Tirón de orejas del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea por las flaquezas del control sobre las operaciones de blanqueo de capitales y financiación al terrorismo que se realizan a través de la banca europea. En un informe publicado este lunes, el organismo señala los errores a todos los niveles, desde la regulación comunitaria al control de cada estado miembro, así como en la supervisión de los organismos que vigilan por el buen funcionamiento del sector. “Los esfuerzos de la UE en la lucha contra el blanqueo de capitales en el sector bancario son fragmentarios y su aplicación, insuficiente”, señala el propio título de conclusiones del Tribunal de Cuentas.
En concreto, se analizan todos los niveles implicados en el control de este tipo de operaciones sobre las que, advierte, hay un conocimiento únicamente parcial y solo se conoce su envergadura mediante estimaciones. En concreto, se calcula que en torno al 1,3% del PIB europeo se mueve en este tipo de operaciones y se tiene conocimiento de que el 75% de estas operaciones conocidas que se realizaron en el continente fueron en bancos situados en más de la mitad de los países de la UE. Sin embargo, lamenta, los supervisores únicamente han incoado un expediente desde que tienen autoridad para ello, hace más de una década. “Dado el elevado grado de integración transfronteriza en el sector bancario de la UE, las deficiencias en el actual diseño y aplicación del marco de lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo de la Unión representan riesgos para la integridad del mercado financiero y la confianza pública”, señala el informe.
El Tribunal de Cuentas reconoce que se han realizado importantes esfuerzos por parte de la Comisión por ir adaptando los ordenamientos a las necesidades. Sin embargo, son muchos los problemas que se ha encontrado para una efectiva aplicación de estas normativas, desde la lenta aplicación en los distintos Estados miembro a la compleja supervisión, al no contar con un supervisor único europeo y depender fundamentalmente de lo que realicen las autoridades nacionales de control del blanqueo de capitales.
“Globalmente, constatamos que la actuación de la UE en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo presenta insuficiencias”, defiende el extenso informe presentado este lunes. “Existe una fragmentación institucional y una coordinación deficiente en la UE en cuanto a las iniciativas para prevenir el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo y a la adopción de medidas una vez detectado un riesgo”, añade el organismo. Esta fragmentación lleva al hecho, advierte el Tribunal, de que no exista ni siquiera una única legislación sobre la prevención del uso de los bancos para el blanqueo de capitales, debido a los retrasos en la aplicación de las normas europeas.
El Tribunal de Cuentas urge a la Comisión a que antes de final de este año aplique una serie de mejoras a sus sistemas, entre los que se encuentra priorizar en mayor medida a los sectores económicos en función del riesgo de blanqueo de capitales. En este sentido, pide que se cree una nueva lista de terceros países de la UE que pueden ser susceptibles de originar operaciones de este tipo. Además, apunta, “debería garantizar el efecto constante e inmediato de la legislación de lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo”, para evitar los efectos que tienen los retrasos de las directivas en algunos países.
Por otro lado, el organismo señala las debilidades que tiene el actual sistema sobre el control que ejerce la EBA, el supervisor bancario europeo. A ello se suma que, según detalla el informe, no se utilizaron “eficazmente” las herramientas de control que tiene a su alcance. Entre otras cuestiones, el Tribunal de Cuentas ha constatado de casos en los que las propias presiones nacionales en el seno de los órganos de gobierno de la autoridad complicaron las investigaciones que había abierto a petición de la Comisión Europea. Entre otras razones, esto ha provocado “retrasos indebidos” de la EBA en su respuesta sobre estos expedientes. “Globalmente, el proceso de investigación de supuestas infracciones del Derecho de la Unión carece de eficacia”, subraya.
Así, en las recomendaciones a este organismo, el Tribunal urge a que garantice que las decisiones sobre la conveniencia o no de investigar se adopten inmediatamente al recibir las peticiones de investigación de supuestas infracciones del Derecho de la Unión y establezca normas para impedir que otros miembros de la Junta de Supervisores traten de influir en los miembros del grupo de expertos durante sus deliberaciones.
También hay críticas hacia el papel del Banco Central Europeo. Al igual que la EBA tiene capacidad de supervisar el sistema bancario en todo lo referido a la estabilidad del mismo. “. El BCE no posee responsabilidades ni competencias para investigar cómo utilizan los supervisores 53 nacionales la información que remite”, subraya el informe. El informe solicita al organismo que preside Christine Lagarde a que establezca una política interna “más eficiente” para coordinar la información con los supervisores nacionales, que son los que tienen la capacidad última al respecto. Además, solicita que en su metodología de supervisión integre los riesgos de blanqueo y financiación al terrorismo. Ambas cuestiones deberían estar preparadas para la próxima primavera.