En los países de tradición vinícola, como España, algunas personas consideran el vino como un alimento. Es por lo que beber vino no es como hacerlo con cualquier otro tipo de bebida elaborada industrialmente en cualquier parte del mundo, sino que, como consideran Carlos Vázquez y Javier Valencia, CEO y CMO, respectivamente de bodegas.bio, “consumir vino implica también contribuir a preservar un paisaje y unas tradiciones, así como apoyar la economía rural, a través de proyectos de pequeños productores, en muchos casos, ubicados en la España vaciada”.
Parten de que los vinos ecológicos habían sido injustamente desprestigiados y que las pequeñas bodegas que apuestan por la agricultura ecológica merecían un espacio propio en que el comprador supiese que todo el vino que se vende en el portal ha sido producido de forma respetuosa con el medio ambiente. Es sabido y reconocido que la agricultura ecológica genera importantes ventajas medioambientales.
Con esta motivación en mente de lograr la dinamización de las zonas rurales, Vázquez fundó el año pasado el marketplace bodegas.bio, la plataforma digital especializada en la venta online de vino ecológico, formada, de momento, por 76 bodegas y 500 vinos de toda España, la mayor parte muy pequeños, entre los que pretende generar un triple impacto: económico, ambiental y social.
El proyecto partió de la base de que estos viticultores soportan ciertas dificultades para comercializar sus productos en internet, dadas sus producciones limitadas y escasos recursos, así que la solución pasa por mejorar su visibilidad para conectar a productores de vino natural, ecológico y biodinámico con consumidores concienciados con un consumo responsable, la preservación del medio ambiente y la necesidad de apoyar las economías rurales.
Una forma diferente de comprar vino online
bodegas.bio nació en el 2020 y lo hizo en un mercado tradicional porque pensaban que las cosas se podían hacer de otra manera. Su diferenciación se basa en que en el portal sólo vende vino bio certificado, pero además de eso los emprendores gallegos apostaron por un modelo de funcionamento donde el impacto mediambental del transporte del vino fuese lo menor posible.
“Todos nuestros envíos salen siempre de su respectiva bodega, consiguiendo de esta forma un doble propósito, optimizar la conservación del vino y minimizar la huella de carbono del transporte, cuando compras en bodegas.bio sabes que el vino sólo ha hecho un viaje en su vida, el que va desde la bodega hasta tu casa. En general esto no sucede así, sino que el vino va de la bodega al distribuidor, del distribuidor a la tienda online y de allí al consumidor final”, explica su fundador.
El mapa que se incluye en la página de bodegas permite seleccionar las bodegas que se encuentran en un determinado radio con respecto a la ubicación del comprador.
En cuanto a la operativa de la web y teniendo en cuenta la productividad de los pequeños viticultores, se ha establecido un importe mínimo de pedido por bodega de 19€. Y con la comodidad de que se puede realizar un pedido simultáneamente a varias bodegas y habitualmente es recibido a domicilio en un plazo de 72 horas.