Las 'inventaron' los Países Bajos y ahora la mitad de los países europeos tienen una: así son las estrategias ciclistas

Un reciente informe la Federación Ciclista Europea (ECF) proporciona por vez primera una descripción general del estado de las estrategias nacionales de ciclismo en cuarenta y siete países europeos, y ello en un momento en que en todo el mundo se muestra un creciente interés político en el ciclismo como un modo de transporte sostenible y saludable.

Las estrategias nacionales de ciclismo son herramientas políticas cruciales para que los países desarrollen y aumenten la participación modal del ciclismo a nivel nacional, con todos los impactos positivos que esto genera, tales como disponer de un aire más limpio, contar con ciudadanos más sanos y felices, ciudades y pueblos más habitables, mejores zonas rurales, mayor conectividad y economías locales más vibrantes. Las estrategias nacionales de ciclismo también son fundamentales si el mundo quiere reducir las emisiones del transporte de manera rápida y efectiva y evitar lo peor de la crisis climática.

Con la adopción del Plan maestro paneuropeo para la promoción del ciclismo en mayo de 2021, bajo el paraguas de la OMS/Europa y la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, 54 países de la región paneuropea ahora están políticamente obligados a desarrollar e implementar un plan nacional de estrategia de ciclismo para 2030. Pero con los datos de 47 países europeos, el análisis de ECF muestra que la mayoría de los países tienen un largo camino por recorrer si quieren alcanzar este objetivo.

El desarrollo de una estrategia ciclista nacional no es un nuevo instrumento político. Los Países Bajos lo “inventaron” en 1990, seguidos por Alemania en 2002 y la República Checa en 2004. Sin embargo, la mitad de los países europeos (24 de ellos) nunca han implementado una estrategia de ciclismo o un documento de política similar 

De 47 países, 23 han adoptado en algún momento una estrategia ciclista nacional, si bien actualmente las estrategias de ciclismo están vigentes en sólo 13 de ellos (en Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Malta, Portugal, España, Inglaterra, Irlanda del norte, Gales, Chipre, Holanda y Noruega), mientras que han expirado y, por lo tanto, necesitan actualizarse en otros diez. De los 24 países restantes analizados en el informe, solo cinco se encuentran actualmente en el proceso de desarrollar una estrategia de este tipo por primera vez en su historia, caso de Grecia, Eslovenia, Italia, Ucrania y Serbia.

Vemos pues que para alcanzar el objetivo del plan maestro para 2030, es decir, reducir las emisiones del transporte y cosechar los numerosos beneficios sociales del ciclismo, muchos países deben comenzar con urgencia el proceso de desarrollo o renovación de su estrategia ciclista nacional. La mayoría de los países que nunca han tenido una estrategia de este tipo, y que actualmente no están en proceso de desarrollar una, se encuentran en los Balcanes, Europa del Este y el Cáucaso.

Si bien las estrategias ciclistas nacionales pueden ser fundamentales para el desarrollo del ciclismo en un país, el alcance y la duración de dichas estrategias difieren ampliamente. Algunas de las medidas más populares seguidas por los países incluyen la promoción de la intermodalidad (se da en 18 de ellos), los cambios legales en los códigos de circulación (15) y el desarrollo de una red nacional de ciclovías (13). La duración de la mayoría de las estrategias corresponde al mandato del gobierno que las adoptó (8 años en el caso de Bélgica, Chipre, Letonia, Holanda, Eslovaquia, Inglaterra, Escocia y España), mientras que otras son estrategias de siete años (3), diez años (6) o incluso 25 años (Irlanda del Norte).

Los hallazgos de este informe proporcionarán un punto de referencia contra el cual ECF tiene la intención de publicar informes anuales de actualización para rastrear el progreso en el desarrollo, implementación y efectividad de las estrategias nacionales de ciclismo en Europa hacia 2030.

Definiendo objetivos

Sabido lo anterior, cabe definir qué se entiende por una estrategia ciclista nacional. Se trata de un plan plurianual que establece una visión global dirigida a coordinar políticas, objetivos y acciones para el ciclismo. Establece intervenciones claras, instrumentos y metas precisas para el desarrollo del ciclismo a nivel nacional. En resumen, una estrategia ciclista nacional idealmente consolida todas las políticas adoptadas a nivel nacional en apoyo del ciclismo, enviando así una señal política de que el ciclismo es importante y que, por lo tanto, debe ser apoyado sistemáticamente por las autoridades públicas, las empresas, el mundo académico y las organizaciones de la sociedad civil. En este informe, también se incluyen planes de acción para los ciclismos nacionales que, a diferencia de las estrategias, tienden a ser más breves en duración y menos detallados en cuanto a la visión y el establecimiento de objetivos.

Las estrategias ciclistas  pueden adoptarse en niveles políticos muy diferentes, siendo el nivel “más débil” el que involucra a un solo ministro/ministerio. Por lo general, este sería el ministerio de transporte, pero no es obligatoriamente necesario que lo sea. Para garantizar la coordinación e implementación entre departamentos, una opción preferida es que todo el gobierno respalde oficialmente la estrategia. Idealmente, la estrategia también se discute en el parlamento nacional donde encuentra aprobación y apoyo. En casos excepcionales, se ha adoptado una ley de ciclismo/movilidad activa.

Características de las estrategias ciclistas nacionales

Idealmente, el marco establecido por las ECN se refiere a la coordinación de las políticas ciclistas en base a lograr objetivos específicos, tales que el aumento de la distribución modal del ciclismo y/o los kilómetros recorridos en bicicleta, así como objetivos de seguridad vial, como por ejemplo reducir a la mitad el número de accidentes sufridos en carretera por los ciclistas. De forma recurrente vemos que los principales contenidos de los planes buscan la integración de la bicicleta y el transporte público para así promover la intermodalidad; el desarrollo o ampliación de una red nacional de rutas ciclistas; la institución de un “Oficial Nacional de Ciclismo” que sea  el rostro de la administración en materia de ciclismo; la financiación de proyectos piloto, investigaciones y campañas de sensibilización; el intercambio y promoción de buenas prácticas ciclistas; la financiación de la construcción de infraestructura y promoción de la bicicleta, con la institución de inversiones estatales regulares y permanentes; la propuesta de nuevas iniciativas legislativas y fiscales  que incentiven el desplazamiento en bici; los programas educativos dirigidos especialmente a los niños (iniciativas ciclo-escuela) y un largo etcétera más de buenas iniciativas. De entre todas ellas destacamos una propuesta por el plan portugués. Su objetivo es mejorar la legislación sobre las condiciones laborales, garantizando más facilidades para quienes se desplacen en bicicleta a su lugar de trabajo, ofertando allí vestuarios con taquillas obligatorios para medianas y grandes empresas.

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