La Álava rural no tiene servicio de hospitalización a domicilio y en Rioja Alavesa depende de Logroño
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha informado al Parlamento Vasco que en Álava “hay varios municipios a los que no llega la atención del servicio de hospitalización a domicilio” al ser zonas poco pobladas y alejadas de un centro sanitario de referencia. En concreto, según se detalla en el informe remitido a la Cámara, se trata de Izarra (en Urkabustaiz), Kuartango, Pobes (Ribera Alta), la zona sanitaria llamada Valles Alaveses I (Lantarón, Salinas de Añana o Valdegovía), Valles Alaveses II (Berantevilla, Ribavellosa, Zambrana), Peñacerrada, Montaña Alavesa (Bernedo, Maeztu o Santa Cruz de Campezo) y Okina. Además, se apunta a que en la zona de Rioja Alavesa el servicio lo presta el hospital de San Millán de Logroño y no Osakidetza, pero “sólo atiende a determinados pacientes” y no a todos.
El mapa sanitario de Álava tiene tres grandes áreas. La denominada OSI Araba es la principal comarca sanitaria, ya que incluye los hospitales de Vitoria (Txagorritxu y Santiago) y los centros de salud de la ciudad y de buena parte de los pueblos de la provincia. En el norte, la zona del valle de Ayala (Llodio o Amurrio) está adscrita a la OSI Barrualde de Bizkaia, con Usansolo como hospital de referencia. La hospitalización domiciliaria, por lo tanto, depende de los equipos de Barrualde-Usansolo. Para la Rioja Alavesa hay una OSI propia, con epicentro en el hospital de Leza, pero con servicios limitados. Como explica Sagardui, hay convenios con el servicio riojano de Salud. En el caso de la atención domiciliaria, “el hospital de San Millán de Logroño sólo atiende a determinados pacientes de cuidados paliativos si han sido atendidos en el servicio de Oncología” de Rioja Salud. Por el contrario, la información parlamentaria muestra que en Gipuzkoa y en Bizkaia “el servicio de hospitalización a domicilio atiende a pacientes candidatos en todo el territorio”.
Estos datos han sido enviados al Parlamento a instancias de Rebeka Ubera, portavoz de EH Bildu en materia sanitaria y a raíz de un caso denegado de un vecino de Oyardo, una población del término municipal de Urkabustaiz con apenas 37 habitantes y que en la documentación está incorrectamente referida como “Ovardo”, tanto en euskera como en castellano. Este paciente, del que no se dan más datos, “permaneció ingresado hasta finalizar su tratamiento” sin poder completar su hospitalización en casa.
Entiende Osakidetza que este sistema “puede ser una alternativa para determinados pacientes y situaciones clínicas” pero “no para todos”. “En personas alejadas, especialmente zonas muy rurales, el recurso de atención ha de ser hospitalización o institución para no poner en riesgo la seguridad clínica. Es el caso de la persona de Urkabustaiz que continuó ingresada en el hospital”, explica la titular de Salud. Y sigue: “Inicialmente, la hospitalización a domicilio se ofrece a pacientes que precisan atención y cuidados importantes con el fin de evitar o acortar su ingreso en hospitalización (de agudos o de crónicos). Entre los criterios de inclusión y traslado para su atención a domicilio se incluyen estabilidad clínica y el contar con domicilio adecuado y apoyo familiar. Por motivos de seguridad, el domicilio del paciente debe contar con buen acceso al centro hospitalario de referencia, imprescindible en caso de necesidad de traslado o urgencia por inestabilidad clínica”.
Defiende Osakidetza que no es una práctica aislada en el Sistema Nacional de Salud (SNS). “La única limitación que establece la 'Guía Clínica de la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio' (SEHAD, 2020) viene impuesta por la distancia al lugar de residencia, cuando dicha distancia puede comprometer la seguridad del paciente”, explica Sagardui. Matiza, igualmente, que no hay que confundir conceptos porque la hospitalización en casa “no está destinada a sustituir la atención domiciliaria de los equipos de atención primaria, atención programada y de seguimiento de determinados pacientes [...] por su especial vulnerabilidad o fragilidad, por ejemplo”.
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