Seis motivos por los que la copa menstrual será tu salvación a la hora de hacer deporte

Inés Aguerri Alonso

Se acerca el calor y con él los planes de verano con amigos, la piscina y la playa, las noches eternas de terraceo y los paseos al atardecer. Pero, a pesar de que lo llevo deseando durante años, estos tres meses de impasse lo son para mí, pero no siempre para mi ciclo menstrual.

No me pasa solo a mí en el mundo, lo sé. La vida sigue y no puedo -ni quiero- permitirme cancelar todos mis planes, aunque lo que verdaderamente me apetezca sea acurrucarme en el sofá con el aire acondicionado, la serie y un helado de tres chocolates. 

Quizá, seguir con la rutina de deporte mientras mi útero ha decidido torturarme es uno de los retos más difíciles, aunque ya están mis fieles amigas para recordarme que me vuelvo mucho más simpática después de quemar unas cuantas calorías. Lo que ellas no saben es que no soy la única que, o no rinde, o deja de hacer deporte durante el periodo, pues según un estudio de Intimina, “el 60% de las mujeres afirma que la menstruación tiene un impacto negativo en su rendimiento deportivo”.

Hace unos años, ante una de mis desesperaciones mensuales por encontrar una cura vitalicia al dolor de regla, me di cuenta de que es probable que no exista una solución para eliminar ese cansancio semanal. Pero ahí estaban mis amigas de nuevo, para decirme que, aunque tampoco tienen la solución ni el remedio a los dolores, sí que podían recomendarme una gran ayuda para que practicar deporte con la regla sea pan comido. 

Una de ellas, futbolista profesional -sí, de las que no pueden perderse ni un solo entrenamiento- sacó de su bolso un pequeño recipiente redondo con un aparato dentro y me lo describió: “se llama copa menstrual, ha llegado a tu vida para salvarte el running o los entrenamientos y te voy a contar tantos de sus beneficios que no podrás ponerme ninguna excusa cuando te proponga hacer deporte en tus días”. 

Y como la sororidad es condición indispensable hoy en día, voy a ser buena compañera y te voy a contar todos esos motivos por los que la copa menstrual será tu salvación a la hora de hacer deporte.

Razones por las que deporte y ciclo menstrual ya son compatibles 

Solo le falta ser invisible para que ni te percates de que la llevas puesta. Su estructura permite que se adapte a las paredes vaginales, por lo que la comodidad es la tónica con ella. Solo por eso ya es un plus en tu día a día, pero si a ello le sumas que te permite moverte al 100% sin notar su presencia y sin moverse ni un centímetro, imagínate lo sencillo que es practicar deporte con ella. 

¿Por qué no se mueve? En primer lugar, debido a su efecto vacío; en segundo, porque hay tallas para cada tipo de cuerpo, como una camiseta, vaya. Por ejemplo, la Lily Cup Compact posee la talla A, para mujeres que no hayan tenido hijos o lo hayan hecho por cesárea y la B para aquellas que hayan tenido un parto vaginal, mientras que la Lily Cup One es la indicada para principiantes y adolescentes. Y, ¡sorpresa! Las tres tienen un 25% de descuento del 8 al 15 de julio y un 20% del 16 al 31.

Por si fuera poco, la copa menstrual es compatible con todo tipo de deportes sin miedo a manchar la ropa. Puedes dar cientos de volteretas en ese entrenamiento de gimnasia que tu coach no te deja esquivar por nada del mundo y hacer acrobacias sin preocupación. 

Pero también te permite ir a nadar, ya que es totalmente compatible con el agua, pues no absorbe el cloro ni cualquier otra sustancia que se encuentre en la piscina o el mar. Aunque, si te quieres sentir todavía más segura, Lily Cup tiene el mismo descuento que las anteriores, pero esta añade un doble borde a prueba de fugas para proteger desde los flujos ligeros hasta los más abundantes.

Todas sabemos que una de las demandas más aclamadas durante la regla es la higiene y más todavía si vas a sudar como una deportista de élite yéndote a hacer la carrera de tu vida con esa amiga enferma del running. ¡Que no cunda el pánico! La copa menstrual recoge el flujo en el interior sin entrar en contacto con el aire, lo que significa que no va a producir ningún olor aunque tu amiga te haga transpirar incansablemente. 

La salud, según una sexóloga

La salud es otro de los aspectos beneficiados gracias a su uso: no solo es saludable para la mujer que la utiliza, sino también para el medio ambiente, ya que su material y proceso de producción no contamina. Aunque, tal vez lo más valorado sea lo sana que resulta para la usuaria, pues, como explica la psicóloga clínica y sexóloga del Instituto de Urología Serrate & Ribal Carme Sánchez, “la mayoría de los materiales con los que están fabricadas las copas menstruales son silicona, látex o plástico quirúrgico, los cuales no tienen poros y, por tanto, son resistentes al crecimiento bacteriano, es decir, evitan las infecciones, ya que son seguros para estar en contacto con la mucosa vaginal”.

Otro de los motivos por los que te enamorarás de este pequeño cono se debe a su larga duración. Su gran capacidad te permite aguantar con ella puesta sin cambiarla durante ocho horas, aunque también puedes cambiarla tantas veces como desees. Así que, para tu grata sorpresa, salir a correr con ella un rato o irte a una maratón durante todo el día sin preocuparte por nada más que disfrutar es misión más que posible. 

Y no solo es longeva a la hora de llevarla puesta, sino también en su vida útil, dado que es reutilizable durante 10 años y, por consiguiente, a largo plazo es mucho más económica que cualquier otro método.