Rajoy se convierte estos días en el protagonista de la campaña del PP, en medio de la depresión que en Genova 13 ha generado el destape machista que Miguel Arias Cañete se hizo en la entrevista de Antena 3. La presencia del presidente del Gobierno en los últimos mítines ya estaba prevista, pero ahora cobra una importancia destacada ante el temor instalado en el PP de que las encuestas puedan girar lo justo para deshacer el empate técnico, marcado por varios sondeos, en favor de los socialistas.
Cinco mítines en siete días. Es la fotografía de un Rajoy que preveía para este tramo final un terreno llano y una victoria basada en la campaña más corta de la historia. El PP evitó la precampaña, Rajoy demoró el nombramiento de candidato pero ahora, tras el fiasco de Cañete, muchos en Génova se preguntan si el exministro era la mejor opción para enfrentarse a Elena Valenciano y a la marea de nuevas formaciones que podrían dibujar en las urnas la foto fija de un descontento general a solo dos años de las elecciones generales.
Tras la derrota en el debate y el error posterior, en Génova 13 han arreciado las críticas hacia los estrategas de campaña. Todo muy sotto voce, al estilo del PP, pero con el reproche puesto en la espalda de Pedro Arriola, el comandante de Rajoy para asuntos electorales.
Los socialistas se han venido arriba y están administrando por goteo la deriva machista de la oferta popular. No falta mitin en el que Valenciano y Rubalcaba hagan ahora explícita referencia a la postura sobre la mujer en uno y otro partido. Frente a ellos, Cañete apenas balbuceó una disculpa en Twitter, para posteriormente volver a la trivialidad y difundir en redes sociales una foto en el tren junto a unas chicas que viajaban a una despedida de soltera.
¿De qué hablará Rajoy lo que resta de campaña? De Cañete, lo justo. En el PP han entendido que cuanto más se defiendan de las acusaciones de machismo, más se enlodan en el asunto. Así las cosas, el presidente del Gobierno reeditará su argumentario de que las cosas van mejor ahora y que los males de cualquiera tienen a Zapatero por culpable.
Mientras tanto, el resto de formaciones asiste al debate con la incomodidad de quien teme que todo se centre en el combate entre los dos grandes partidos. IU, UPyD, Podemos y Primavera Europea saben bien que la pelea entre PP y PSOE les perjudica e intentan evitar los perjuicios de la polarización inevitable que el error de Cañete ha introducido en la campaña.
'¿Cuál es tu opinión de las mujeres?', parece ser el leit motiv de los socialistas en lo que queda de campaña, como si el resto no tuviese opciones alternativas a la cuestión.
Nada de lo que está sucediendo estaba previsto. Los socialistas ni soñaban con liderar un debate político en estas elecciones, pero Cañete les ha hecho el regalo de su vida. Ese error podría contribuir a fijar votos que estaban alejados de la esfera de Valenciano por el enfado general que ha provocado Cañete. Es singular el hecho de que el exministro decidiera enfangar su campaña en la entrevista más a favor que podía imaginar: Cañete erró en Antena 3, del grupo Planeta. Dicho de otro modo, la pifió en casa, y eso es lo que sus compañeros de partido no le perdonan.