El turismo se hunde en marzo y deja el peor dato de empleo en el sector desde el año 2000
El turismo español se desplomó en marzo, con una caída del 61,1% de las pernoctaciones respecto al mismo mes del año anterior. La crisis sanitaria está provocando cambios sin precedentes en sectores enteros y el turismo, del que la economía española es especialmente dependiente, es uno de los más afectados. Y de los que, según cabe esperar, más tardarán en recuperarse.
Los datos de la encuesta de coyuntura turística hotelera, publicados hoy por el INE, reflejan esta caída a través de varios indicadores. En marzo del año pasado hubo en España 7,5 millones de viajeros, tanto nacionales como extranjeros. En marzo de este año, y pese a que el estado de alarma no se decretó hasta el día 14, fueron 2,6 millones, un 65% menos.
Por comunidades, La Rioja (-70%), Baleares (-68%), la Comunidad Valenciana (-66%) y Catalunya (-66%) fueron las que sufrieron un impacto mayor.
La ocupación, que en marzo de 2019 estaba en el 53%, cayó hasta el 32%. Eso significa que los hoteles solo vendieron una de cada tres plazas disponibles. Su actividad quedó suspendida por completo el 26 de marzo (aunque muchos cerraron la semana anterior) y no han abierto en abril, así que los datos del mes que viene serán aún más bajos.
La consecuencia directa es la caída del empleo en el sector. En marzo hubo 123.711 personas trabajando en establecimientos hoteleros, el peor dato desde el año 2000. El mismo mes del año pasado eran casi 180.000 los empleados. Los hoteles se han acogido a ERTEs, principalmente por fuerza mayor. Como cuentan con que los turistas no llamarán a su puerta según termine el confinamiento, piden al Gobierno que flexibilice las condiciones de esta medida y no obligue a finalizar los expedientes justo el día que acabe el estado de alarma.
La rentabilidad cae un 41%
La encuesta de coyuntura hotelera también tiene como objetivo medir los precios y la rentabilidad que le sacan los establecimientos a sus habitaciones. Este último indicador es uno de los más adecuados para analizar la salud económica del sector: no es lo mismo tener un hotel lleno con habitaciones vendidas a precio de coste que tenerlo al 30%, pero con habitaciones vendidas a un precio suficiente que lo haga rentable.
La tarifa media diaria de los hoteles españoles fue de 78 euros, un 4,2% menos que en marzo del año anterior. Pero la rentabilidad (los ingresos por habitación disponible) se hundió un 41%. Hace un año, los hoteles ganaban una media de 50 euros por cada habitación que vendían. En marzo de este año, sus ganancias han descendido a 30 euros por habitación. El batacazo ha sido mayor en la Comunidad de Madrid, con una caída del 60%, y en la Comunidad Valenciana, con caída del 51%.
En este contexto, son los hoteles de mayor categoría los que más han visto reducida su rentabilidad: los de cuatro (-45%) y cinco estrellas (-50%).
La pregunta es qué categorías serán más capaces de capear el temporal cuando salgamos, en un contexto de caída de la demanda (vendrán menos turistas) y aumento de los costes (habrá que acondicionar los establecimientos, reducir los aforos, extremar las medidas de limpieza y seguridad...). Algunas voces del sector pronostican que viajar será para quien tenga dinero y que las categorías más altas serán las primeras en recuperarse.
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