Tras horas de negociación a tres bandas, el Consejo Europeo y la Eurocámara han alcanzado un acuerdo con la Comisión Europea para reducir en un 11,7% el consumo de energía para 2030 con respecto a las previsiones que se hicieron en 2020. El endurecimiento en el descenso del consumo es una de las patas del paquete 'Objetivo 55' con el que la UE pretende reducir un 55% las emisiones en 2030. En términos absolutos, el objetivo de reducción de consumo será de 763 millones de toneladas de petróleo.
La directiva de eficiencia energética, que ahora tendrá que recibir el aval definitivo de los estados miembro y del Parlamento Europeo, establecerá un descenso paulatino del consumo de energía: los 27 tendrán que reducir un 1,3% en 2025 hasta llegar a un 1,9% antes de que comience la próxima década. El objetivo hasta ahora estaba en un 0,8%. Para ello, los estados miembro tendrán que actualizar sus planes nacionales de energía y clima en 2023 y 2024. No obstante, lo que será legalmente vinculante será el descenso global del 11,7%, pero la bajada de los países es indicativa y podrá haber una desviación del 2,5%, según informa el Consejo en un comunicado.
Aunque en los objetivos de reducción del consumo de energía quedan fuera los transportes públicos y las fuerzas armadas, la directiva presta especial atención al sector público, al que impone una reducción inmediata del 1,9%. También incluye la obligatoriedad de que al menos el 3% de los edificios públicos se reconviertan cada año en edificios de consumo de energía casi nulo o de emisiones cero. La UE emplaza a los 27 a que el suministro de calefacción y refrigeración en los municipios de más de 45.000 habitantes esté completamente descarbonizado en 2050. En el caso de las empresas con un gran consumo energético, el acuerdo se limita a “alentar” a los países a ser más eficientes.
“Estoy muy contento de que hayamos logrado empujar a los estados miembros hacia unos objetivos de eficiencia energética más ambiciosos”, señala el ponente Niels Fuglsang (de los socialistas y demócratas) dado que el objetivo de los 27 era una reducción del 9%, es decir, dos puntos inferior a lo que finalmente se ha acordado. “Por primera vez en la historia, tenemos un objetivo de consumo de energía que los estados miembros están obligados a cumplir”, agrega en un comunicado.
La Comisión Europea introdujo la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética en el paquete 'Objetivo 55', que persigue el objetivo de llegar a la neutralidad climática en 2050. El primer hito será una reducción del 55% de las emisiones en 2030 en comparación con los niveles de 1990. La actual Directiva de Eficiencia Energética, en vigor desde diciembre de 2018, establece el objetivo de reducir el consumo de energía tanto primaria como final en un 32,5% para 2030 a nivel de la UE, en comparación con las previsiones de consumo de energía para 2030 realizadas en 2007.
En paralelo, la UE acordó el pasado verano una reducción del 15% en el consumo de gas por la crisis energética que se desató por la guerra en Ucrania. La Comisión anunció este jueves que planteará extender esa medida un año más.
Otra de las iniciativas que estaba más avanzada era la prohibición de vender coches de gasolina y diésel a partir de 2035, pero Alemania está la está bloqueando. Las negociaciones están en marcha y el canciller, Olaf Scholz, aseguró el pasado domingo tras reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que el problema tiene solución, pero tiene la presión de los liberales de su país. Lo que señalan fuentes diplomáticas es que no se puede reabrir a estas alturas el acuerdo alcanzado y que ya fue votado en la Eurocámara.