La UE mantiene los aranceles sobre los coches eléctricos chinos aunque se compromete con Pekín a buscar una solución

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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“Voluntad política” e “intensificar los esfuerzos” para llegar a un acuerdo que pueda enterrar el hacha de guerra entre la UE y China por los vehículos eléctricos. Esos han sido los compromisos alcanzados por el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, en una reunión en Bruselas en la que han abordado los aranceles que, por ahora de forma provisional, ha impuesto la UE para hacer frente a la distorsión en el mercado comunitario que están provocando los subsidios de Pekín a la fabricación de vehículos eléctricos en ese país.

“El Vicepresidente Ejecutivo Dombrovskis reafirmó que la investigación sobre los vehículos eléctricos procedentes de China se basa estrictamente en hechos y pruebas y cumple plenamente las normas de la Organización Mundial de Comercio y la legislación de la UE. Subrayó que el mercado de la UE seguirá abierto a las importaciones de vehículos eléctricos chinos, ya que el objetivo de la UE es compensar únicamente las subvenciones identificadas, permitiendo así una competencia leal en el mercado interior y unas condiciones equitativas”, señala la Comisión Europea tras la reunión.

Los aranceles siguen, por tanto, adelante. No obstante, la intención de Bruselas siempre ha sido intentar llegar a un punto de entendimiento con Pekín. Pero en la negociación la oferta que hizo el gigante asiático fue inasumible para el gobierno comunitario ya que se limitaban únicamente a los precios mínimos para los vehículos manufacturados en ese país. No obstante, el comunicado apunta a que ambas partes han acordado “examinar de nuevo los compromisos de precios”.

“Ambas partes reafirmaron su voluntad política de proseguir e intensificar los esfuerzos para encontrar una solución mutuamente aceptable, que deberá ser eficaz para abordar el problema, aplicable, controlable y compatible con la OMC”, apunta la Comisión Europea. El compromiso es volcar todos los “esfuerzos” a nivel técnico para encontrar una solución.

No obstante, Bruselas deja claro que el proceso sigue adelante y los plazos están legalmente fijados: antes del 30 de octubre los gobiernos de los 27 tienen que tomar una decisión definitiva sobre las tasas, que oscilan entre el 9% y el 36,3% adicional al 10% que ya estaba vigente.

En plena negociación, Pedro Sánchez pidió a Bruselas que “reconsidere” los aranceles abriendo un agujero en la posición negociadora de la Comisión Europea. En Bruselas las palabras del presidente español, que se alineó con Alemania, no sentaron bien. Pero Sánchez estaba de viaje oficial en Pekín y España tiene importantes intereses económicos con China.

Además, España es uno de los países que más se perjuicios sufrirá de la respuesta de China a los aranceles de los vehículos eléctricos dado que ha anunciado una represalia a la importación de carne de porcino -una de las principales exportaciones de España-, además de al brandy y a los productos lácteos. El vicepresidente Dombrovskis ha expresado la “honda preocupación de la UE” por esa respuesta en su reunión con Wang Wentao. “Subrayó que estas investigaciones son injustificadas, se basan en alegaciones cuestionables y carecen de pruebas suficientes. Por ello, el EVP pidió que se pusiera fin a estas investigaciones e informó a la parte china de que la UE hará todo lo posible por defender los intereses de sus industrias, advierte Bruselas.