Un salario mínimo interprofesional (SMI) de 1.100 euros al mes, un 10% más que en la actualidad. Es la petición al Gobierno con la que ha sorprendido este lunes el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. El líder del sindicato ha señalado que, debido a la elevada inflación, “ya no sirven los 1.049 euros al mes” que señalaron el comité de expertos sobre el SMI como posible meta para 2023. “Este año deberíamos ir a un salario mínimo en los términos en que está la inflación, es decir, en el 10%. Situar el SMI en esos 1.100 euros”, ha afirmado Álvarez en unas declaraciones ante los medios de comunicación.
La subida del salario mínimo se abordará desde inicios de septiembre, con una primera reunión del Ministerio de Trabajo con el comité de expertos sobre la materia el 2 de septiembre, como adelantó elDiario.es. El Ministerio que dirige Yolanda Díaz pretende que el grupo de especialistas actualice su recomendación gracias a los últimos datos oficiales sobre salarios, de manera que se vuelva a definir cuál es la meta del SMI en 2023. El Gobierno se ha comprometido en situar el salario mínimo en el del 60% del salario medio en este año, el final de su legislatura.
Preguntado por la reunión, el líder de UGT ha afirmado que el sindicato quiere “que se revise el informe que hicieron los expertos”, que proyectaron el 60% del salario medio entre los 1.011 y 10.49 euros al mes. “Ya no nos sirven los 1.049 euros”, ha avisado Pepe Álvarez.
El líder sindical ha afirmado que UGT no acepta esta meta por dos motivos: la alta inflación y que el informe fue elaborado hace tres años y ha cambiado la situación desde entonces, ha indicado.
Reto a “un Gobierno de progreso”
Así, Pepe Álvarez ha lanzado su propuesta, de un gran incremento (10%) del SMI, que ha vinculado con la inflación. La cifra en términos absolutos, 1.100 euros al mes desde los 1.000 euros brutos actuales.
El líder sindical ha instado al Ejecutivo a “aplicar la ley”, aunque los empresarios se resistan a una subida de este calibre del SMI, “y lo que es razonable en un Gobierno que se considera de progreso”, ha subrayado Álvarez.
“Un Gobierno que dice que quiere que suban los salarios, que dice que quiere ayudar a las personas que tienen menos para salir de esta situación de crisis”, ha recordado el dirigente sindical: “Es evidente que estas personas son las que cobran el salario mínimo interprofesional”.
“Desde ese punto de vista, quiero hacer un llamamiento al Gobierno, a ese reconocimiento de reconocimiento que dice cada día dice con el salario mínimo interpresional. No solo ayudaría no solo a personas en esta situación sino a la economía del país en la medida en que se lleve esto al consumo”, ha reiterado Pepe Álvarez.
La semana pasada, el líder de CCOO, Unai Sordo, emplazó a cerrar la subida del SMI “cuanto antes” para dar certidumbres a los trabajadores que menos ganan en estos momentos de gran aumento de precios. Entonces, el secretario general de Comisiones Obreras no mencionó una propuesta de alza y reclamó que el Ministerio de Trabajo citara con prontitud a los agentes sociales para abordar la materia.
Salario e inflación
El Gobierno hasta el momento se ha reiterado en su compromiso de cumplir con el aumento del SMI hasta alcanzar el 60% del salario medio, pero no ha vinculado la subida a la inflación, que está disparada en niveles récords desde hace casi cuatro décadas. Ni en el caso de los salarios más bajos (SMI), ni en el resto de remuneraciones –en el sector privado o en el público–, aunque el Ejecutivo sí ha emplazado a un “pacto de rentas” entre sindicatos y patronales para acordar incrementos pactados.
Este pacto de rentas es una llamada a que las empresas y los trabajadores compartan parte del coste de la actual crisis inflacionista, por el que tanto los empresarios contengan sus beneficios, como los trabajadores vean subir sus salarios menos que el encarecimiento del coste de vida. Este pacto, defiende el Gobierno, se hace necesario para contener que los precios sigan escalando, con nuevos bucles inflacionistas.
Empresarios y sindicatos rompieron la negociación salarial en mayo, sin lograr ponerse de acuerdo en un punto medio en la referencia para aumentar los sueldos este 2022. Pepe Álvarez ha avisado este lunes de que “los salarios son la prioridad” de la vuelta al curso de septiembre para el sindicato, con una advertencia de movilizaciones a los empresarios si se mantienen reacios a los incrementos salariales.
Desde CCOO y UGT han insistido desde hace meses en que las empresas están aumentando los precios, compensando así el incremento de costes (sobre todo energéticos) que soportan. Sin embargo, las alzas no se están trasladando a los salarios –con aumentos mucho menores– lo que está llevando al empobrecimiento de los trabajadores.