El turismo español empieza a ver algo de luz después de tres meses en negativo. En las dos últimas semanas, el porcentaje de cancelaciones ha bajado por fin del 100%, lo que significa que por primera vez desde principios de marzo hay más noches reservadas que anuladas. “Entramos en números positivos”, señala Pablo Sánchez, responsable de 'business intelligence' de Mirai, un software que usan más de mil hoteles en España. “Estamos aún lejos de los niveles de reserva de estas fechas, pero es un gran cambio”.
La compañía lleva toda la pandemia publicando datos sobre la evolución del sector, procedentes de la venta directa de habitaciones que hacen los hoteles (no tienen en cuenta reservas hechas a través de Booking u otros canales). Explica que, en condiciones normales, el porcentaje de cancelación es del 20%. Durante el confinamiento ha llegado a alcanzar el 631%. Los datos miden las pernoctaciones reservadas o canceladas en una semana concreta para cualquier fecha en el futuro. Pese a la tendencia positiva, el porcentaje de cancelación actual sigue siendo alto: un 54%.
Los apartamentos turísticos no evolucionan mucho mejor, aunque también han entrado en números positivos. En la semana del 26 de mayo, el porcentaje de cancelación era del 80%, muy por encima de Grecia (55%), Francia (47%), Portugal (47%) e Italia (37%), según datos de Transparent.
Las reservas de la última semana en hoteles son principalmente para el mes de julio. “Algo menos para agosto. El otoño, más tranquilo. Y sorprende también la actividad para 2021, con bastantes más reservas realizadas que en lo que queda de 2020”, indican desde Mirai.
España abrirá sus fronteras a turistas internacionales el próximo 1 de julio. Hasta entonces, todo el que venga de fuera debe permanecer sin salir del domicilio catorce días –aunque, como publicó este periódico, esto solo se controla con un compromiso por escrito y un seguimiento aleatorio de los casos–. Los vaivenes con la fecha de apertura y la obligatoriedad de la cuarentena han marcado la actualidad de las últimas semanas. Primero, las asociaciones de hoteleros y el 'lobby' turístico Exceltur mostraron su desacuerdo ante esta cuarentena obligatoria. Más tarde, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se enredó y anunció una apertura de fronteras terrestres con Francia y Portugal el 22 de junio. Solo dos horas después el Ministerio rectificó: hasta el 1 de julio, nada.
Pese a los esfuerzos del Ministerio para vender a España como un destino seguro –este mismo lunes, Turespaña lanzó un nuevo vídeo en sus principales mercados emisores– el grueso de las reservas estos días las hacen turistas nacionales.
“Lidera claramente España. Luego Francia y Alemania. Reino Unido aún está en negativo”, dicen desde Mirai. Sus datos coinciden con los del 'call-center' para hoteles Ring2Travel. “Llama fundamentalmente cliente nacional. En marzo y abril todas las llamadas eran para cancelar. Pero el día que habló Pedro Sánchez y animó a la gente a reservar, el 26 de mayo, empezó a cambiar la cosa”, cuenta Julián Alcolea, su responsable. “De turista internacional no recibimos casi ninguna llamada. No ha aparecido. Hay hoteles cuyo cliente principal es Reino Unido y los pobres están como están”.
La distinta evolución del turismo nacional e internacional impacta en los destinos. Los que más viven del visitante extranjero, como Benidorm y Mallorca, aún tienen más cancelaciones que reservas. Andalucía, por el contrario, es la que mejores cifras presenta para julio (49% de cancelación). Por las fechas, el turismo urbano (Madrid y Barcelona) está “adormecido”, según Sánchez.
“El turismo internacional está parado. No saben si hay vuelos, los americanos no saben si pueden entrar en Europa, si tienen que pasar cuarentena...”, concluye el responsable de negocio de Mirai. “En Benidorm hay dos nacionalidades: españoles, que funcionan más o menos bien, y británicos, que están fatal. Probablemente por su situación con el coronavirus. El turismo británico está desaparecido aún. Y los alemanes parece que tienen ganas, pero al ser muy previsores yo diría que ya tienen las vacaciones reservadas en otro sitio. Ahí la excepción es Canarias: ya tiene reservas para otoño y para 2021, porque los turistas están asegurando su semana de invierno. No quieren quedarse sin sol”.