Los trabajadores negocian sin tregua para intentar evitar que la dirección de la planta de Opel de Figueruelas, en Aragón, se lleve la fabricación del Corsa y las inversiones vinculadas a nuevos modelos. Este miércoles, el grupo PSA-Opel anunció esta decisión después de que los sindicatos suspendieran las negociaciones del nuevo convenio colectivo. Tras la intermediación del Gobierno de Aragón, ambas partes han retomado la negociación este viernes. De no llegar a un acuerdo hoy, las conversaciones se pueden alargar durante el fin de semana y el lunes, límite que ha fijado la dirección de la empresa para alcanzar un acuerdo, según los sindicatos.
Ayer, unos 3.000 trabajadores se concentraron en la planta de Opel de Figueruelas para protestar contra la decisión de la multinacional. La pausa de 18 minutos para tomar el bocadillo congregó en torno al 80-90% de la plantilla que trabaja en el turno de mañana y en el central en una acción en la que pudieron escucharse abucheos y consignas como “sí se puede” y “dignidad”, según recogió la agencia EFE.
La presidenta del Comité de Empresa, Sara Martín, de UGT, afirmó que con la “amenaza” de la empresa se ponía en juego unos “2.000 empleos”, pero esperaba poder llegar a un acuerdo con la dirección, como ha ocurrido en ocasiones previas. “No van a sacarnos de nuestras casillas. La plantilla está preocupada y muy enfadada”, añadió.
“La plantilla no se merece lo que puede ocurrir”
“La plantilla ha hecho muchos sacrificios, se ha portado muy bien y ha cumplido todos los objetivo prácticamente”, afirmó el delegado sindical de CCOO Pedro Navarro. “No se merece lo que lo que puede ocurrir”. Como muestra de apoyo a los trabajadores de Figueruelas, los sindicatos de PSA Peugeot Citroën aseguraron que no valoran “que el Corsa venga para Vigo”: “No vamos a quitarles el pan de la boca para seguir engordando nosotros”.
Este viernes, los representantes de los trabajadores y los de la dirección se encuentran reunidos en la negociación del convenio colectivo, aunque los sindicatos también defienden la pervivencia de los proyectos que la compañía quiere llevarse y que debilitaría en gran medida la fábrica. Las reuniones han comenzado pasadas las 12 de esta mañana y, tras un receso para comer, han vuelto a sentarse en búsqueda de un acuerdo.
Las partes han regresado a la mesa de negación después de que este jueves el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, pidiera un “esfuerzo adicional” para llegar a un acuerdo. La consejera de Economía, Marta Gastón, manifestó la “preocupación” del Ejecutivo por la “envergadura” de la situación, ante la que ha decidido actuar como intermediario para acercar posturas.
La empresa exige “competitividad”
Fuentes de la empresa PSA-Opel afirman que la empresa está dispuesta a hablar de las cinco peticiones de los sindicatos, siempre que se llegue a “un acuerdo de competitividad”. Esa competitividad, insisten, es nesaria para “recibir cualquier inversión”.
La presidenta del comité de empresa recordaba ayer los “cinco puntos muy importantes para empezar a hablar”: los contratos para los nacidos en 1957, contratación o vuelta para los 170 trabajadores “que se han ido o se irán en los próximos meses al desempleo”, el plan de rejuvenecimiento para 1.577 empleados, la inclusión de los niveles 6 y 7 (mandos intermedios) en el convenio y el Plan Industrial. Un Plan Industrial que para Sara Martín es el punto más importante y que debe garantizar “los tres turnos a las dos líneas y la capacidad completa que esta factoría es capaz de hacer”.
La secretaria de Industria de CCOO Aragón y miembro del comité en Figueruelas, Ana Sánchez, afirmó que para el sindicato también es muy importante mantener los tiempos de descanso.
Las partes tienen margen de acción hasta este lunes 29 cuando la empresa ha fijado el límite máximo para hablar, según el comité de empresa. Desde Opel, en cambio, no confirman a este medio que hayan fijado un ultimátum. Ayer, el director general de Opel España y de la planta zaragozana, Antonio Cobo, tampoco aclaró si de llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo, la dirección de la compañía cambiaría su decisión de retirar la fabricación del nuevo Corsa y paralizar las inversiones.