Manuel, lector y socio de eldiario.es, nos plantea la siguiente cuestión en el texto de un correo electrónico: “tengo una duda: no soy ya una persona joven y la doctora me ha recomendado andar a buen ritmo cada día una hora por tema de peso, de corazón y también de espalda. Lo que pasa es que no puedo salir a andar por el horario y en su lugar hago bicicleta estática en mi casa durante unos cuarenta o cuarentas y cinco minutos. ¿El ejercicio es el mismo que al andar una hora?”
Es normal que, con la vida sedentaria que solemos llevar, los y las profesionales de la salud nos recomienden hacer ejercicio físico en nuestro tiempo libre si nuestra profesión nos obliga a estar quietos mucho rato y en posiciones forzadas. Ahora bien, el formato deportivo va a depender mucho de nuestras condiciones físicas, nuestra edad y nuestra disponibilidad. No es lo mismo ser una persona joven con problemas de sobrepeso que otra mayor con alguna lesión de espalda o rodilla.
En el primer caso, tal vez el running, de una forma progresiva y moderada, aprendiendo la técnica, puede ser el deporte idóneo para corregir el exceso de grasa, pero en el segundo, este mismo deporte seguramente no será el más recomendable, tal como explicamos en Diez argumentos en contra de la moda del running.
Para una persona con problemas de articulaciones pueden ir bien otros deportes o incluso andar deprisa, lo que le ha recomendado su médica a Manuel. Así lo detallamos en su día en ¿Qué es mejor para el corazón, correr o andar deprisa?. Otras opciones pueden ser la natación -exceptuando modalidades como la mariposa y la braza, agresivas con la espalda- o bien el ciclismo. Otra cosa es el ciclismo estático por el que nos pregunta Manuel.
A bote pronto le podemos responder que la equivalencia entre andar una hora rápido o bien hacer bicicleta estática es difícil de calibrar, aunque dependerá sobre todo de las resistencias que se marque en el programador de circuitos del aparato. A mayor resistencia, más esfuerzo y por tanto más gasto calórico. Pero, no todo en la salud es gastar calorías y en general hay unas ventajas de andar que la bici estática no contempla, aunque a su vez presenta unos valores añadidos que son interesantes y que le pueden hacer un sustituto válido e incluso mejor del paseo diario.
A favor de las bicicletas estáticas
- Su amplitud de opciones: estas máquinas suelen tener distintos tipos de circuitos o programas pensados para las diferentes necesidades de cada persona. Desde los y las que desean quemar calorías con programas aeróbicos a los que precisan ganar musculatura en piernas y glúteos con altas resistencias.
- Su independencia del clima: al estar en cerrado y a cubierto, la bici estática permite hacer ejercicio sin necesidad de pasar frío o calor, algo que en climas externos puede ser fundamental si las condiciones exteriores son impracticables. También nos protege de la lluvia y por supuesto de las emisiones contaminantes en ciudad.
- Respeta más las articulaciones: al no haber impacto con el suelo las articulaciones sufren mucho menos en la rotación, a no ser que forcemos en exceso las resistencias, con lo que podríamos poner en riesgo las rodillas.
- Menor riesgo de lesiones: es un deporte basado en una rotación circular, sin impactos, en el que se puede modular el esfuerzo y en el que no nos encontramos con firmes irregulares. Si hablamos de personas de una cierta edad que no emplean programas extremos, la bicicleta estática es una garantía contra las lesiones.
- Mayor tonificación muscular: A no ser que andemos en campo abierto y con pendientes, el paseo diario es un trabajo aeróbico pero no de refuerzo muscular modulable, como sí nos permite fijar la bicicleta estática.
A favor del paseo a buen ritmo
- Nos saca de casa: si el clima acompaña y además vivimos en un entorno rural o con parques, el beneficio de un paseo rápido no es solo físico sino también psicológico, tal como explicamos en Paseos por el bosque y el campo: ¿tiene beneficios físicos y psicológicos?No hay que desdeñar este plus, pues psique y salud están totalmente relacionados entre sí. Además, para muchas personas mayores el ejercicio físico es la excusa perfecta para salir de casa y evitar el aislamento.
- Tonificamos el tren inferior: pedalear es bueno, al igual que nadar, pero el ser humano es un bípedo, un bicho diseñado para andar sobre dos piernas y por tanto su salud articular depende en buena manera de lo mucho o poco que ande. El andar es como una máquina de engrasar los músculos y las articulaciones desde los pies a las primeras vértebras, las lumbares, de la espalda.
- Perdemos peso más rápido: si paseamos a buen ritmo, llegando al jadeo, desplazamos nuestro propio cuerpo y hacemos más ejercicio aeróbico que en la bici estática, siempre hablando de personas mayores. Si nuestro problema es el sobrepeso, es posible que perdamos kilos más deprisa andando. Otra cosa es que perdamos masa muscular en exceso, ya que tener una buena masa muscular es un modo de tener a raya a la grasa.
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