Opinión y blogs

Sobre este blog

El verdadero plan de Casado cuando nombra como candidato a Iturgaiz

“Quiero un PP reconocible por moderado”, decía hace unos meses Pablo Casado. No parece que ese sea su verdadero plan. Defenestrar a Alfonso Alonso para sustituirlo por un candidato a lehendakari como Carlos Iturgaiz solo sirve, en el mejor de los casos, para hacer pasar por moderado a Vox.

“En España estamos en un momento político gravísimo”, dejó dicho Iturgaiz en su primera entrevista como candidato –con Jiménez Losantos, dónde mejor–. “Hay un gobierno fasciocomunista que lo que quiere es, entre otras cosas, romper y destruir la unidad de nuestra nación, de España. Tenemos que aunar fuerzas estando juntos o yendo por separado”.

Con “gobierno fasciocomunista”, Iturgaiz se refiere al legítimo gobierno de España, elegido por el Parlamento Español. Y con “aunar fuerzas” ante la inminente amenaza de destrucción de España, Iturgaiz apela a Vox, esa formación que preside “Santi” (sic) Abascal. “Una persona maravillosa”, según le califica Iturgaiz.

Hablamos del mismo Iturgaiz que, en abril del año pasado, Casado relegó al puesto 17 de la lista de las europeas. Al enterarse, el hoy renacido Iturgaiz dejó la política. Era una enorme humillación: en esas elecciones, el PP solo sacó 12 escaños.

Hace menos de un año, Iturgaiz solo servía de relleno de la lista del PP. Hoy “es la respuesta”, en palabras del secretario general del PP, Teodoro García Egea: “Iturgaiz representa el constitucionalismo en su máxima expresión”.

El “constitucionalismo”, al parecer, consiste en insultar al gobierno legítimo y a sus votantes, esos “fasciocomunistas” a los que, en esa misma entrevista, Iturgaiz tacha de “enemigo político que viene a destrozar todo lo que hemos hecho durante siglos entre vascos, catalanes, andaluces, gallegos y madrileños”. Es un discurso guerracivilista difícil de superar, incluso para los nuevos estándares de su amigo “Santi” Abascal.

¿Por qué revive Iturgaiz? ¿Por qué quien antes solo valía para hacer bulto en la lista de las europeas hoy es la mejor “respuesta” que el PP puede ofrecer para las elecciones vascas?

Hay dos posibles respuestas y ninguna deja a Casado demasiado bien.

La primera, que el presidente del PP ha decidido alcanzar “la moderación” compitiendo en discurso con la extrema derecha. Que da por amortizado a Ciudadanos –ese partido en vías de extinción– y solo teme que se le fuguen sus votantes por el fondo ultra, que quiere taponar. Para esa competición, nadie mejor que un representante del ala dura del PP. Un dirigente del PP que aún no se ha enterado de que ETA dejó de matar hace ya diez años –ellos hablaban de “tregua trampa”–. La misma madera de la que nació Vox.

La segunda, y más probable: que Casado no está colocando ni a los más duros ni a los más blandos. Solo a aquellos que le garanticen fidelidad.

Casado sabe que heredará La Moncloa si aguanta el tiempo suficiente sobre el toro mecánico en el que está. Más tarde o más temprano, todo gobierno pierde las elecciones en España –rara vez lo gana su rival–. Y para ser presidente, lo más importante no es el resultado electoral. Es mantener el control del partido, esperar turno y eliminar a cualquier rival potencial.

Porque la estrategia de Pablo Casado es la misma que antes hizo –a la tercera– presidente a Mariano Rajoy: “La vida es resistir”.

“Quiero un PP reconocible por moderado”, decía hace unos meses Pablo Casado. No parece que ese sea su verdadero plan. Defenestrar a Alfonso Alonso para sustituirlo por un candidato a lehendakari como Carlos Iturgaiz solo sirve, en el mejor de los casos, para hacer pasar por moderado a Vox.

“En España estamos en un momento político gravísimo”, dejó dicho Iturgaiz en su primera entrevista como candidato –con Jiménez Losantos, dónde mejor–. “Hay un gobierno fasciocomunista que lo que quiere es, entre otras cosas, romper y destruir la unidad de nuestra nación, de España. Tenemos que aunar fuerzas estando juntos o yendo por separado”.