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La búsqueda de soluciones para hacer frente a la sequía centra el Día Mundial del Medio Ambiente 2024

J. Durich

Como cada año, el 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA), que supone la cita anual más importante de Naciones Unidas para abogar por la acción ambiental y la necesidad de proteger el planeta. En esta ocasión, el lema de la organización internacional se centra en restaurar  las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía. 

De hecho, según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, hasta el 40% de las zonas terrestres del planeta están degradadas, afectando directamente a la población mundial. En concreto, en relación a la sequía, el número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29% desde el año 2000 y señala que, si no se toman medidas urgentes, las sequías podrán afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050.  

Sin ir más lejos, en España, uno de los países de la Unión Europea más afectados por el cambio climático, la sequía tiene impacto en gran parte del territorio, especialmente en el sur y en Catalunya. 

En este contexto, Naciones Unidas hace un llamamiento a la protección y la revitalización de los ecosistemas en todo el mundo, un aspecto fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  

Soluciones ante el cambio climático 

Este año, Veolia, referente mundial de la transformación ecológica con soluciones en agua, energía y residuos, ha publicado la segunda edición del Barómetro de la Transformación Ecológica de Veolia, realizado con la consultora Elabe a nivel mundial, para conocer la percepción de la ciudadanía sobre el cambio climático y las soluciones existentes y futuras, así como entender los obstáculos y las palancas de su aceptabilidad entre las personas. 

De esta manera, el 78% de la población española se siente vulnerable ante el cambio climático (contra el 65% a nivel mundial), apuntando a una importante concienciación en nuestro país en comparación al resto del mundo. Asimismo, el 80% se siente expuesta a un deterioro de su calidad de vida, frente al 68% mundial. 

Reutilización del agua 

De ahí que, para dar respuesta a los retos del cambio climático, Agbar, que forma parte del grupo Veolia, apueste por la reutilización del agua e impulse las infraestructuras verdes y las soluciones basadas en la naturaleza. En su condición de hub de conocimiento del agua, la empresa refuerza la actividad del grupo con servicios de gestión integral del ciclo del agua y de preservación del medioambiente. En España, la compañía suministra agua a 13 millones de personas y presta servicio en más de 1.100 municipios desde una actuación de proximidad al territorio. 

Además, Agbar sitúa la economía circular en el centro de su estrategia y operaciones. Por ello, ante el actual contexto de sequía, la compañía apuesta, dentro de una combinación de soluciones, por la regeneración y posterior reutilización del agua, permitiendo dar una nueva vida a las aguas residuales, que son clave para asegurar la disponibilidad del líquido en el futuro. 

Así pues, tras un tratamiento avanzado, el agua proveniente de las depuradoras se destina a nuevos usos para las ciudades, la agricultura y la industria. Esta agua regenerada también se devuelve en condiciones óptimas al medio ambiente, en los ríos y acuíferos, para empezar de nuevo el ciclo de captación. 

La solución ya se aplica, por ejemplo, en Catalunya, donde un 25% del agua que consume el área metropolitana de Barcelona ya es regenerada, gracias a la ecofactoría del Baix Llobregat, para usos industriales, agrícolas y urbanos. En la Región de Murcia, el agua regenerada de las depuradoras de La Hoya, en Lorca, o Cabezo Beaza, en Cartagena, se emplea para el riego agrícola de las zonas circundantes, contribuyendo a paliar los efectos de la sequía en esta región, una de las principales zonas agrícolas de España. 

Transformación en infraestructuras verdes 

Agbar también basa su estrategia en naturalizar las instalaciones gestionadas para que estén completamente integradas en su entorno natural y favorezcan sus funciones ecológicas y la biodiversidad local, transformándolas en infraestructuras verdes. 

De esta manera, entre las medidas encaminadas a naturalizar las infraestructuras, se encuentran el cálculo de la huella ecológica de las instalaciones prioritarias que se localiza en zonas sensibles y la implantación de planes de acción de biodiversidad; la eliminación del uso de fitosanitarios; o la incorporación de protocolos de actuación para luchar contra las especies exóticas invasoras en todas las instalaciones. 

Por otra parte, la compañía opta por las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) como estrategia de adaptación al cambio climático que permite aumentar la resiliencia y frenar la pérdida de biodiversidad. 

En Rojales (Alicante), por ejemplo, Hidraqua, empresa que forma parte del grupo, utiliza las soluciones basadas en la naturaleza con el fin de crear una zona húmeda artificial con agua regenerada que, a su vez, evita vertidos en medio durante episodios de lluvias torrenciales. 

En colaboración con el ayuntamiento de la localidad, la compañía ha construido cinco lagunas artificiales naturalizadas en el parque de El Recorral, que se ha convertido en un humedal rico en biodiversidad. Entre otras acciones de preservación de la biodiversidad local, se han revegetado los espacios naturales con plantas autóctonas y se han instalado refugios de fauna.