Nueve trucos para que no te piquen los mosquitos

Con la llegada del verano, las comidas al aire libre, los días de playa y las excursiones a la montaña, también llegan los mosquitos. Sus picaduras molestan a grandes y pequeños y, pese a que no suelen ser generalmente peligrosas, sí pueden llegar a ser muy molestas.

Suelen hacer acto de presencia sobre todo durante la noche, que es cuando salen de su escondite (donde han permanecido alejados de los rayos solares que tanto odian) para buscar a sus víctimas, que localizan gracias a unos sensores que detectan el olor corporal y, sobre todo, el dióxido de carbono.

¿Por qué pican los mosquitos, y por qué siempre a mi?

Los mosquitos no tienen buena vista, pero sí un buen olfato. De ahí que se guíen por el olor, y sus picaduras están relacionadas con la cantidad de dióxido de carbono que se emite al respirar: cuanta más cantidad de dióxido de carbono y otras sustancias como la que se emite al sudar (ácido láctico), más posibilidades de que piquen.

También influye el color de la piel. La cantidad de dióxido de carbono es distinta según la persona, depende sobre todo de la dieta o el ejercicio, lo que explica que algunas personas sufran más picaduras que otras. Las que pican son las hembras, que son las que necesitan unas proteínas que contiene la sangre para que se desarrollen sus huevos.

Al picar, los mosquitos segregan su saliva con una sustancia que produce una reacción química a quien sufre la picadura. Según sea la predisposición, se libera más o menos histamina y se puede formar una zona rodeada de un edema. También debe tenerse en cuenta la predisposición individual, que hace que la respuesta a la picadura sea más o menos intensa.

Por tanto, las reacciones pueden ir de las más superficiales (un punto de picadura) hasta las más graves. Por suerte, en España las picaduras no están en general relacionadas con enfermedades graves, como ocurre en países de Asia o África, sino que suelen producir una afectación local y limitada. Aun así en verano en el mediterráneo conviene ir con cuidado con el mosquito tigre, portador del virus del zica

Nueve maneras eficaces de prevenir las picaduras

1. Instalar mosquiteras 

Instalarlas en ventanas y alrededor de las camas. Son muy efectivas para evitar las picadas, pero solo si los poros tienen unas medidas de 1,2 mm por 1,2 mm. También es recomendable mojarlas con insecticidas como la permetrina para aumentar la protección.

2. Usar repelentes cutáneos 

Se pueden poner tanto de día como de noche y, en niños, debe tenerse precaución según la edad (en menores de dos años debe tenerse cuidado con los repelentes que se usan para evitar riesgos). No deben dejarse al alcance de los niños, no deben aplicarse cerca de la boca ni de los ojos ni en zonas quemadas por el sol o en heridas.

Un repelente ideal debe tener alta eficacia a un gran número de especies de mosquitos, baja toxicidad tópica, pocas interacciones y facilidad de aplicación. Los repelentes no matan el mosquito, lo mantienen lejos de la zona donde se ha aplicado durante al menos de cuatro a ocho horas.

Están en varios formatos (leches, roll-on, toallitas, lociones, etc.). También existen los repelentes para la ropa que, si se usan con cuidado, son de larga duración, no estropean la ropa y solo desprenden olor en el momento de aplicarse. 

3. Pulseras antimosquitos 

Han surgido sobre todo en los últimos años, y su principal característica es que llevan en su interior algún tipo de repelente, en la mayoría de los casos la citronela. De todos modos, su protección es muy limitada y conviene no fiarlo todo a ellas. 

4. No usar olores dulces 

No ponerse champú, jabón, colonia o cremas con aromas dulces.

5. Evitar el hábitat del mosquito 

Esto debe respetarse especialmente en el horario de máxima actividad (a partir de las últimas horas de la tarde y durante la noche). También deben evitarse las fuentes de agua estancada que pueda haber cerca (los mosquitos necesitan agua para reproducirse). Si hay bebida para mascotas cerca, deberá cambiarse el agua con frecuencia; y, si hay piscina en el jardín, debe tratarse el agua con cloro de manera periódica.

6.  Usar ropa de colores claros y de manga larga 

Los colores claros reflejan más la luz en la noche y molestan a los mosquitos, con lo que aumentamos la probabilidad de no ser nosotros los destinatarios de sus picadas. Por otro lado, obviamente cuanto más cubiertos estemos, mejor será nuestra protección.

7. Usar remedios naturales 

Usar remedios naturales Algunos productos naturales pueden tener efectos repelentes, como un vaso de vinagre, o el uso de plantas aromáticas como el romero, el geranio mosquitero, la citronela, los eucaliptos, el tomillo y la albahaca.

Podemos ponerlos por la noche en las ventanas o bien en la mesa si cenamos en la terraza o el jardín, pero su protección es un tanto aleatoría. También hay velas con aceites repelentes o espirales que se queman produciendo un humo basado en estas sutancias, que son más eficaces. 

8. Dormir con enchufes vaporizadores de repelente 

Los vapotizadores de repelente son depósitos de líquido que se calienta, al estar el dispositivo enchufado a la corriente, y se evapora, creando un ambiente con olores que molestan al mosquito. Conviene encenderlos al irlos a dormir y no debemos olvidarnos de apagarlos por la mañana, ya que de lo contrario los malgastaremos inútilmente. 

9. Pasar de los dispositivos ultrasonidos 

No, los dispositivos supuestamente basados en ultrasonidos que se venden en ferreterías y otras tiendas, al parecer no funcionan

Qué hacer si, pese a todo, pican

Si, a pesar de seguir todas las recomendaciones para evitar las picaduras de mosquitos, no lo conseguimos, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones.

  • Lavar la piel con agua y jabón.
  • No rascarse; si lo hacemos, se favorece la liberación de más histamina y, si esta se libera en mucha cantidad, puede producirse una reacción a la picadura. También puede ser que se infecte la herida y aumente el dolor. En algunos casos, si la infección es importante (piel caliente, roja, inflamación y dolor), deberá acudirse al médico para que valore la necesidad o no de tratarla con antibiótico
  • Aplicar frío para disminuir la inflamación.
  • Aplicar una loción de calamina y, si el prurito es importante, el médico puede administrar antihistamínicos orales.
  • Con inflamaciones importantes puede ser necesario aplicar cremas con corticoides.

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