El coche eléctrico sigue siendo un gran desconocido, a pesar de sus grandes ventajas tanto medioambientales como económicas. La cada vez mayor concienciación ecológica ha hecho que los coches eléctricos comiencen a tomar las carreteras. Son muchas las marcas que llevan años trabajando para dotarlos de mayor autonomía y conseguir unos precios más asequibles, uno de los obstáculos para su implantación en España junto a la carencia de infraestructura de puntos de recarga. En este post te desgranamos seis ventajas de los vehículos de propulsión eléctrica que han llegado para quedarse:
- No emiten gases contaminantes. Esta es la gran ventaja con respecto a los coches convencionales. Los vehículos eléctricos tienen un menor impacto medioambiental, ya que al estar propulsados por electricidad generan cero emisiones de CO2. El uso generalizado de este tipo de coches reduciría drásticamente la contaminación en las principales zonas metropolitanas que reciben día tras día mucho tráfico, lo que produce grandes emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
- Silenciosos. Otra ventaja de los coches eléctricos es la nula contaminación acústica. Al no tener motor de combustión son silenciosos y generan menos vibraciones y no emiten calor. Con ellos se acabaría el ruido en las calles de las grandes ciudades, aunque la Unión Europea y Estados Unidos van a obligar a que este tipo de coches cuenten con algún tipo de aviso acústico, ya que pueden llegar a suponer un peligro para la seguridad vial el ser tan silenciosos.
- El coste de uso es muy económico. El precio de la recarga es hasta seis veces más barata que la de un vehículo convencional, ya que el precio de la electricidad es mucho más económico que el del crudo. Además, la recarga diaria es más cómoda, ya que se realiza en el hogar y al realizarse en horario nocturno cuando la tarifa eléctrica es más baja resulta más económica.
- Costes de mantenimiento más bajos. Al tener menos piezas que un coche convencional el mantenimiento es más sencillo y más barato. El motor no necesita aceite y no lleva filtros ni correas. Además sus pastillas de freno así como los neumáticos duran más gracias a su sistema de frenado que carga parcialmente la batería. Aunque cuenta con una dificultad que es encontrar un taller especializado en este tipo de vehículos que irán surgiendo conforme vayan apareciendo más automóviles eléctricos en las ciudades que haya que reparar.
- Autonomía de más de 150 km. Hasta ahora, la autonomía era uno de los inconvenientes a la hora de adquirir este tipo de vehículos. Pero casi todos los coches eléctricos ya cuentan con unos 150 o 200 km de autonomía, una distancia superior a la mayoría de desplazamientos diarios. Algunas marcas, como Tesla, tienen modelos que pueden superar los 500 km sin tener que parar a recargar. Ahorros y beneficios extra. Tener un coche eléctrico te da muchas ventajas extras, como por ejemplo aparcar en zona azul prácticamente gratis, permiso para circular por el carril VAO y descuentos en los impuestos de circulación. Además, en algunas autopistas, como la C-32 y la C-16, el peaje sale gratis para los vehículos eléctricos si pagas con Via-T (el método de telepeaje que evita tener que pararse y por tanto ahorra contaminación al medio ambiente).
- Ayuda para la compra. Uno de los grandes inconvenientes de este tipo de vehículos es su precio elevado, entre los 13.000 y los 30.000 euros -con el coste de alquiler de la batería-. Aunque los defensores de este tipo de automóviles aseguran que la inversión inicial a la larga se amortiza, debido al ahorro energético y las ventajas fiscales. En España este tipo de vehículos cuenta con ayudas del Gobierno para su compra como el Plan Movea, dotado con 16 millones de euros para 2016 para la adquisición de vehículos de energías alternativas. Estas ayudas van desde los 200 euros para las bicicletas hasta los 20.000 euros para autobuses y furgonetas. En el caso de un turismo tradicional de unos 32.000 euros, la ayuda estatal llegaría hasta los 5.500 euros, a lo que hay que sumar la ayuda de 1.000 euros para poner un punto de recarga. Estas ayudas colocarían el precio de un coche eléctrico de gama media en unos 20.000 euros.
