El Banco Mundial publicó esta misma semana una exhaustiva revisión de la situación de la pobreza extrema en el mundo. Para ello, revisó el último indicador que medía el límite bajo el cual se considera que una persona es pobre, desde la anterior cifra de 1,25 dólares, al elevarla a 1,90 dólares. El cambio es significativo, ya que no se hacía desde 2005. Y la pregunta es casi evidente: ¿cómo se sitúa esta frontera de la pobreza?
¿Quién se encarga de hacer el indicador?
La cota de 1,90 dólares al día la fija el Banco Mundial, que es la organización internacional que tiene el encargo de lidiar con la pobreza por parte de los países (prácticamente todos los del mundo) que integran la institución. Pero lo hace recolectando datos de diversas instituciones.
Por un lado, utiliza las encuestas nacionales de hogares en las que se describe el nivel de ingresos de los ciudadanos. Luego cruza estos datos con los que suministra un organismo independiente, el Programa para la Comparación Internacional (ICP), que tiene como base datos de 2011. Esta institución recoge las evoluciones de precios y de ingresos de un país en función de su PIB para hacer una estimación de lo que se denomina Paridad del Poder adquisitivo o Paridad de poder de compra (PPP en sus siglas en inglés).
¿Qué es esto de la Paridad del Poder Adquisitivo, PPP?
Para poder hacer comparaciones entre países es necesario hacer una homogeneización para eliminar las distorsiones que crea el medir los datos en la divisa local. De forma consensuada se ha tomado el dólar como moneda de referencia para hacer las conversiones, pero aún así es necesario eliminar las diferencias de precios que hay de un país a otro (se compra más con un dólar en Ghana que en España). Este es el trabajo del ICP, conseguir estas tasas de cambio teniendo en cuenta las diferencias de precios y lograr una referencia estándar (una cesta típica de la compra) con el mismo valor en todos los países. Se logra calculando el PIB valorando los bienes y servicios producidos en un país con los precios de EEUU.
¿Qué referencias se toman para decir lo que es pobreza?
El Banco Mundial selecciona a los quince países más pobres de la Tierra y de ahí extrapola qué es ser pobre en estos países. Como explica el analista senior del Banco Mundial Francisco Ferreira, “es la definición más extrema y dura de la pobreza, ser pobre en un país muy pobre”.
Estos quince países son los mismos que se utilizan desde 1990 para medir la línea de pobreza (aquel año se fijó en 1 dólar al día) y son Etiopía, Gambia, Ghana, Guinea Bissau, Malaui, Malí, Mozambique, Nepal, Níger, Ruanda, Sierra Leona, Tayikistán, Tanzania y Uganda. Se hace la media de lo que es ser pobre en estos quince países y se convierte con las tasas de cambio para obtener el PPP que da ICP. La media son los 1,90 dólares al día, que es la nueva línea que mide la pobreza extrema.
¿No están muy desfasados los datos si se toma como base 2011?
Los datos de PPP tienen como base 2011 (ver segundo punto). Ferreira aclara que la Comisión para la Pobreza Global está estudiando mejoras estadísticas que atenúan los saltos en la serie y le den mayor ininterrumpibilidad. Pero, en cualquier caso, los cálculos para el número de pobres que da el Banco Mundial y que se anunciaron esta misma semana se refieren al año 2012. En concreto, se dice que en ese año había más de 900 millones de personas en el mundo que vivían bajo el umbral de la pobreza. El organismo hace proyecciones a futuro y dice que para 2015 son 700 millones los que están en la extrema pobreza.
Traducido en personas, ¿qué significan estos números?
El Banco Mundial asegura en su informe que hay una sensible reducción del número de pobres en situación extrema en el mundo. En 1990 se cifraba en 1.958 millones de personas y ahora se ha reducido a los citados 700 millones. Pero la entidad no está satisfecha, ya que no está claro que se pueda lograr el objetivo de eliminar la extrema pobreza para 2030. Por el momento, parece que menos del 10% de la población mundial está bajo este umbral. Desde que se creó el indicador, en 1990, las bolsas de extrema pobreza se han revertido: si hace 25 años la mitad de los pobres se concentraba en Asia, ahora están en el África Subsahariana.