El presidente de Naturgy avisa de un cuello de botella energético por las redes eléctricas
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, avisa de que hay un “cuello de botella” en las redes de transporte y distribución de la energía y que solucionarlo va a requerir “una inversión importantísima en los próximos años”. En el contexto de la demanda energética de las nuevas tecnologías, considera que no hay obstáculos con la generación ni con el aumento del peso de las renovables, sino en la infraestructura para llegar a los consumidores.
En su intervención en el XXIII Congreso de directivos CEDE en A Coruña, Reynés señaló que el último informe de la Agencia Internacional de la Energía estima que en 2030 el 5% de la energía que se consuma en Europa será para alimentar centros de procesos de datos. Las medidas de eficiencia restan en la demanda, pero el aumento de población la incrementa, de modo que “en neto”, la tendencia es a un consumo total mayor.
Esa demanda creciente debe “hacerse compatible”, dijo el presidente de Naturgy, con la descarbonización, con lograr que la energía sea “asequible” y con que el esquema con el que se desarrolle “no ponga en riesgo la seguridad del suministro”. En este contexto es en que reclama atención para las redes de distribución. El directivo pidió también una desregulación en la Unión Europea. Según su análisis, en la fijación del marco legal, Estados Unidos “pide perdón y tira para adelante”, Europa “decide pedir permiso y no hace nada o casi nada” y China “decide prohibirlo porque le da miedo que las libertades se instalen en su territorio”. Su recomendación desde el mundo empresarial es “una mezcla entre pedir perdón y pedir permiso”.
También ha apostado por menos normas el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que ha considerado que en el sector de las telecomunicaciones están desactualizadas: “Estamos regulando para coches de caballlos un montón de autopistas. Yo no estoy pidiendo ya que nos ajusten la regulación, es que creo que nos tienen que desregular. No compito solo con los de siempre, compito con gente nueva que no está regulada”.
La oportunidad de Europa ahora, aseguró Álvarez-Pallete, es elaborar ahora una política industrial basada en la innovación y que parta de los informes de Letta y Draghi. La orientación de la nueva Comisión Europea, dijo, le hace ser “optimista” en este sentido. Opina que, en los últimos 25 años, Europa “perdió el tren de la innovación” porque ha optado por “políticas deflacionarias, aunque fuese una deflación artificial” en lugar de por impulsar avances tecnológicos y científicos.
La inteligencia artificial es ya una realidad y el momento actual no es, analizó, el de la tecnología, sino el de “las ciencias sociales” para reflexionar sobre el marco ético y la manera de evitar las brechas que los avances ya están provocando. Ha defendido que no se puede permitir que la tecnología haga “todo lo que es capaz de hacer porque no todo es socialmente aceptable”.
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