El coche eléctrico sigue siendo un gran desconocido, a pesar de sus grandes ventajas tanto medioambientales como económicas. La cada vez mayor concienciación ecológica ha hecho que los coches eléctricos comiencen a tomar las carreteras. Son muchas las marcas que llevan años trabajando para dotarlos de mayor autonomía y conseguir unos precios más asequibles, uno de los obstáculos para su implantación en España junto a la carencia de infraestructura de puntos de recarga. En este post te desgranamos seis ventajas de los vehículos de propulsión eléctrica que han llegado para quedarse:
- No emiten gases contaminantes. Esta es la gran ventaja con respecto a los coches convencionales. Los vehículos eléctricos tienen un menor impacto medioambiental, ya que al estar propulsados por electricidad generan cero emisiones de CO2. El uso generalizado de este tipo de coches reduciría drásticamente la contaminación en las principales zonas metropolitanas que reciben día tras día mucho tráfico, lo que produce grandes emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
- Silenciosos. Otra ventaja de los coches eléctricos es la nula contaminación acústica. Al no tener motor de combustión son silenciosos y generan menos vibraciones y no emiten calor. Con ellos se acabaría el ruido en las calles de las grandes ciudades, aunque la Unión Europea y Estados Unidos van a obligar a que este tipo de coches cuenten con algún tipo de aviso acústico, ya que pueden llegar a suponer un peligro para la seguridad vial el ser tan silenciosos.
- El coste de uso es muy económico. El precio de la recarga es hasta seis veces más barata que la de un vehículo convencional, ya que el precio de la electricidad es mucho más económico que el del crudo. Además, la recarga diaria es más cómoda, ya que se realiza en el hogar y al realizarse en horario nocturno cuando la tarifa eléctrica es más baja resulta más económica.
- Costes de mantenimiento más bajos. Al tener menos piezas que un coche convencional el mantenimiento es más sencillo y más barato. El motor no necesita aceite y no lleva filtros ni correas. Además sus pastillas de freno así como los neumáticos duran más gracias a su sistema de frenado que carga parcialmente la batería. Aunque cuenta con una dificultad que es encontrar un taller especializado en este tipo de vehículos que irán surgiendo conforme vayan apareciendo más automóviles eléctricos en las ciudades que haya que reparar.
- Autonomía de más de 150 km. Hasta ahora, la autonomía era uno de los inconvenientes a la hora de adquirir este tipo de vehículos. Pero casi todos los coches eléctricos ya cuentan con unos 150 o 200 km de autonomía, una distancia superior a la mayoría de desplazamientos diarios. Algunas marcas, como Tesla, tienen modelos que pueden superar los 500 km sin tener que parar a recargar. Ahorros y beneficios extra. Tener un coche eléctrico te da muchas ventajas extras, como por ejemplo aparcar en zona azul prácticamente gratis, permiso para circular por el carril VAO y descuentos en los impuestos de circulación. Además, en algunas autopistas, como la C-32 y la C-16, el peaje sale gratis para los vehículos eléctricos si pagas con Via-T (el método de telepeaje que evita tener que pararse y por tanto ahorra contaminación al medio ambiente).
- Ayuda para la compra. Uno de los grandes inconvenientes de este tipo de vehículos es su precio elevado, entre los 13.000 y los 30.000 euros -con el coste de alquiler de la batería-. Aunque los defensores de este tipo de automóviles aseguran que la inversión inicial a la larga se amortiza, debido al ahorro energético y las ventajas fiscales. En España este tipo de vehículos cuenta con ayudas del Gobierno para su compra como el Plan Movea, dotado con 16 millones de euros para 2016 para la adquisición de vehículos de energías alternativas. Estas ayudas van desde los 200 euros para las bicicletas hasta los 20.000 euros para autobuses y furgonetas. En el caso de un turismo tradicional de unos 32.000 euros, la ayuda estatal llegaría hasta los 5.500 euros, a lo que hay que sumar la ayuda de 1.000 euros para poner un punto de recarga. Estas ayudas colocarían el precio de un coche eléctrico de gama media en unos 20.000 euros.