La UE pone fin a la obsolescencia programada de móviles y ordenadores en su proyecto de economía circular

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Los equipos eléctricos y electrónicos siguen siendo uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en la UE, con tasas de crecimiento anual actuales del 2%. Se calcula que menos del 40% de los residuos electrónicos se reciclan en la UE.

El valor se pierde cuando se descartan productos total o parcialmente funcionales porque no son reparables, la batería no se puede reemplazar, el software ya no es compatible o los materiales incorporados en los dispositivos no se recuperan. Aproximadamente dos de cada tres europeos desearían seguir utilizando sus dispositivos digitales actuales más tiempo, siempre que el rendimiento no sea significativamente afectado.

Para abordar estos desafíos, la Comisión Europea quiere promover una vida útil más larga de los productos e incluirá, entre otras, las siguientes acciones: medidas reglamentarias para la electrónica y las TIC, incluidos teléfonos móviles, tabletas y computadoras portátiles en virtud de la Directiva de diseño ecológico, de modo que los dispositivos estén diseñados para la eficiencia y durabilidad energética, reparabilidad, capacidad de actualización, mantenimiento, reutilización y reciclaje.

Las impresoras y consumibles, como los cartuchos, también estarán incluidos a menos que el sector alcance un ambicioso acuerdo voluntario dentro de los próximos seis meses.

Esta iniciativa contra la obsolescencia programada es parte del nuevo plan de acción de Economía Circular presentado este miércoles por la Comisión Europea, dentro del Pacto Verde Europeo.

“El nuevo plan de acción tiene como objetivo hacer que nuestra economía sea apta para un futuro verde, fortalecer nuestra competitividad al tiempo que protege el medio ambiente y otorga nuevos derechos a los consumidores”, afirma el Ejecutivo comunitario.

El nuevo plan se centra “en el diseño y la producción de una economía circular, con el objetivo de garantizar que los recursos utilizados se mantengan en la economía de la UE durante el mayor tiempo posible”.

Hacer productos sostenibles como norma. La Comisión “propondrá legislación sobre política de productos sostenibles para garantizar que los productos comercializados en el mercado de la UE estén diseñados para durar más tiempo, sean más fáciles de reutilizar, reparar y reciclar e incorporar la mayor cantidad posible de material reciclado en lugar de materia prima primaria. Se restringirá el uso único, se abordará la obsolescencia prematura y se prohibirá la destrucción de bienes duraderos no vendidos”.

Consumidores. “Los consumidores tendrán acceso a información confiable sobre temas como la reparabilidad y durabilidad de los productos para ayudarlos a tomar decisiones ambientalmente sostenibles. Los consumidores se beneficiarán de un verdadero derecho a reparar”, afirma Bruselas.

La Comisión emprenderá acciones concretas sobre electrónica y TIC –una iniciativa de electrónica circular“ para prolongar la vida útil de los productos y mejorar la recolección y el tratamiento de los desechos–; baterías y vehículos –nuevo marco regulatorio para baterías para mejorar la sostenibilidad y aumentar el potencial circular de las baterías–; embalaje –nuevos requisitos obligatorios sobre lo que está permitido en la UE–; plásticos –nuevos requisitos obligatorios para el contenido reciclado y especiales–; textiles –una nueva estrategia de la UE para los textiles para fortalecer la competitividad e innovación en el sector e impulsar el mercado de la UE para la reutilización textil–; construcción y edificios: una estrategia integral para un entorno de construcción sostenible que promueva principios de circularidad para edificios; alimentos –nueva iniciativa legislativa sobre reutilización para sustituir el uso único embalaje, vajilla y cubertería por productos reutilizables en servicios de alimentación–.

Residuos. Bruselas quiere evitar los residuos y transformarlos “en recursos secundarios de alta calidad que se beneficien de un mercado que funcione bien para las materias primas secundarias”. La Comisión “estudiará la posibilidad de establecer un modelo armonizado en toda la UE para la recogida selectiva de residuos y el etiquetado. El plan de acción también presenta una serie de acciones para minimizar la UE exportaciones de residuos y hacer frente a envíos ilegales”.