Los acuerdos de la Unión Europea con México y con Mercosur pueden cerrarse en cuestión de semanas, según consideran expertos y eurodiputados reunidos hoy en Madrid en un seminario organizado por la Fundación Euroamérica y la oficina del Parlamento Europeo (PE) en la capital española.
Se trata de dos importantes convenios de carácter político y comercial entre regiones que, como la UE y América Latina, tienen ya un entendimiento estratégico “muy importante pero falto de concreción”, tal y como señaló en su intervención de clausura el eurodiputado Ramón Jáuregui, presidente de la Delegación del PE en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana.
Los políticos y empresarios que han intervenido durante el foro de hoy han dado por hecho que el acuerdo bilateral de la UE con México no tardará. Unos dicen que “a primeros de marzo” y otros que “es casi inminente”, pero todos dan por seguro que estará listo antes de que acabe el mes de marzo.
Las fuentes consultadas por EFE creen que algo más tiempo puede tomar el pacto ente la Unión Europea y Mercosur, el grupo de países formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, un bloque comercial que supone, al fin y al cabo, un mercado de unos 275 millones de consumidores.
En el caso UE-México, el acuerdo, vigente desde hace 17 años pero necesitado de revisión, los eurodiputados españoles José Ignacio Salafranca (PP, conservador) e Inmaculada Rodríguez Piñero (PSOE, socialista) coinciden con el subsecretario de Relaciones Exteriores de México, Carlos de Icaza, en que la negociación ha superado el 95 por ciento y que el resto son cuestiones de orden técnico.
El alto funcionario mexicano comentó a los periodistas que para su país es muy importante rematar esta negociación con la UE habida cuenta de que México ha firmado ya hasta dieciséis acuerdos con países europeos --miembros todos del club comunitario-- dedicados a la promoción y la protección recíproca de inversiones.
Por lo que se refiere a UE-Mercosur, los intervinientes en este foro dejaron claro que la presión por concluir las negociaciones con éxito es evidente, no tanto por la propia inercia del proceso cuanto por la importancia política y comercial del mismo y por el hecho cierto de que, como avisó la presidenta de la Fundación Euroamérica, Benita Ferrero-Waldner, “la UE todavía es el principal inversor en América Latina, pero no sabemos por cuánto tiempo porque China nos está pisando los talones”.
El eurodiputado Salafranca, quien destacó que “cada mil millones de euros que se exportan generan 18.000 puestos de trabajo”, sostiene que la negociación con Mercosur tiene aún dos problemas.
El primero, por parte de la UE, se centra en la discusión sobre los productos agrícolas, sobre todo la carne, los lácteos y el azúcar.
El segundo problema, que pelea el bloque suramericano, se refiere a lo que en jerga comunitaria denominan las “reglas de origen” en el sector del automóvil y que afecta principalmente a las partes de los vehículos que exporta la UE que están producidas por países terceros.
Un experto consultado por EFE que prefirió no identificarse manifestó que el acuerdo entre la UE y Mercosur está muy condicionado por las elecciones presidenciales en Brasil, que se celebran el próximo mes de octubre.
Según esta interpretación, si no hay trato antes de la campaña, el proceso se aplazaría “sine die”. Pero esta posibilidad parece muy remota.
En la misma línea que los ponentes europeos citados, el representante de Brasil en el seminario, David Augusto Oliveira Pinto, consejero comercial de la embajada de su país en España, dijo en su intervención: “Hay coincidencia entre los cuatro socios (de Mercosur) en que debemos imprimir más ritmo a estas negociaciones... No podemos seguir negociando indefinidamente”.
Jáuregui se mostró optimista porque, según alertó, “sería muy grave que se frustrara” el pacto entre la Unión y los cuatro países de Suramérica.
“Exijo a la UE --declaró a EFE-- que acabe las negociaciones pendientes con Mercosur, México y Chile para que el Parlamento Europeo pueda ratificarlas antes de abril de 2019”, cuando acaba la legislatura.
Pero el proceso puede ir más rápido si se cumplen las predicciones de los ponentes españoles.
Para el eurodiputado Salafranca, el pacto con Mercosur “se está tocando casi con la punta de la mano en la ronda de negociación que se está celebrando estos días en Asunción”, la capital de Paraguay.
Y la socialista Rodríguez Piñero también fue tajante: “Apuesto por un buen acuerdo UE-Mercosur porque el coste de no tenerlo es muy alto para ambas partes”.
Por Fernando Pajares