Botellas de calidad social

Con la avalancha de celebraciones navideñas en ciernes, nadie está por la labor de privarse de unos buenos vinos para acompañar las comidas y cenas o unos buenos cavas para los postres, para el marisco o, simplemente, para brindar. Pero, uno se pregunta muchas veces...y todas estas botellas ¿de dónde salen? ¿Acaso las bodegas se dedican a tiempo parcial a soplar vidrio? No parece razonable, ¿verdad? Así que alguien debe estar, o haber estado, durante meses dando forma al cristal y el vidrio para que contengan estos líquidos que nos cautivan durante el año entero en general y en estos picos de celebración en particular. Material objeto de reciclaje por antonomasia, las botellas se asoman hoy a Inspira para casar placer, industria y compromiso social.

En Llodio (Álava) se ha montado un enclave laboral para fabricar estos productos. Se llama Aiala Vidrio y trabaja para la empresa Vidrala. En Vidrala cuentan que “hace casi 4 años, necesitábamos estructurar mejor una parte de la actividad productiva y hacer tangible nuestro compromiso real con la integración de personas con discapacidad en el ámbito laboral. Así que ésta nos pareció una buena fórmula”. Bajo esta modalidad y con la orientación de Lantegi Batua (de la que hablaremos otro día y su prospección de emprendimiento social), trabaja un equipo de 12 personas con discapacidad: cinco físico, cinco intelectuales y dos con trastornos mentales. Se integran en el proceso productivo, que para la matriz es “clave”. Al servicio de un grupo con 1.700 empleados dedicados a producción e investigación Y la punta de lanza termina, o acaba, en Aiala Vidrio.

El equipo se ha ido integrando junto al resto de compañeros de la planta, embarcados en otras actividades. Se destaca de ellos su “compromiso y flexibilidad”. Al mismo tiempo ha permitido a la empresa reforzar su compromiso social pero, como suele ocurrir con las iniciativas que aparecen en Inspira, con la idea de producir y dar valor añadido. Además, el material con el que trabajan, el vidrio, es, de momento, el único 100% reciclable y de una botella se saca otra botella de las mismas calidades (si el equipo del que hemos hablado así lo certifica), lista para contener vino, aceite….

Vidrala se define: “Recipientes que recogen y dan forma a lo que contienen, conservando intactos y puros sus sabores y aromas; recipientes transparentes, que muestran sin engaños lo que hay en su interior”. Para participar en la cadena que produce esos recipientes, sin guiños sensibleros, es este equipo de doce personas. Una pieza en el engranaje de la empresa. Una empresa que, de alguna manera, devuelve parte de los recibe al contratarlos pero que vuelve a recibir de ellos al integrarlos. Un reciclaje igual que el que se puede ir haciendo, casi infinitamente, con el vidrio.