El 25M los partidos se juegan más en Cataluña que en cualquier otro territorio. Los sondeos publicados hasta la fecha coinciden en premiar electoralmente a las formaciones partidarias de la consulta, principalmente a ERC. El ascenso de los republicanos catalanes podría condicionar mucho los equilibrios que CiU ha venido realizando para evitar ser desbancado como referencia principal del nacionalismo catalán. En el PSOE temen hacerse de nuevo la foto de un agujero electoral donde hasta no hace mucho tenían un granero. En el PP también andan preocupados por el escaso tirón de Alicia Sánchez Camaño y el espectacular ascenso de Ciudadanos.
En el ámbito nacionalista, ERC se siente fuerte y su candidato Josep María Terricabras se permite lanzar la idea de la entrada de ERC en el Gobierno de Artur Mas, antes incluso de la consulta. El candidato a las europeas lanzó el órdago en un acto electoral en el que vino a señalar que CiU por sí misma no podría soportar la tensión que se espera para las fechas previas al 9 de noviembre. En CiU saben que dar entrada a los republicanos de izquierda podría suponer para ellos el abrazo del oso. Nadie moverá ficha alguna hasta ver si los resultados del 25M confirman el ascenso de los de Oriol Junqueras.
La cuestión catalana está cobrando espacio propio en los últimos días de campaña. Así quedó evidenciado en el debate a seis, celebrado este martes en TVE. Terricabras y Ramón Tremosa reclamaron en varias ocasiones el derecho a una Cataluña independiente pero dentro de Europa y se enzarzaron con González Pons en torno a la materia.
La campaña electoral ha permitido relanzar el debate soberanista con la complicidad de alguno de los candidatos a nivel europeo. La opción de los verdes para presidir la Comisión Europea, Ska Keller apoya sin matices la consulta. Alexis Tsipras (Izquierda Unitaria) se manifestó en la misma línea, aunque menos contundente por la partición de Chipre. El candidato griego señaló que su formación respeta “el derecho de autodeterminación de los pueblos” aunque los nacionalismos “nunca llevan a resultados positivos”.
La desintegración del PSC
Cuestión relevante será también la lectura que de sus resultados harán los socialistas en Cataluña. Todavía recuperando el aliento, tras ver a Pasqual Maragall en un acto de ERC, los de Pere Navarro se enfrentan a la posibilidad de registrar el resultado más escuálido de su historia en unas elecciones. Hasta hace no mucho era frecuente contemplar actos hasta la bandera en territorio catalán en apoyo electoral del PSOE, una circunstancia muy alejada de la realidad actual.
Paralelamente, el PSC tendrá que analizar otra variable anunciada para el periodo postelectoral: la llegada de las primarias y la vuelta de Carme Chacón a la primera línea de las esfera política. La política catalana está decidida a dar la batalla contra quien sea y su reaparición tendrá evidentes efectos en la marcha de un partido con quien la exministra de Zapatero ha marcado recientemente más lejanías que complicidades.
El descorche de Ciudadanos
La apuesta decidida de Albert Rivera por lanzar su marca política a la contienda europea parece, según todas las encuestas, encaminada al éxito con entre uno y dos eurodiputados. ¿De dónde salen esos votos? Hace tiempo que Rivera ha aglutinado antiguos votantes del PP, pero también es motor de arrastre para votantes de UPyD, con quien intentó un acercamiento que no fructificó porque ni él ni Rosa Díez están dispuestos a ser segundo del otro.
Así las cosas, la combinación de factores hacen del entramado catalán una de las derivadas más importantes de las europeas. El 25M podría suponer un varapalo para los partidos instalados, de manera tradicional, en el Gobierno y en la oposición de la Generalitat.