Consultorio

Está bien sentir: pregunta a Sara Torres

Sara Torres, autora de 'Lo que hay' (Reservoir Books).

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Nuestras mejores interlocutoras en momentos difíciles o contradictorios no siempre son las personas que tenemos más cerca. A veces una conversación importante necesita aventurarse hacia otros lugares, más allá de nuestro contexto o comunidad, para ampliar la libertad de reflexionar, imaginar y decir. Esta nueva sección nace con la voluntad de ofrecer refugio a la pasión, la contradicción y la duda. Rastreando etimologías, la palabra consultorio aquí no hará referencia a un “establecimiento donde se dan consejos” sino a la disposición de un espacio donde “considerar, reflejar, deliberar conjuntamente, experimentar y juzgar bien”. En definitiva, donde prestar atención a las emociones y las pasiones que a menudo silenciamos para poder cumplir con nuestros ideales de vida productiva.

Este será un espacio donde prestar atención a las emociones y las pasiones que a menudo silenciamos para poder cumplir con nuestros ideales de vida productiva

Como seres afectivos, vivimos una realidad donde lo emocional está siendo constantemente atravesado por la norma cultural, el lenguaje y las ideologías. Ser capaces de entregarnos a una exploración de lo emocional sin responder a la demanda de la norma o del pensamiento ideológico es un objetivo complejo, pero creo que también importante para vivir con más libertad y cuidado. Quisiera aquí poder abrir una grieta en la rutina de los intercambios sociales que permita una forma de conversar donde la contradicción es posible y se contempla con interés y calma. Una ventanita que poder atravesar movidxs por el deseo de observar nuestros procesos emocionales y mentales como una realidad que es a la vez íntima y compartida.

La experiencia de afinidad y sincronía con las otras nos ayuda a perseverar en el esfuerzo que cada cuerpo realiza a diario para seguir viviendo, amando, cumpliendo con sus tareas y realizando cuidados. Pero también para poder resistir frente a aquellas formas de poder que se disfrazan de normalidad y nos reducen poco a poco, reducen nuestra ilusión y nuestra potencia vital. En 2003 el grupo activista Feel Tank Chicago propuso el eslogan “Depressed? It might be political” (¿Deprimido? Podría ser político) para sacar el malestar emocional y psíquico del ámbito privado y llevarlo a la discusión pública. Creo que cuando reconocemos nuestro dolor en el dolor de las otras, cuando conseguimos el gesto antisistema de atrevernos a mirar el dolor de lxs otrxs con empatía, nuestra propia angustia deja de asustarnos. Ya no hay tanta “culpa” por el sufrimiento. Dejamos de entender el sufrimiento como una malformación, una pasión baja e indeseable para el cuerpo productivo. Relajamos el imperativo de ver, examinar y evaluar nuestra vida desde la lente de la felicidad obligatoria.

Una exploración de lo emocional sin responder a la demanda de la norma o del pensamiento ideológico es un objetivo complejo, pero creo que también importante para vivir con más libertad y cuidado

De los misterios del vivir yo no sé más que nadie. Todo cuerpo vivo tiene, consciente o inconscientemente, su conjunto de saberes e intuiciones que le permiten continuar día tras día. Las respuestas a vuestros mensajes en este consultorio serán cartografías de la duda, modos de indagar en lo que vivieron y pensaron otras, lo que compartieron en canciones, textos literarios, frases pronunciadas en un momento de intimidad, archivos orales o escritos. La idea es crear un espacio de búsqueda común, donde no nos une una posición, una perspectiva o una respuesta determinada, sino la curiosidad y el deseo de buscar.

Esperamos que enviéis reflexiones, preguntas, contradicciones, deseos de indagar sobre una realidad, un placer, un duelo

Después de la publicación de Lo que hay, comprendí de forma especial que la pasión y el dolor que atraviesa una vida nunca es excepcional. Si pudiésemos abiertamente explorar aquello que nos angustia, encontraríamos muchos puntos en común en la experiencia de las otras. Estos meses ha sido precioso formar parte de conversaciones y podcasts que han viajado a través de preocupaciones compartidas. Especialmente, el capítulo de Ciberlocutorio sobre el dejar ir, con Andrea Gumes y Anna Pacheco, removió la necesidad de una conversación amplia sobre lo emocional. A través de esta colaboración bimensual con elDiario.es, quisiera poder ofrecer una oportunidad rutinaria para reflexionar juntas: esperamos que enviéis reflexiones, preguntas, contradicciones, deseos de indagar sobre una realidad, un placer, un duelo. A partir de vuestros mensajes, buscaré referencias que puedan ayudarnos a pensar. Sobre todo, quiero practicar con vosotrxs usos de la imaginación que nos acompañen y nos consuelen mientras tanteamos formas para vivir mejor, descansar más por las noches, amar con menos desconfianza y mayor alegría.

Estos son mis deseos para los meses que vienen: ¿cuáles son los vuestros?

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