La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha apostado este lunes por “dirigir la mirada” hacia el “tramo alto” de la recomendación de los expertos en las negociaciones sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La Comisión Asesora adscrita al Ministerio de Trabajo propuso varios escenarios para el alza de este indicador y la alternativa más elevada contemplaba una subida del 8,2%, es decir, 1.082 euros brutos mensuales en 14 pagas.
“Vamos a tener una subida del SMI y conocen mi vocación; es la mejor medida y la más eficaz para combatir la pobreza laboral, que sustancialmente afecta a jóvenes y mujeres”, ha dicho la ministra este lunes en declaraciones a la prensa antes de participar en un acto de Ayuda en Acción sobre jóvenes y empleo.
La vicepresidenta no ha precisado si la negociación entre los agentes sociales y el Gobierno se va a cerrar antes de enero, pero ha garantizado que el incremento del indicador se va a producir, si se cumplen sus deseos, en una horquilla que irá del 6,6 al 8,2%. Los expertos estimaron en diciembre cuatro posibles escenarios de alza del SMI, con una horquilla que va de un aumento mínimo del 4,6%, esto es, 1.046 euros brutos al mes; seguido de un alza del 5,4% (1.054 euros); otro escenario de aumento del 6,6% (1.066 euros); y por último, la subida más elevada, del 8,2%, que situaría el salario mínimo en los 1.082 euros brutos mensuales.
Frente a esas propuestas, los sindicatos habían reclamado entre un 8,2% y un 10%. Comisiones Obreras pidió que la subida oscilase dentro de esa banda, lo que dejaría el SMI entre los 1.082 y los 1.100 euros brutos al mes y UGT pidió un aumento de 1.100 euros. Por su parte, la patronal CEOE propuso un 4% de alza, hasta los 1.040 euros, pero siempre que haya dos medidas complementarias.
Díaz que ha reclamado en varias ocasiones a los empresarios que acudan a la mesa de negociación para poder alcanzar un consenso entre las tres partes, no se había pronunciado hasta ahora sobre su preferencia dentro de esa negociación, que hoy ha concretado con esa petición de “dirigir la mirada hacia el tramo alto”.
La vicepresidenta segunda ha hecho estas declaraciones poco antes de entrar en un acto sobre jóvenes y empleo en el que ha defendido también los beneficios de la subida del SMI en los salarios de los jóvenes, que han aumentado un 13% de media en los últimos años gracias a las reiteradas alzas del indicador.
Una “estrategia deliberada” para precarizar el empleo joven
En el encuentro, varios jóvenes se han sentado en el escenario junto a la ministra y han ido relatando sus experiencias en el mercado laboral. La vicepresidenta ha recogido sus impresiones y ha defendido su gestión al frente del ministerio, que ha contrapuesto a las políticas públicas sobre empleo juvenil de los últimos cuarenta años: “Desde la Transición ha habido una estrategia deliberada de precarizar el empleo de los jóvenes”.
Díaz ha defendido los logros que ha realizado su ministerio y, especialmente, los resultados de la reforma laboral, que poco más de un año después de ser aprobada, ha conseguido récords de contratación indefinida, también en el sector más joven. “A día de hoy, en términos de temporalidad nuestra situación es más o menos europea. Hemos pasado de tasas de entre el 35% y el 31% y hoy estamos en el 17%, a dos puntos de ser europeos”, ha sostenido.
La ministra de Trabajo ha insistido durante la charla, en la que ha estado acompañada por varios jóvenes que han relatado sus experiencias, en que en estos años se han revertido unas cifras de paro juvenil estructural “imposibles”, con un máximo del 56% en 2013. “Por qué durante tantos años si las cifras eran tan malas no se han cambiado las políticas públicas”, se ha preguntado Díaz, que ha reiterado que esas cifras se convirtieron en una excusa auténtica desde la Transición para “precarizar el empleo”.
En poco tiempo, ha opuesto, la realidad “ha cambiado”. “A día de hoy tenemos el mayor número de ocupados jóvenes, con más de 3,5 millones; tenemos el menor número de parados jóvenes de la historia de nuestro país, con la tasa de paro más baja y todo dentro de una crisis de precios brutal [...]”, ha repasado la vicepresidenta segunda del Gobierno, que ha recordado también que la tasa de paro juvenil ha bajado durante su gestión en diez puntos. “Lo que indica esto es que cambiando las políticas públicas podemos cambiar las cosas”, ha sentenciado.