Los 57.000 trabajadores de Correos representados por CCOO, UGT, Sindicato Libre y CSIF han convocado paros parciales y manifestaciones en distintos puntos de la geografía española. Reivindican “la recuperación de salario, empleo y derechos”, según informa el Sindicato Libre en un comunicado. La convocatoria comenzó el pasado 6 de noviembre y tendrá lugar una movilización al día hasta el 16 de noviembre.
Los paros tienen lugar durante las tres últimas horas del turnos de noche y de mañana y las tres primeras del turno de tarde. Este martes los trabajadores de la empresa pública se manifiestan en Valencia, Bilbao, Melilla y Pamplona y el miércoles 14 de noviembre habrá movilizaciones en Madrid, Ceuta, Murcia, Logroño, Palma de Mallorca, Oviedo y Santander.
La portavoz de CCOO explica a eldiario.es que en los últimos 8 años se han perdido 15.000 empleos y que de manera progresiva “el empleo fijo de calidad se ha ido convirtiendo en empleo precario”. Hace referencia a un 35% de tasa de eventualidad y un 22% de contratos a tiempos parcial. Correos cuenta con unos 57.000 trabajadores en sus filas.
CCOO, UGT, CSIF y Sindicato Libre han amenazado con la convocatoria de tres huelgas para el 30 de noviembre, 21 y 26 de diciembre si el Gobierno no responde con políticas públicas a sus reivindicaciones.
CCOO, por su parte, advierte al Gobierno y a la dirección de la compañía pública en un comunicado que la desactivación del conflicto “depende de que los compromisos se traduzcan en acuerdos”. Hacen referencia un incremento salarial de 2018 a 2020 y un Plan de Estabilización de Empleo de 13.000 trabajos fijos.
Los representantes sindicales también recuerdan que en 2017 Correos sufrió un recorte de 123 millones de euros y que este año ha ascendido a 60. Como consecuencia, “los ciudadanos están recibiendo un servicio postal público deteriorado”, señala CCOO.
Esta nueva ola de movilizaciones se produce tras los paros convocados en junio y julio –tras la investidura del Gobierno de Pedro Sánchez– en los que protestaban por el proceso de “desmantelamiento” y la “precariedad” que registra la empresa postal pública, según denuncian los sindicatos.