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Aura Vázquez: “Las mujeres migradas sostenemos el sistema de cuidados en situaciones violentas y precarias”

Aura Vázquez, miembro de la Red de Mujeres Migradas y Racializadas de Euskal Herria

Maialen Ferreira

7 de marzo de 2022 21:46 h

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Las solicitudes de asilo de personas migrantes han caído un 44% en Euskadi. En concreto, 1.724 personas han pedido asilo frente a las 3.085 que lo solicitaron a lo largo del año anterior: 879 en Bizkaia, 549 en Gipuzkoa y 296 en Álava. Aunque la mayoría de las personas que solicitan el asilo son hombres, gran parte de las mujeres que lo solicitan, una vez aquí, terminan dedicándose a los cuidados de personas mayores o a la limpieza.

Según denuncia Aura Vázquez, miembro de la Red de Mujeres Migradas y Racializadas de Euskal Herria, generalmente estas mujeres viven situaciones de precariedad e incluso violencia. “Las mujeres migradas sostenemos el sistema de cuidados en situaciones violentas y precarias. Muchas de ellas tienden a callarse por la promesa de que las van a regularizar y sufren humillaciones, terminan dejando el trabajo porque han sido violentadas y no se atreven a denunciar precisamente por la situación irregular en la que están”, lamenta.

Este 8M saldrá a la calle para denunciar la situación de estas mujeres y para exigir una remodelación de la Ley de Extranjería que incluya las realidades de todas las personas que, a pesar de llevar tiempo residiendo en el país, se encuentran en situación irregular. “Lo que pedimos es regularizar la situación de las miles de personas que ya llevan tiempo aquí y están aportando a esta sociedad. Si las legalizas, eso conllevaría a mejoras porque lograrían cotizar y formar parte de este sistema”, apunta.

¿Cuál es la labor de la Red de Mujeres Migradas y Racializadas de Euskal Herria?

Nuestra labor es empoderar a las mujeres migradas y racializadas y, sobre todo, visibilizar las violencias que nos atraviesan. Trabajamos también para que se nos dé voz y que se acabe con el tutelaje que muchas veces se niegan a dejar de lado.

¿Con qué tipo de discriminaciones se encuentran las personas migradas en Euskadi?

Desde el aspecto laboral, con el hecho de que muchos de los trabajos que tienen que ver con cuidados están siendo soportados por mujeres migradas, hasta el institucional, debido a que muchos de los formularios están pensados para la gente local y no ven la diversidad de realidades que puede haber en la gente migrante.

Muchas mujeres terminan dejando el trabajo porque han sido violentadas y no se atreven a denunciar precisamente por la situación irregular en la que están

Gran parte de las mujeres migradas se dedican a los cuidados, muchas de ellas de forma irregular y en trabajos precarios. ¿Cómo lo viven ellas?

Las mujeres migradas sostenemos el sistema de cuidados en situaciones violentas y precarias. Muchas de ellas tienden a callarse por la promesa de que las van a regularizar y sufren humillaciones, terminan dejando el trabajo porque han sido violentadas y no se atreven a denunciar precisamente por la situación irregular en la que están. Estas violencias son muy variadas.

¿Cómo suele ser el proceso de una mujer migrada desde que llega hasta que encuentra un trabajo?

Depende del origen. La discriminación es más marcada según el color de piel de cada mujer, según su grado de racialización. Si eres negra, es más difícil que encuentres trabajo, si encima eres musulmana, más todavía porque te niegan el trabajo de plano. Lo mismo ocurre a la hora de buscar un alquiler. De hecho, muchas veces no hace falta ni que te vean, con que oigan tu acento ya te dicen que no, que ese puesto de trabajo ya ha sido ocupado o que el piso ya no está disponible.

¿Lo tienen más complicado las mujeres migrantes que los hombres a la hora de encontrar trabajo?

Según el tipo de labor que realicen sí. Normalmente los hombres migrantes se dedican a la construcción y las mujeres a la limpieza y el cuidado de las personas mayores. Aunque hay hombres que cuidan y mujeres que también hemos trabajado en construcción.

Las mujeres migrantes emocionalmente están tan afectadas que aceptan cualquier tipo de trabajo con tal de tener un ingreso

¿Cómo afecta a la salud mental de estas mujeres el hecho de tener que abandonar su país para encontrarse una vez llegan con las situaciones que describe?

Muchas de nosotras traemos una mochila emocional además de la económica, es decir, del peso económico que conlleva el tener que endeudarte para poder costearte el pasaje y tener algo de colchón económico para poder mantenerte en el tiempo que vas a estar en la búsqueda de ese primer trabajo. Muchas dejan a los hijos con su madre o su abuela o dejan a su pareja con sus hijos. Entonces, vienen con la carga de costear la deuda y también el núcleo familiar. Emocionalmente eso afecta tanto que aceptas cualquier tipo de trabajo con tal de tener un ingreso. Encima, dejas lo mínimo para ti, porque tienes que mantener a los de allá. A raíz de todo esto, por poner un ejemplo, a las latinas nos dicen que bebemos mucho los fines de semana, y resulta que es una vía de escape para, en su día libre, zafarse de las humillaciones y todo lo que soportan mientras están encerradas en las viviendas en las que trabajan. Se desinhiben y utilizan el alcohol y el baile como vía de escape.

Hay estereotipos que ligan a las personas migradas con la delincuencia. ¿Cómo viven eso desde su colectivo?

Bastante mal, porque se dice que nosotros somos los causantes del repunte de la violencia en las ciudades y se han hecho estudios de que realmente eso no es así. Muchas personas optan por la delincuencia como esa vía de escape que te comentaba, pero justamente no somos los migrantes los que hacemos eso, la parte local también tiene responsabilidad. Además, dependiendo del origen de la persona migrante que se presupone delincuente, está más marcada la brutalidad policial.

A los migrantes se nos enmarca en los índices de delincuencia o que venimos a quitar el trabajo a los locales y eso no es así, porque generalmente tomamos los trabajos que ellos no quieren hacer

España deniega el 90% de las solicitudes de asilo a migrantes, pero en el caso de Ucrania, Europa ha decretado la apertura de fronteras ilimitada. ¿Qué supone para ustedes?

Es una medida excepcional por la situación que están atravesando. Es una situación bastante lógica, pero es cierto que las medidas de asilo también van marcadas por el origen de las personas. Por ejemplo, las personas que vienen desde Nicaragua, que vienen escapando de una situación política y una precariedad económica, no tienen la misma situación ni la misma realidad que aquellas personas que provienen de Colombia. Cada caso es individual.

¿Qué reivindicáis este 8M?

Reivindicamos que se haga un análisis profundo de la Ley de Extranjería y que se tomen en consideración la diversidad de orígenes que hay y las realidades diferentes de las personas que llegan. Las instituciones deberían hacer un estudio en profundidad de la situación. Se nos enmarca en los índices de delincuencia o que venimos a quitar el trabajo a los locales y eso no es así, porque generalmente tomamos los trabajos que ellos no quieren hacer. Lo que pedimos es regularizar la situación de las miles de personas que ya llevan tiempo aquí y están aportando a esta sociedad. Si las legalizas, eso conllevaría a mejoras porque lograrían cotizar y formar parte de este sistema.

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