Desde las faldas de los Pirineos a las pequeñas tiendas de Latinoamérica. El comercio en muchas zonas de los países que los economistas llaman “emergentes” descansa en microempresarios que venden un rango pequeño de productos con los que llegan a poco más que la subsistencia. Y, metidos en esa espiral, su pequeño negocio apenas da para ir tirando.
Pero ya no hay porqué conformarse con esa especie de destino prefabricado. La revolución tecnológica del siglo XXI puede ayudar. Si se facilita una manera de aplicar las tecnologías de la información a este población y su forma de vender y atender. En ese sentido, la empresa española Frogtek ha desarrollado una App pensada para impulsar ese comercio de proximidad y a escala micro que protagonizan muchas tiendas en Latinoamérica.
Frogtek es una empresa social que desarrolla sus ideas en el polígono Walqa de Huesca. Pero sus proyectos van a parar, principalmente, a Colombia y México. “En México hay unos 800.000 tenderos y en Colombia serán más de medio millón”, calculan. Fundada por David del Ser y Mark Pedersen, inició su actividad en 2009 y su plantilla actual está “en los 25 trabajadores”. “Estos microemprendedores no pueden permitirse una caja registradora u otras herramientas de venta”, asegura. Según su análisis, “sólo los más organizados apuntan las ventas en un cuaderno y luego las pasan a un libro de contabilidad”. Aun así, tampoco poseen una formación para, más tarde, utilizar esos datos de forma que mejoren sus negocios.
La tecnología que implenta este emprendimiento –denominada Tienda Tek– es un sencillo sistema: un lector de códigos externo (como una pequeña pistola) trasmite directa y automáticamente los apuntes de cada artículo que venden a un teléfono móvil –sí, sí, también es válido en tabletas–. De la misma forma muestra lo que queda en el almacén. “Las ventas quedan registradas en nuestra nube”, describen al tiempo que contabilizan “más de un millón de tiques al mes”. La propia Tienda Tek analiza el flujo de ventas y necesidades de reposición. Los teléfonos llevan cargados, lógicamente, la aplicación que analiza los datos de venta.
Sus creadores aseguran que con esta aplicación “se ayuda a mejorar la eficiencia, identificar áreas de mejora, recibir formación, comunicarse más fácilmente con proveedores y vender nuevos productos como recargas telefónicas o microcréditos”. Frogtek afirma que el microcomercio y las redes que sustenta están insertos en unas sociedades donde “la mujer está al cargo” de esas tiendas que así “pueden llevar las ventas a un mejor aprovechamiento”.