Pedro Solbes publica en noviembre un libro que dará bastante juego. Se titula Recuerdos: 40 años al servicio del Estado y son sus memorias. La parte que será más polémica narra la intrahistoria de su lustro como vicepresidente económico en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Lo edita Planeta; muy pocos lo han leído y los que lo han hecho cuentan que es durísimo con el expresidente socialista. Solbes retrata a Zapatero como un gobernante bien intencionado pero incompetente, un «optimista iluso», responsable de gran parte de los desastres económicos por los que ha pasado el país tras su mandato. Según la versión de Solbes, Zapatero ignoraba completamente sus recomendaciones. No le hacía ni caso. En el 2008, al final del primer mandato de Zapatero, Solbes quiso dimitir, pero Felipe González le convenció para que continuara en la segunda legislatura. Lo hizo a regañadientes y aguantó un año más hasta que vio que Zapatero seguía rechazando sus consejos. De despedida, dejó al presidente una carta con todas las reformas que creía necesarias para evitar el desastre. La carta, que difundirá en su libro, coincide en gran medida con lo que un par de años después exigió el entonces presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet. La gran pregunta que Solbes deja implícita: ¿qué habría pasado si Zapatero hubiese seguido esas recomendaciones dos años antes de que lo impusiese el BCE?
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Pedro Solbes publica en noviembre un libro que dará bastante juego. Se titula Recuerdos: 40 años al servicio del Estado y son sus memorias. La parte que será más polémica narra la intrahistoria de su lustro como vicepresidente económico en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Lo edita Planeta; muy pocos lo han leído y los que lo han hecho cuentan que es durísimo con el expresidente socialista. Solbes retrata a Zapatero como un gobernante bien intencionado pero incompetente, un «optimista iluso», responsable de gran parte de los desastres económicos por los que ha pasado el país tras su mandato. Según la versión de Solbes, Zapatero ignoraba completamente sus recomendaciones. No le hacía ni caso. En el 2008, al final del primer mandato de Zapatero, Solbes quiso dimitir, pero Felipe González le convenció para que continuara en la segunda legislatura. Lo hizo a regañadientes y aguantó un año más hasta que vio que Zapatero seguía rechazando sus consejos. De despedida, dejó al presidente una carta con todas las reformas que creía necesarias para evitar el desastre. La carta, que difundirá en su libro, coincide en gran medida con lo que un par de años después exigió el entonces presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet. La gran pregunta que Solbes deja implícita: ¿qué habría pasado si Zapatero hubiese seguido esas recomendaciones dos años antes de que lo impusiese el BCE?
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