Aitziber Garmendia (Zaldibia, 1982) es una de las actrices vascas de cine, teatro y televisión más populares de los últimos tiempos. Además de actuar en películas como 'Ocho apellidos vascos' y series como 'Allí abajo', Garmendia, ha sido una de las protagonistas -también ha trabajado como guionista y directora- de 'Barre Librea', un programa de la televisión pública vasca EITB que comparte con el actor y humorista Jon Plazaola.
En 'Barre Librea' ('Risa Libre', en euskera), a través del humor, Garmendia ha tratado temas como los derechos LGTBI, el feminismo o la transexualidad. Este último, con un monólogo en el que se pone en el papel de Gorane, una niña que explica la realidad de su amigo trans, Martin, que con cinco años sabe que es niño, aunque hasta ese momento le hubieran llamado Martina y vestido como a una niña. El monólogo no tardó en hacerse viral en las redes sociales y fue una muestra del éxito del programa, pero también de la calidad del trabajo de esta actriz. Es por ello que al oír las palabras de la directora de La Chocita del Loro tachando de “demasiado feminista” y “victimista” el trabajo de las cómicas sintió “tristeza y enfado”. “En cuanto oí las declaraciones me enfadé muchísimo, me entristeció además escucharlo de la boca de una mujer, es algo que me enfada y me entristece el doble”, asegura.
Garmendia, que además de su carrera como actriz cuenta con una licenciatura en Derecho, es consciente de que a la hora de hacer humor “se debe tener pies de plomo” para no herir la sensibilidad de ningún espectador. “A veces vamos con la mejor de las intenciones haciendo humor con temas con los que queremos transmitir y luchar por algo, pero no todos los públicos son iguales y no todos tienen el mismo umbral del humor”, señala. También es consciente de que por el mero hecho de ser mujer, en la industria del cine se le “penaliza increíblemente el envejecer, tener arrugas o el paso del tiempo” algo que describe como “un machismo absoluto”.
Una actriz graduada en Derecho. ¿Cómo fue eso?
Si quieres que te diga la verdad, no sé cómo llegué a licenciarme. Quería probar con algo que no tuviera nada que ver con las artes escénicas y vi que Derecho no tenía matemáticas. Como soy malísima en todo lo que tiene que ver con los números dije 'venga, esto parece interesante'. Así seguí y seguí hasta que llegué a licenciarme, todavía no me explico cómo (bromea).
Trabaja en Euskadi, pero también ha participado en proyectos a nivel estatal. ¿Qué le resulta más complicado?
Es verdad que hay más oportunidades y se mueven más cosas en Madrid, pero también hay más competencia y más gente buscando trabajo. Entonces, yo creo que se produce un equilibrio. Aquí siempre he tenido trabajo, empecé poco a poco y al final he conseguido un espacio en el que puedo trabajar más o menos durante todo el año. En Madrid de momento no tengo esa suerte y es verdad que cuando voy disfruto muchísimo, pero no tiene nada que envidiar a lo que tengo aquí.
¿Hay alguna diferencia entre la Aitziber que actúa en euskera de la que lo hace en castellano?
Sí, todas las diferencias del mundo. Mi lengua materna es el euskera, entonces trabajo mucho más cómoda. En castellano lo hago bien también, no es algo que se me haga muy lejano o raro, pero siempre está ahí la diferencia de que no es tu lengua materna.
'Barre Librea' ha terminado esta semana. ¿Qué ha supuesto para usted este proyecto y qué supone que se acabe?
Ha supuesto un reto impresionante porque por primera vez he podido estar en varios espacios. He trabajado de guionista, junto a todo el equipo, hemos estado dirigiendo el programa Jon Plazaola y yo, y también he estado delante de las cámaras. Delante de las cámaras era algo que ya había probado, pero todo lo demás no tanto, entonces ha supuesto por un lado el privilegio y la suerte de poder marcar nuestra propia editorial y nuestro sello de qué queríamos contar y cómo lo queríamos contar. Por otro lado, también eso ha supuesto un trabajo y un peso increíble. El final ha venido un poco de la mano de todo eso. Hemos hecho un trabajo para sentirnos orgullosos del camino, pero también es verdad que últimamente nos estaba pesando el cansancio y no queríamos bajar el rendimiento y mucho menos la calidad del programa. Entonces decidimos que terminarlo era dejar en alto el programa y que la gente lo recuerde con un buen sabor de boca.
A través del humor han tocado temas como los derechos LGTBI o el feminismo. ¿Este tipo de mensajes llegan mejor al público si se dan a través de la risa?
Yo diría que sí, pero siempre tenemos que andar con pies de plomo porque a veces vamos con la mejor de las intenciones haciendo humor con temas con los que queremos transmitir y luchar por algo, pero no todos los públicos son iguales y no todos tienen el mismo umbral del humor. Así como todos tenemos un umbral distinto del dolor, con el humor pasa lo mismo. Hemos aprendido a valorar mucho la sensibilidad de la gente, a entender que no todos están preparados ni todos tienen la misma inteligencia para el humor, porque el humor es básicamente inteligencia emocional. Hemos andado muchas veces queriendo, pero no pudiendo. Ha sido complicado.
