Ya es oficial. Telefónica da un fuerte avance a su negocio en Brasil a costa del negocio móvil del grupo Oi. El administrador judicial ha reconocido a la oferta de la 'teleco' española, junto con Telecom Italia (TIM) y Claro, para hacerse con los activos del negocio de móviles del grupo brasileño. La oferta total alcanza los 16.500 millones de reales (2.684 millones de euros), según ha informado Telefónica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
En concreto, la compañía que preside José María Álvarez Pallete participa en un 33% en la operación, lo que supone una inversión de 894 millones de euros. La filial brasileña de Telefónica confía en sufragar la operación con fondos propios. La adquisición permite a Telefónica hacerse con 10,4 millones de clientes de móvil en Brasil, así como la propiedad del espectro radioeléctrico de Oi y 2.700 puntos de conexión de telefonía en el país sudamericano.
La adquisición será efectiva, según ha informado la compañía a la CNMV, ya en 2021, una vez se superen las condiciones habituales en este tipo de operaciones, así como se obtenga la correspondiente autorización regulatoria. La oferta realizada por Telefónica y sus socios ya había sido avalada como “licitador preferente” durante el pasado verano y ahora llega la confirmación de la adjudicación.
En la presentación de la oferta, Telefónica reafirmó su interés por la adquisición del negocio móvil del grupo Oi y por “contribuir al continuo desarrollo de la telefonía móvil” en Brasil. Además, indicó que la oferta favorece y está en línea con la normativa que tiene como objetivo construir y consolidar en el país “un servicio de telefonía móvil ”fuerte y eficiente“.
Telefónica da, de este modo, un importante avance en Brasil, uno de los cuatro mercados clave para la compañía, junto con España, Reino Unido y Alemania. El país sudamericano es el segundo mercado por ingresos en el balance de Telefónica, sin tener en cuenta a Hispanoamérica, una filial que se encuentra en venta. A cierre del tercer trimestre, Telefónica Brasil tenía 76 millones de clientes móviles en Brasil, a los que sumará ahora otros 10 millones procedentes de Oi, una vez concluya la operación.
Oi, la cuarta operadora de telefonía móvil de Brasil, anunció el pasado mes de junio que, en el marco de su proceso de reestructuración, iba a llevar a cabo la segregación de sus activos, pasivos y derechos de recuperación de las entidades asociadas en cuatro Unidades de Producción Aisladas (UPI, por sus siglas en inglés).
En el caso de la unidad de activos móviles, Oi detalló su intención de vender el 100% de la compañía mediante un proceso de subasta, que estaba previsto para este cuarto trimestre de 2020, tal y como ha sucedido finalmente, con un precio mínimo de 15.000 millones de reales (unos 2.540 millones de euros), que deberá ser abonado en efectivo.
Highline do Brasil presentó inicialmente la mejor oferta económica por los activos móviles, superando así la realizada por Telefónica, TIM y Claro, que llevó a la compañía a firmar un acuerdo de exclusividad con Oi. Sin embargo, las negociaciones entre ambas partes no llegaron a buen puerto y Oi inició conversaciones con el consorcio que sí desembocaron en su designación con primer licitador.
Al mismo tiempo que Telefónica avanza en Brasil, se dan pasos también hacia la posible desinversión en Hispanoamérica. La empresa de telecomunicaciones Liberty Latin America está barajando presentar una oferta para hacerse con las filiales de Telefónica en Colombia y Ecuador, según informó 'Bloomberg' este lunes, que asegura que ambas compañías ya han mantenido reuniones iniciales para estudiar la operación. De acordarse la venta, sería la segunda adquisición que Liberty realiza de activos de Telefónica en lo que va de año. En julio, la empresa se hizo con la filial de la 'teleco' española en Costa Rica por 500 millones de dólares (411,5 millones de euros).
Liberty se encuentra en mitad de un proceso de expansión a través de adquisiciones. Además de la citada operación en Costa Rica, a principios de noviembre cerró la compra del negocio de telefonía fija y móvil en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses por 1.950 millones de dólares (1.604,8 millones de euros). La adquisición del negocio colombiano también tendría que tener en cuenta al Gobierno del país caribeño, ya que cuenta con una participación superior al 32% en la sociedad.