales” los precios de estas competiciones, reconoce que el coste neto del conjunto de la inversión es un 5% superior a lo abonado en las anteriores subastas. “Está muy por debajo de los incrementos superiores al 50% registrados en los principales países europeos”, ha apuntado en el comunicado.
Telefónica se asegura que, a partir de la próxima temporada, los canales de fútbol de pago lleven su marca, y no la de Mediapro. Además, esta nueva adjudicación lleva consigo un cambio respecto a los años anteriores ya que, por primera vez, no habrá partidos de la Champions League en abierto. Hasta la fecha, Atresmedia tenía estos derechos. Mediapro se reserva la emisión de un partido en abierto de la Europa Legue, el segundo torneo continental.
Al igual que pasara con los ingresos por La Liga, Telefónica cuenta con revender los contenidos a sus competidores Orange y Vodafone. La compañía está obligada por Competencia a ofrecer en el mercado mayorista parte de sus productos premium, desde que adquiriera Digital +. Además, compartirá con Mediapro los ingresos publicitarios.
La empresa que preside José María Álvarez Pallete asegura que el hecho de contar con este control le permitirá “mejorar la experiencia y satisfacción” del usuario, así como lograr nuevas oportunidades de monetización.
Por su lado, Mediapro ha declarado que mantendrá Bein Connect y que se queda con los derechos para la retransmisión de los partidos en bares y restaurantes. La compañía será de este modo la encargada de la plataforma a la que se conecten los establecimientos de hostelería tanto en la Champions League como con La Liga, tal y como se evidenció en la subasta del campeonato nacional de este lunes.
Cuando el pasado año la UEFA subastó los derechos de la Champions League, se cifró en torno a los 1.100 millones la oferta presentada por Mediapro, que resultó vencedor frente a las telecos y otras empresas audiovisuales, por las tres próximas temporadas de la competición.
Los altos precios abonados por la productora catalana levantaron suspicacias entre las empresas de telecomunicaciones. El fútbol es uno de los principales activos de la televisión de pago, a su vez una vía de incremento de ingresos para las operadoras. Sin embargo, las tres grandes pusieron en duda la rentabilidad del producto con estas cifras. De hecho, Vodafone decidió no presentarse a la subasta que se celebró en abril.