El gabinete de Iñigo Urkullu ha aprobado este martes, en la sesión semanal del Consejo de Gobierno, el proyecto de presupuestos para 2022. El Ejecutivo no tendrá apreturas para sacarlo adelante, ya que PNV y PSE-EE disponen de mayoría absoluta en el Parlamento. Eso sí, el hombre de los números del lehendakari, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha destacado que hay “vías abiertas” para buscar acuerdos con otros partidos de la oposición. El pasado año se exploró sin éxito un pacto con Elkarrekin Podemos-IU. Solamente se cierra la puerta al diálogo con Vox -“no estamos aquí para perder el tiempo”- pero sí ha anunciado “contactos” con PP+Cs y con EH Bildu además de con la coalición de izquierdas. “Pocas pegas pueden tener. Son unos buenos presupuestos”, ha dicho preguntado sobre cómo acogerán el resto de formaciones estos números. Se prevé que sea el 23 de diciembre, con o sin oposición, cuando la Cámara apruebe la ley económica fundamental del año. Antes, el 29 de octubre, será cuando se ofrezca el detalle de todas las partidas y memorias. Pero elDiario.es/Euskadi resume en cinco claves (y tres gráficos) las cuentas.
1 - Presupuesto en máximos sin contar con los fondos europeos
El consejero ha enfatizado que Euskadi, en 2022, contará con el presupuesto más elevado de su historia. Son del orden de 13.108 millones de euros. El contraste con los 9.316,7 presupuestados -pero no aprobados- por el Gobierno de Iñigo Urkullu cuando llegó al cargo en 2012 es muy evidente. Ya el pasado año se dio por enterrada la austericidad y en el próximo ejercicio la capacidad de gasto asciende en 665,4 millones de euros, esto es, un 5,3%. El fundamento es que los ingresos de las Haciendas vascas han crecido un 14,4%: las aportaciones forales pasan de 9.619,1 millones a 11.003,9. De hecho, el endeudamiento bruto baja un 44%, de 2.552,4 millones de euros a 1.429,6. La deuda pública en 2022 no ha de ser superior al 15,6% sobre el PIB, ha enfatizado el Gobierno. “El importe proveniente de los fondos europeos [ordinarios] asciende a 258,7 millones”, ha indicado Azpiazu. No están cuantificados los fondos extraordinarios conocidos como Next Generation EU pero “la ley presupuestaria recogerá su integración a medida que vayan llegado”. Ya hace unos días Euskadi estableció sus tres primeros proyectos prioritarios con los que aspira a captar más de 600 millones de este programa comunitario. Tiene que ver con la movilidad sostenible, la salud y la digitalización. Para del gasto adicional -pero poco más del 10%- se explica por la asunción de una nueva competencia, la de Prisiones. La gestión de las cárceles vascas supondrá un descuento de 70 millones, aproximadamente, en el Cupo que se abona al Estado por los servicios que ofrece. Ha explicado Azpiazu que las cuentas tienen una “apuesta inequívoca” por la “perspectiva de género”. Se estima en el 16,5% del gasto total su impacto, frente al 16,1% de 2021. “No se trata sólo de financiar iniciativas explícitas destinadas a lograr la igualdad de género, sino que esté presente en el conjunto de las políticas públicas”, se explica desde el Gobierno.
2 - Un 50% más de inversiones: “Aprovechar la ventana de oportunidad”
Dice Azpiazu que, aunque “cerca de ocho de cada diez euros” van a gasto social -solamente los fondos para Salud y Educación rondan los 8.000 millones de euros-, este proyecto está hecho “en clave de inversión pública”. Se cifra la apuesta en una subida de 50% de estas partidas productivas y tractoras. Son 1.605 millones de euros. De ellos, 165 irán a un plan interinstitucional con las diputaciones. “Es la seña de identidad” de este presupuesto, ha insistido el consejero sobre las inversiones. Y ha añadido: “Se pretende aprovechar la ventana de oportunidad sin precedentes derivada de la situación excepcional producida por la suspensión de las reglas fiscales por parte de la Unión Europea. 2022 nos exige maximizar la inversión pública apurando los límites permitidos y empleando todos los recursos disponibles”. En cifras, el área de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente de Arantxa Tapia ganará 99 millones para proyectos y la de Vivienda y Transportes de Iñaki Arriola 53,7. También lo notará Salud, que tendrá 41,3 millones más para infraestructuras.