Así como todos tenemos un umbral distinto del dolor, con el humor pasa lo mismo
Recientemente la directora de 'La Chocita del Loro', Laura Sánchez Vegas, ha realizado unas declaraciones en las que aseguraba que el nivel de las mujeres a la hora de hacer humor no era tan alto como el de los hombres porque “mucho del humor que hacen es victimista o demasiado feminista”. ¿Qué le parecieron estas declaraciones?
Fue algo que me conmovió mucho. Yo suelo ir 'La Chocita del Loro' de vez en cuando. Me gustaba tomarme una caña escuchando un monólogo y siempre he dicho “jo, qué pocas mujeres hay en 'La Chocita del Loro'”. De hecho, cada vez que voy si veo a una mujer en cartel, voy a verla a ella. En cuanto oí las declaraciones me enfadé muchísimo, me entristeció además escucharlo de la boca de una mujer, es algo que me enfada y me entristece el doble. ¿Decir que el humor que hacemos las mujeres es victimista y demasiado feminista? Victimista no creo que sea, no hay más que ver el humor que hemos hecho en 'Barre Librea' y ninguna mujer ha ido de victimismo puro y absoluto. Otra cosa es que hablemos de que somos víctimas muchas veces de muchas situaciones, pero eso no es ser victimista, eso es plasmar una realidad. En cuanto a demasiado feminista, que alguien me explique por favor que es “demasiado feminista” sobre todo cuando el feminismo busca la igualdad. Muy desafortunadas las declaraciones, me dolió bastante.
¿Considera que este tipo de comentarios o mensajes pueden llegar a afectar a sociedad y que se replanteen consumir o no contenidos de mujeres?
Sí. Es como el pez que se muerde la cola o lo de qué fue primero, ¿el huevo o la gallina? Este tipo de comentarios vienen ya de un reflejo de una sociedad y es porque realmente se entiende que por ejemplo, en este caso, los hombres son mejores a la hora de hacer comedia y más concretamente de hacer monólogos. Es verdad que a nada que tú lances este tipo de comentarios súper ofensivos para nosotras el que tenga un mínimo de inteligencia se plantará de frente y le hará contra a todo eso, pero el que no, y está demostrado que hay mucha gente que no tiene ese mínimo de inteligencia, probablemente opte por un consumo mucho más normalizado, que hoy sería el consumo de un humor masculino, un monologista masculino. Me da miedo que esto genere una ola negativa y contraria a lo que estamos peleando nosotras.
A la mujer se le penaliza increíblemente el envejecer, tener arrugas o el paso del tiempo
También se ha anunciado que el Festival de Cine de San Sebastián suprimirá la distinción de género, y el premio a Mejor Actriz o Actor será a partir de ahora el de Mejor Interpretación. ¿Cree que este tipo de decisiones suponen un avance a la hora de reconocer el trabajo de las mujeres o, por el contrario, puede llegar a invisibilizarlas?
Creo que en general es un avance sobre todo a la hora de eliminar el sistema binario. Yo soy mujer y me siento mujer y no me he dado cuenta hasta ahora de que hay otras realidades súper distintas y a lo mejor me he dado cuenta demasiado tarde, pero bueno, lo he hecho. Vivimos en una sociedad híper binaria, eres chica o eres chico y ahí en adelante no hay nada más. Entonces eliminar esa separación binaria me parece que siempre viene bien. Ahora bien, que esto no sirva para que una vez más se le reconozca más a los hombres que a las mujeres. Siempre hay más trabajo en papeles protagonistas y papeles de cine muy potentes para los hombres que para mujeres, entonces ya partimos de una desigualdad básica. Espero que se tenga en cuenta esto y que no pase lo que ha pasado durante muchos años, que todos los científicos que se recuerdan son hombres, todos los grandes nombres en el deporte, en cualquier aspecto del arte son hombres. Esperemos que no volvamos a caer en el mismo error.
¿Sigue habiendo mucho machismo en el mundo del cine?
Sí, una barbaridad. Partiendo de que la comedia en el cine es todavía un espacio bastante masculino, se supone que las mujeres no debemos o no podemos hacer gracia. A parte de eso, envejecer está mucho más castigado en la mujer que en el hombre y eso influye directamente en el cine y en los personajes. A la mujer se le penaliza increíblemente el envejecer, tener arrugas, el paso del tiempo, etc. cosa que a los hombres no, eso quiere decir que en cuanto vas cumpliendo años los personajes, los roles van pasando a un segundo plano y no a un segundo plano de un personaje secundario interesante, no. Es como que nosotras no tenemos nada que contar a partir de una edad y eso es un machismo más que absoluto.