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Hombres y mujeres, a partir de los 50 años, con una media de 70-71 años. Estas son las cifras y los datos que más bien definen la incidencia del cáncer de colon, el de mayor incidencia en España; el segundo en varones después del de próstata y el segundo en mujeres después del de mama, según el informe Las cifras del cáncer en España 2019.
El 31 de marzo es el día dedicado a la sensibilización sobre el cáncer de colon, cuya mortalidad parece cambiar de forma más rápida que en otros tumores con los cambios de estilo de vida y en la dieta y gracias a una mejora de los métodos de cribado.
Esto explicaría que, aunque la incidencia de este cáncer aumenta de forma progresiva, la supervivencia también sea cada vez mayor. España tiene unas tasas de supervivencia a los cinco años del 64%, por encima de la media de los países europeos, que está en el 57%. En el Día Mundial del Cáncer de Colon es un buen momento para recordar de qué manera podemos hacerlo.
Cómo reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon
Las investigaciones muestran que los hábitos relacionados con la dieta, el peso y el ejercicio están fuertemente relacionados con el riesgo de cáncer de colon. Por tanto, reducir y modificar algunos hábitos también puede minimizar el riesgo no solo del cáncer de colon sino también de otras enfermedades cardíacas y diabetes.
- Vida activa: realizar ejercicio físico ayuda reducir el riesgo de cáncer de colon y pólipos. Lo ejemplifica un estudio del Instituto Nacional del Cáncer estadounidense realizado en más de 1,4 millones de personas y publicado en JAMA Internal Medicine según el cual los niveles más altos de actividad física se asocian con un riesgo de un 16% menor de cáncer de colon.
- Alimentación saludable: priorizar alimentos como frutas, verduras y alimentos integrales, así como limitar carnes rojas y procesadas nos ayudará a reducir el riesgo. según un estudio publicado en American Institute for Cancer Research, estos últimos alimentos se relacionan con un mayor riesgo de cáncer colorrectal debido a su contenido en grasas saturadas, que favorecen la proliferación de las células del colon.
- Reducir el consumo de alcohol: el consumo de alcohol regular se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de colon y recto. La Sociedad del Cáncer estadounidense sugiere limitar el consumo de alcohol a dos bebidas al día para los hombres y a una para las mujeres.
- No fumar: el tabaco libera una variedad de compuestos cancerígenos, incluidos los hidrocarburos aromáticos polinucleares, las aminas heterocíclicas y las nitrosaminas, que pueden llegar a la mucosa colorrectal a través del sistema circulatorio o por ingestión directa.
- Prestar atención a las deposiciones y evitar el estreñimiento: debemos estar atentos a cambios que se pueden producir, como presencia de sangre en las heces, cambios en el ritmo intestinal, dolor o molestias abdominales, pérdida de peso sin causa aparente y cansancio.
El diagnóstico precoz, principal arma de prevención
El diagnóstico precoz es clave en la prevención del cáncer de colon, ya que la mayoría de los tumores se desarrollan en el tiempo a partir de pólipos benignos. Se ha demostrado además que la supervivencia es mayor cuando los tumores se diagnostican en estadios iniciales.
Las pruebas de detección tienen como objetivo identificar el cáncer de colon en personas que no tienen síntomas típicos, como sangre en las heces o dolor abdominal. El programa de cribado se basa en dos pruebas básicas para detectar lesiones premalignas o el cáncer colorrectal que aún no se ha manifestado:
- Detección de sangre oculta en las heces (test fecal inmunoquímico SOH): detecta de forma precoz este tipo de cáncer. Consiste en analizar si existe sangre no visible a simple a vista en una pequeña muestra de heces. Y es que las lesiones cancerosas y precancerosas sangran, y es precisamente esta sangre la que se intenta identificar a través del test de sangre, una prueba que suele realizarse a partir de los 50 años cada dos años. Debe tenerse en cuenta que el test no es diagnóstico de cáncer, sino que pone de manifiesto la existencia de sangre en las heces.
- Colonoscopia: permite examinar el interior del colon y el recto a través de un dispositivo que se inserta a través del ano: un tubo largo y flexible con una diminuta cámara de vídeo en el extremo. Durante este proceso, el médico puede extirpar y hacer una biopsia de cualquier pólipo que encuentra, lo que lleva a determinar si alguno es canceroso, precanceroso o benigno. Esta particularidad, la de eliminar los pólipos a través de la colonoscopia, es una de las razones por las que las tasas de mortalidad han disminuido en las últimas décadas.
Ambas pruebas se recomiendan a partir de los 50 años si no hay antecedentes familiares. Este tipo de cáncer se puede curar en el 90% de los casos si se consigue diagnosticar en las fases tempranas de la enfermedad. De ahí que la prevención sea la forma más potente de luchar contra esta enfermedad.
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