3 - Contexto económico de “prudente optimismo”
Las cuentas autonómicas reflejan un escenario macroeconómico para Euskadi muy alentador. El paro, por ejemplo, caería en 2022 al 9,5% frente al 10,3% actual. Eso se traduce en una estimación de creación de 10.800 puestos de trabajo, según ha expresado Azpiazu. El PIB crecería un 6,4%, algo menos que el 6,7% de 2021 pero totalmente en contraposición con el desplome del 9,9% de 2020 por la llegada del coronavirus y la paralización general de la sociedad en la primavera de ese año. Tira más el sector servicios (6,8%) que la industria (5,6%). El consumo también crecerá un 6,8%. Eso sí, hay buenas expectativas pero el mensaje oficial es de “prudente optimismo”. ¿Por qué? La reactivación de la economía sería más potente aún sin el aumento del precio de las materias primas, evidentemente condicionadas por las subidas de la energía (electricidad y combustibles). Además, se ven “cuellos de botella” en algunas cadenas de suministros. Ha sido el caso de los chips semiconductores que han puesto en jaque al sector del automóvil hasta el punto de hacer parar a la mayor empresa vasca, la Mercedes-Benz de Vitoria, y a otras similares como la Volkswagen de Pamplona. “Existen ciertas incertidumbres que obligan a una necesaria prudencia, como el precio de la energía y la falta de suministros industriales. Aunque todavía no se ha conseguido recuperar el nivel de producción previo a la llegada del virus, es algo que se espera conseguir en los próximos trimestres”, ha señalado el titular de Economía y Hacienda.
4 - La RGI sube un 3% y se descongelan las ayudas al alquiler diez años después
La renta de garantía de ingresos o RGI es el salario social para personas sin recursos o con nóminas o pensiones bajas. Existe como tal desde 2008 y ahora se complementa con el IMV estatal. Los presupuestos prevén una revalorización de las cuantías del 3% y se destaca que es más que el 1,8% del ejercicio anterior. De este modo, la prestación básica para una persona salta de 706,22 euros a 727,40 euros mensuales, para un pensionista que viva solo de 810,28 a 834,58 y la prestación más alta (familia monoparental con tres miembros o más) ascendería de 1.035,86 a 1.066,93. Hace unos años se suprimió la indexación de estas ayudas al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) cuando el Gobierno de España empezó a subirlo de manera clara. Se pasó a una actualización anual decidida por el propio Ejecutivo. También se aplicó en 2011 un recorte lineal del 7%. Si se mantuviese ese sistema previsto en la ley de 2008, que no ha sido derogada, las cuantías serían mucho más elevadas. Con el SMI de 2021 -que se revalorizará con toda probabilidad en 2022- la prestación básica sería de 975,33 euros, muy por encima de la de 727,40 que se abonará en 2022. Ahora bien, es una mejora superior a la del 2% que se prevé para las nóminas de los funcionarios y empleados públicos, un colectivo de unas 70.000 personas. “Es similar a la subida de las pensiones”, ha enfatizado Azpiazu. Y, como adelantó este periódico, suben también las ayudas para el alquiler de viviendas, tanto el complemento de la RGI (llamado PCV) como la prestación alternativa para quienes ven reconocido su derecho a un piso protegido antes de acceder a él (PEV). Pasa de 250 euros a 275. Llevaba congelada así una década entera. Eso sí, los 275 euros quedan lejos también de los 320 que se llegaron a pagar hasta 2010. En las cuentas de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales hay 42,5 millones para ayudas de emergencia social (AES), donde se incluye el anunciado incremento del 40% en las prestaciones contra la pobreza energética.
5 - Baja ligeramente el peso de las carteras del PSE-EE por el IMV
Un primer vistazo de las cuentas revela que cae ligeramente el peso económico de las tres áreas con consejeros socialistas, que son Trabajo y Empleo, dirigida por la vicelehendakari Idoia Mendia, Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, con Iñaki Arriola al frente, y Turismo, Comercio y Consumo, liderada por Javier Hurtado. Dispondrán en 2022 de una capacidad de gasto de 1.496,4 millones de euros, lo que supone un 4,29% más que en 2021, cuando fueron 1.434,8. En los departamentos del PNV se sube de 9.638,6 millones a 10.243,8, un 6,27% adicional. De esta manera, del 12,95% del gasto total controlado por el PSE-EE se baja al 12,74%. Con todo, sigue siendo una proporción mucho mayor que la tenía en la anterior legislatura, en la que rondaba el 4%. En detalle, Trabajo y Empleo manejará 936,2 millones de euros y es el único departamento con una caída de fondos, del 0,8%. Ha precisado Azpiazu que no se trata de una reducción de derechos ni de servicios, sino de un mero ajuste financiera derivado de que parte de la factura de las prestaciones sociales corre ahora a cargo del Estado tras la creación del IMV. Sube en cambio un 4% el dinero para el área de Arriola (sin contar la parte correspondiente a la ‘Y vasca’, que se financia con un descuento en el Cupo). Tendrá 508,1 millones. Finalmente, Hurtado mejoro un 10,2% su dotación y salta de 47,3 a 52,1 millones para sus competencias de fomento del turismo o control del consumo. Su titular siempre ha reseñado, además, que durante la pandemia se han articulado programas de ayuda para estos sectores con cargo a partidas generales no incluidas en los números del propio departamento.
Gráficos elaborados por Rubén Pereda