“Es impresionante, en dos manzanas, la cantidad de locales [que hay]”. Quien habla es Rocío Monasterio, que va enumerando las casas de apuestas que hay en Bravo Murillo, la calle con establecimientos de juego de toda España. La líder de Vox en la Comunidad de Madrid ha publicado un vídeo en el pide que se “endurezca” la regulación del juego, aunque sin especificar medida alguna. Es más, la formación de ultraderecha -que no incluye propuestas al respecto en ninguno de sus programas electorales- tumbó hace un mes una propuesta que, entre otras cosas, alejaba los locales de juego de los centros de enseñanza en Andalucía.
El partido de extrema derecha ni siquiera ha incluido alguna propuesta o medida concreta referente al juego o las casa de apuestas en ninguno de sus programas electorales publicados hasta la fecha.
“Ese [local] es gigante, desde luego, y el colegio aquí al lado”, continúa Monasterio durante su visita a la calle madrileña. “Es impresionante, la verdad”. La diputada autonómica también habla con vecinos de varias edades preocupados por la proliferación de estos negocios. “Vamos a batir el récord de salas de juego en Madrid, está infectado”, lamenta uno de ellos, que le recuerda que “encima es un barrio de obreros, de trabajadores que están pasándolo jodido, no hay trabajo y dan dinero para que te enganches, es como la droga”. Y Monasterio responde: “Pues Vox va a estar enfrente”.
Vox ha difundido el vídeo a través de sus redes sociales asegurando que “España cuenta con la tasa más alta de Europa de ludópatas entre 14 y 21 años”, un mantra repetido, aunque el origen de esos datos está en cuestión. Así, aseguran que piden “en todos los parlamentos autonómicos que se endurezca la ley para proteger a nuestros menores, familias y barrios”.
Durante sus cuatro minutos de duración, Monasterio va escuchando algunos de los principales tópicos de los críticos con el sector del juego, como la facilidad de acceso al juego, la publicidad de famosos o la generación de adicciones. “Conozco gente que vive de esto, y viven muy bien porque la banca nunca pierde”, le dice otro vecino. “Ya, pero arruinan familias”, le espeta la líder madrileña de la extrema derecha, que en otro momento le comenta a un joven que “en los barrios obreros es donde está pegando fuerte”. “Yo he visto en el recreo como compañeros aprovechaban la media hora que tenían, diez minutos para ir y diez para volver, y se acercaban a hacer una apuestas”, le cuenta un veinteañero.
En cambio, hace apenas un mes Vox votó en contra de la toma en consideración de una proposición de ley del PSOE en Andalucía para regular el juego. PP y Ciudadanos, que gobiernan gracias a su apoyo, se manifestaron en el mismo sentido, por lo que la regulación no pudo salir adelante. Entre las medidas de aquel texto, estaban incluidas “la asistencia y el apoyo” a ludópatas, la restricción a la publicidad en la radiotelevisión pública andaluza o la fijación de una distancia mínima de 500 metros entre locales de juego y “colegios públicos o privados, parques infantiles, lugares de ocio juvenil, polideportivos o estadios deportivos”, entre otros.
María José Piñero fue la diputada encargada de defender la postura de Vox en el Parlamento regional, donde tachó la propuesta de “oportunista”, afeando que se trataba de un “discurso sentimentalista”. Así, añadió que “no resuelve el problema” ni daba “soluciones reales al abordaje del juego patológico. ”Su prevención debe ser integral e instamos al Gobierno central a intensificar el control sobre el juego online y la publicidad porque no tenemos competencias en este ámbito“, aseguró la parlamentaria, aunque las competencias los locales físicos sí que están transferidas. Sin ir más lejos, la Comunidad de Madrid aprobó un nuevo decreto el pasado mes de mayo y tiene previsto endurecer esa regulación en los próximos meses.
En la Asamblea de Madrid, donde Monasterio es portavoz de su grupo, Vox tampoco ha hecho un planteamientos claros al respecto. De hecho, la única vez que se han pronunciado sobre el juego fue en en el debate de investidura de Isabel Díaz Ayuso. Allí, Monasterio recordó a quienes “se preocupan de las casas de apuestas que arruinan sus familias”, llegando a afear a la entonces candidata del PP que no hiciera ninguna propuesta de regulación “que se ceban con los jóvenes de los entornos populares”. Vox tampoco ha hecho lo propio.
Eso sí, a mediados de septiembre, la propia Monasterio aseguraba en una entrevista con Efe que Vox tiene “un programa social” con el que la izquierda “puede coincidir en algunas cosas”, como sería el caso del juego y las apuestas. En la anterior campaña, Monasterio llegó incluso a afear la relación del exministro Rafael Catalá con Codere, una de las empresas más importantes del sector.
Este periódico ha contactado con el equipo de prensa de Vox para esclarecer estas cuestiones. “No te voy a decir nada, lo siento. Buen día”, ha sido la respuesta. “Se trata de regular para proteger al menor que hoy está desprotegido”. Es una de las pocas ideas que comenta Monasterio en el vídeo difundido durante esta campaña electoral, donde pide “sanciones más serias”. “Es una lacra que hay que combatirla y hay que evitarla”, dice un vecino para cerrar el vídeo.
“Es muy contradictorio con las políticas que promueven”
En cualquier caso, la regulación o planificación de la actividad económica es algo que contrasta con los postulados económicos de Vox. El partido de extrema derecha defiende el llamado principio de “desregulación”, según el cual, “por cada nueva normativa, eliminaremos diez” o “cinco”, según la parte del programa económico que se lea. “Es muy contradictorio con las políticas que promueven”, comentan desde la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, uno de los colectivos más activos en este ámbito.
Aunque reconocen que “el análisis que hacen es similar al que hacemos nosotros”, no se fían. “Nos sorprende que tengan esas preocupaciones y en su programa se haga mención a medidas para liberalizar la economía y ninguna a la regulación del juego o a la prevención de la ludopatía”, explica a este periódico Silvia González, responsable del grupo de trabajo sobre las casas de apuestas en esta entidad, que también recuerda el sentido de su voto para la regulación en Andalucía. “Es incoherente denunciar un problema como este, que exige prevención, mientras en el programa se rechaza la planificación y se defiende la liberalización de la economía”, avisa.