Los diferentes recursos habilitados por el Gobierno vasco para la atención de las personas migrantes en tránsito en la zona fronteriza de Irún-Hendaya atendieron a lo largo de 2021 a un total de 8.115 personas, lo que supone la cifra más alta de los últimos cuatro años, según ha informado este jueves el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Fue en 2018 cuando se empezó a detectar este problema ya que grupos de personas se quedaron durmiendo en la calle ante el muro policial para acceder a Francia, que lleva años aplicando devoluciones en caliente.
En un comunicado, el Ejecutivo autonómico ha recordado que en verano de 2018 se produjo un importante flujo de personas migrantes en tránsito dentro del territorio vasco en su recorrido hacia Europa y, principalmente, hacia Francia. Según ha apuntado, fue entonces cuando se vio la necesidad de establecer una red de atención a este colectivo, que en la mayoría de las ocasiones llegaba “exhausto, muy debilitado y con necesidad de atención tanto de higiene y descanso como de alimentación”, informa Europa Press.
A partir de ese momento, se formó la Mesa Interinstitucional de Coordinación para la Acogida de Personas Migrantes en Tránsito, compuesta por instituciones y agentes del tercer sector social, que aprobó un plan de contingencia capaz de atender hasta a 500 personas al día en los centros repartidos por los tres territorios históricos. Desde entonces, el recurso de Hilanderas de Irún, del Estado y gestionado por Cruz Roja, se ha convertido en el referente para miles de migrantes que llegan a la localidad fronteriza con la intención de pasar la muga. En concreto, entre junio y diciembre de 2018, 5.837 personas utilizaron los recursos habilitados por el Gobierno Vasco; 4.244 personas lo hicieron en 2019; 3.493 se registraron en 2020, un año condicionado por las restricciones sociosanitarias, y, finalmente, 8.115 personas pasaron por estas instalaciones en 2021.
Según la información aportada por las propias personas que llegan a los recursos vascos, el 94% procede de Canarias con el objetivo de pasar la frontera y seguir su trayecto hacia Francia y el centro de Europa. En este sentido, el Gobierno vasco ha intensificado los contactos con el Gobierno canario y también con las autoridades vascofrancesas, con el fin de intercambiar información y poder anticipar la respuesta ante los diferentes escenarios que pudieran darse.
“Hemos abierto una línea de trabajo y colaboración con el Gobierno canario. La información que nos llegue desde las islas es importantísima, porque todo lo que pase allí, tendrá repercusión en un par de meses aquí. Y también hemos intensificado los contactos con Euskal Herri Elkargoa en Iparralde para intentar evitar las devoluciones en caliente y ver cómo podemos trabajar conjuntamente”, según ha explicado el director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta. En esta línea de trabajo, el pasado mes de noviembre el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente, Jean René Etchegaray, hicieron pública una declaración conjunta en la que expresaban su “dolor e inquietud” por los fallecimientos de personas migrantes tanto en la frontera con Euskadi como en Calais, al norte del país galo.
En su encuentro, ambos se comprometieron a “crear un espacio de diálogo” y a compartir datos e información para dar respuesta a estas situaciones. El Gobierno vasco ha recordado que en 2021, tres personas han perdido la vida en su intento de cruzar el río Bidasoa, uno de ellos Yaya Karamoko, de Costa de Marfil, que tenía 28 años y falleció ahogado el 22 de mayo. Su cuerpo está enterrado en el cementerio musulmán de Burgos. Abdoulaye Coulibaly, de 18 años y natural de Guinea Conakry, perdió la vida el 8 de agosto y su cuerpo fue repatriado con la ayuda del Gobierno Vasco. Un tercer cadáver fue hallado en aguas del Bidasoa el 20 de noviembre, aunque no ha podido ser identificado de manera oficial, se trataría de un hombre de unos 40 años y se baraja la posibilidad de que fuera un temporero que trabajaba a ambos lados de la muga. “Hay una dramática realidad y es que cada día que pasa se incrementa el número de personas migrantes que abandonan sus casas en busca de un futuro mejor. Y lo hacen en condiciones extremas, tan inhumanas, que Europa no puede mirar a otro lado, aunque solo sea por razones humanitarias”, ha indicado Legarreta. Además, otras personas han muerto ya en suelo francés.
El director de Inmigración ha confirmado que se han colocado carteles en diferentes idiomas en el recurso de Hilanderas alertando de la peligrosidad del Bidasoa y, mientras tanto, Legarreta ha seguido reclamando corredores seguros y señala que el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales de Beatriz Artolazabal ya está desarrollando diferentes programas que ayudan a la atención de un colectivo tan vulnerable como es el migrante, tanto en tránsito como en petición de protección internacional. Legarreta reconoce que todo lo relacionado con Extranjería, Inmigración y Fronteras es “competencia del Gobierno español”, pero también entiende que “la realidad social que se vive en la muga es tan desgarradora que no se puede mirar a otro lado”. “Tenemos pisos de acogida, centros de atención a mujeres solas y a quienes llegan acompañadas de menores, solicitudes de asilo y, claro está, a migrantes en tránsito. Poco a poco, hemos ido creando una red de acogida y atención a personas migrantes que, hoy en día, está muy consolidada”, ha concluido Legarreta.
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