Los beneficios del ejercicio regular y la actividad física son innegables, independientemente de cuál sea la edad, el sexo o la capacidad física. Hay muchas razones que respaldan la importancia de hacer deporte y de moverse a cualquier edad. No solo hablamos de ‘ganancias’ físicas, como mejorar la fuerza muscular o mantener un peso saludable. El ejercicio va mucho más allá y abarca numerosas esferas y ámbitos de la vida. Los estudios en torno a él son claros: practicar deporte de manera regular aumenta los niveles de energía, mejora la función cerebral, el sistema inmunológico, el estado de ánimo, el bienestar y puede ayudar a prevenir y tratar enfermedades mentales como la depresión. Al mismo tiempo, reduce el colesterol malo y aumenta el bueno, y disminuye el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, así como el riesgo de enfermedades óseas degenerativas.
Sus bondades, por tanto, parecen bastante claras. Pero surgen dudas sobre cómo realizarlo de manera segura, sobre todo a nivel amateur, para reducir el riesgo de lesiones y fracturas, especialmente en los niños, a los que no se les puede exigir lo mismo que a un adulto. ¿Hay algún deporte más recomendado que otro para que los niños empiecen a hacer ejercicio? ¿Qué tipos de lesiones son las más habituales si no lo hacen bien? Resolvemos estas y otras cuestiones para ayudar a que los niños hagan ejercicio de una forma segura.
1. ¿Cuál es la mejor manera de empezar a hacer ejercicio?
Aunque parezca obvio, la mejor manera de que los niños se inicien en el ejercicio físico es dejar que elijan el deporte que más les guste. “El niño debe ir a divertirse y a hacer amigos sea donde sea que haga deporte”, reconoce Cristóbal Suárez Rueda, traumatólogo y jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología (COT) del Hospital Universitario Infanta Elena.
Todos los deportes pueden ayudar a que un niño empiece a hacer deporte. “Las artes marciales como el judo o el karate trabajan los estiramientos, la coordinación y la disciplina. Los deportes de equipo como el fútbol potencian las actividades grupales y la natación es, quizás, el más completo”, afirma Suárez Rueda, que destaca que los niños, sobre todo los más pequeños, deben centrarse “en jugar más que en entrenar”.
2. ¿Cuáles son los principales errores que se cometen al hacer ejercicio?
No todo vale cuando los niños se ponen las zapatillas de deporte. Hay muchos errores que se cometen y que deben evitarse. En general, los más comunes son “no calentar, no llevar el calzado adecuado o aumentar la intensidad de los ejercicios sin una adecuada preparación física”, reconoce Armando Macera, adjunto del COT del Hospital Universitario Infanta Elena. En los niños, el principal error es considerarlos como un adulto pequeño. No lo son “en su cuerpo ni en su mente, por tanto, el nivel de exigencia ni puede ni debe ser el mismo”, matiza Suárez Rueda.
Un error común en los niños es el abuso de entrenamiento, con el consiguiente riesgo de que aparezcan lesiones que no son comunes en estas edades, como un desgaste precoz de ciertas articulaciones. El problema está en el auge, en los últimos años, de lo que los expertos denominan la “profesionalización del deporte infantil”.
3. ¿Qué tipos de deporte conllevan más riesgos si se hacen mal?
No todos los deportes son iguales, ni en cuanto a exigencias ni a intensidad, y menos si se habla de niños. Partiendo de la idea anterior de que no son pequeños adultos, es importante tener en cuenta que se trata de una etapa en la que el cuerpo está en pleno crecimiento. Por tanto, los deportes de mayor riesgo en niños son los que “cargan demasiado peso en sus articulaciones y someten al cuerpo a fuerzas excesivas por su cantidad o repeticiones”, afirma Suárez Rueda.
No es recomendable, por ejemplo, que los niños hagan pesas porque se trata de ejercicios repetidos y bruscos que “pueden dañar el cartílago de crecimiento, con la consiguiente ”detención del crecimiento en ese hueso y una alteración en el desarrollo normal del niño“, advierte Borja Muñoz Niharra, responsable de la Unidad de Traumatología y Ortopedia Infantil del Hospital Universitario Infanta Elena.
Tal como recuerda Macera, la mejor manera de reducir problemas en cualquier deporte es la prevención y la precaución.
4. ¿Cuáles son las lesiones más habituales?
De un tiempo a esta parte se ha producido un incremento de lesiones en niños que antes solo se detectaban en adultos. Los expertos atribuyen este problema al sobreentrenamiento de niños y adolescentes. Los problemas más frecuentes suelen ser, según Muñoz Niharra, “lesiones musculares como las roturas fibrilares seguidas de las ligamentosas como los esguinces y las fracturas”. Debe tenerse en cuenta que, además de las lesiones que se producen por caídas o traumatismos, hay otro grupo de lesiones específicas de crecimiento que suelen darse por un exceso de uso, lo que los expertos denominan osteocondrosis por tracción, que se dan en niños que “practican deporte de forma continuada a un ritmo excesivo”. Se trata de lesiones que hasta hace poco se focalizaban solo en adultos con un nivel alto de entrenamiento al fútbol.
Es importante escuchar el cuerpo y atender a cualquier señal que haga. El dolor (que no son lo mismo que las agujetas) es señal de que algo no va bien, por tanto, es el momento de parar.
5. ¿Pueden prevenirse las lesiones? ¿Cómo?
El riesgo de lesiones disminuye de manera considerable realizando estiramientos antes y después del ejercicio. Los estiramientos nos ayudan a ganar “flexibilidad, elasticidad y elongación muscular”, por tanto, preparan la musculatura antes de cualquier actividad física y después porque devuelven al músculo su longitud original. Los estiramientos, además, “evitan lesiones por una sobrecarga y disminuye los dolores musculares post-esfuerzo”, afirma Macera.